No es la pistola de los scouts de Grandes Ligas, sino la de la pelota japonesa la que está apuntando al talento de Cuba con mucha intensidad. Los equipos del béisbol profesional del archipiélago asiático han peinado los estadios de la mayor de las Antillas y muy pronto pudieran verse los resultados.
De acuerdo con fuentes en Cuba y Miami, evaluadores de varias organizaciones niponas han realizado tryouts en al menos 10 provincias, con especial interés en las categorías juvenil y Sub-15.
“Es algo que se había realizado en el pasado, pero de manera muy puntual, con jugadores en específico que ellos ya querían de antemano”, apuntó una fuente de la industria que sigue el béisbol antillano. “Esto de ahora es algo más masivo, que pudiera desembocar en una relación más grande”.
A los especialistas japoneses se les ha visto en varios terrenos a lo largo y ancho del país, lo cual indica que el interés en el marcado cubano parece redoblarse y entrar en una fase más profunda.
De hecho, el presidente de los Marinos de Chiba Lotte, Shinya Yamamuro, anunció la firma de dos lanzadores de 16 años, cuyos nombres no han sido revelados, para desarrollarlos en un plazo de varias contiendas.
La presencia cubana en la pelota profesional de Japón ha vivido momentos agridulces, aunque en el 2017 Alfredo Despaigne -líder de jonrones e impulsadas en la Liga del Pacífico- y Liván Moinelo se coronaron campeones con los Halcones de Softbank.
Habría que destacar que Guerrero se convirtió en el primer cubano que conquista el liderato de vuelacercas en la Liga Central, y Despaigne el tercero de su tierra que lo logra en la Liga del Pacífico junto con Orestes Destrado -en tres ocasiones- y Michel Abreu.
A estos tres jugadores también se sumaron en el 2017 los nombres de Raúl Valdés (Chunichi), Dayán Viciedo (Chunichi), Yadir Drake (Nippon Ham) y Roel Santos (Lotte); mientras otros jóvenes se pulieron en las Ligas Menores como Oscar Luis Colás (SoftBank), Leonardo Urgellés (Chunichi) y Raidel Martínez (Chunichi).
En el pasado reciente se vivieron experiencias de todo tipo como la pobre actuación del estelar Frederich Cepeda (Yomiuri) y del novel Héctor Mendoza (Yomiuri) mayormente por lesiones, y la excelente de Yuli Gurriel (Yokohama), quien en la temporada del 2014 conectó para .305.
Se afirma que SoftBank estaría interesado en utilizar los servicios de los matanceros Yurisbel Gracial y Ariel Martínez, pero de ahora en adelante la atención se centrará en los sectores más jóvenes del talento cubano, que han sufrido una hemorragia de muchachos que han decidido irse en busca de contratos de Grandes Ligas.
Más de uno comienza a preguntarse si este aumento de interés pudiera desembocar en el establecimiento de una o varias academias japonesas en Cuba, algo que sin duda beneficiaría enormemente a ambas estructuras del béisbol.
“Todo es posible, porque ya los asiáticos poseen una escuela en la República Dominicana”, agregó la fuente. “Quizá eso demore un poco más y no sé hasta que punto están lista para llegar las autoridades deportivas cubanas en esa colaboración, pero definitivamente no sería una idea descabellada”.
De acuerdo con fuentes en Cuba y Miami, evaluadores de varias organizaciones niponas han realizado tryouts en al menos 10 provincias, con especial interés en las categorías juvenil y Sub-15.
“Es algo que se había realizado en el pasado, pero de manera muy puntual, con jugadores en específico que ellos ya querían de antemano”, apuntó una fuente de la industria que sigue el béisbol antillano. “Esto de ahora es algo más masivo, que pudiera desembocar en una relación más grande”.
A los especialistas japoneses se les ha visto en varios terrenos a lo largo y ancho del país, lo cual indica que el interés en el marcado cubano parece redoblarse y entrar en una fase más profunda.
De hecho, el presidente de los Marinos de Chiba Lotte, Shinya Yamamuro, anunció la firma de dos lanzadores de 16 años, cuyos nombres no han sido revelados, para desarrollarlos en un plazo de varias contiendas.
La presencia cubana en la pelota profesional de Japón ha vivido momentos agridulces, aunque en el 2017 Alfredo Despaigne -líder de jonrones e impulsadas en la Liga del Pacífico- y Liván Moinelo se coronaron campeones con los Halcones de Softbank.
Habría que destacar que Guerrero se convirtió en el primer cubano que conquista el liderato de vuelacercas en la Liga Central, y Despaigne el tercero de su tierra que lo logra en la Liga del Pacífico junto con Orestes Destrado -en tres ocasiones- y Michel Abreu.
A estos tres jugadores también se sumaron en el 2017 los nombres de Raúl Valdés (Chunichi), Dayán Viciedo (Chunichi), Yadir Drake (Nippon Ham) y Roel Santos (Lotte); mientras otros jóvenes se pulieron en las Ligas Menores como Oscar Luis Colás (SoftBank), Leonardo Urgellés (Chunichi) y Raidel Martínez (Chunichi).
En el pasado reciente se vivieron experiencias de todo tipo como la pobre actuación del estelar Frederich Cepeda (Yomiuri) y del novel Héctor Mendoza (Yomiuri) mayormente por lesiones, y la excelente de Yuli Gurriel (Yokohama), quien en la temporada del 2014 conectó para .305.
Se afirma que SoftBank estaría interesado en utilizar los servicios de los matanceros Yurisbel Gracial y Ariel Martínez, pero de ahora en adelante la atención se centrará en los sectores más jóvenes del talento cubano, que han sufrido una hemorragia de muchachos que han decidido irse en busca de contratos de Grandes Ligas.
Más de uno comienza a preguntarse si este aumento de interés pudiera desembocar en el establecimiento de una o varias academias japonesas en Cuba, algo que sin duda beneficiaría enormemente a ambas estructuras del béisbol.
“Todo es posible, porque ya los asiáticos poseen una escuela en la República Dominicana”, agregó la fuente. “Quizá eso demore un poco más y no sé hasta que punto están lista para llegar las autoridades deportivas cubanas en esa colaboración, pero definitivamente no sería una idea descabellada”.