Nunca dudamos de la victoria, aseveró el mentor Roger Machado tras el triunfo de los Tigres de Ciego de Ávila en la Gran Final del campeonato cubano de béisbol en su edición 54.

Machado calificó este éxito como uno de los episodios más emotivos en sus siete años como director del seleccionado avileño, segunda ocasión en que logra el máximo galardón del clásico doméstico luego de maniatar a Industriales en la temporada 2011-2012.

En esta oportunidad Ciego de Ávila debió luchar con más ahínco para ceñirse la corona, pues el elenco de Isla de la Juventud se erigió en un rival de respeto que nunca se dio por vencido y vendió cara su derrota, al lograr extender el play off final al séptimo partido, significó el laureado estratega.

Roger Machado atribuyó la victoria a la gran unidad reinante entre sus jugadores, quienes se entregaron al máximo en cada salida al terreno, y cada cual aportó su granito de arena para salir airosos en la disputa del título.

Tras pugnar su tercera Gran Final en las últimas cinco campañas, Machado dijo sentirse un mentor mucho más maduro, y aseguró que seguirá al frente de los nuevos monarcas del béisbol cubano durante la próxima temporada.

Destacó en especial el gran desempeño en la postemporada del diestro Yander Guevara, abridor del encuentro decisivo y principal carta de triunfo de los Tigres avileños en la postemporada.

Cargado en hombros por sus compañeros al término del desafío sabatino, Guevara aseguró sentirse seguro de la victoria desde su salida al terreno en un juego de mucha presión, aunque nunca se confió frente a ninguno de los bateadores de Isla de la Juventud.

Yander Guevara protagonizó una extraordinaria actuación en la postemporada al sumar tres victorias en cuatro presentaciones, además de trabajar para fabulosa efectividad de 1.61 carreras limpias por juego, mientras sus rivales le conectaron para anémico promedio ofensivo de 229.

Otro baluarte en el triunfo de los Tigres avileños en la Serie Nacional 54 llevó el nombre de Ariel Borrero, veterano inicialista que llegó desde Villa Clara para reforzar con creces la ofensiva de los nuevos campeones.

Luego de una modesta fase clasificatoria con los Naranjas villaclareños, Borrero mejoró paulatinamente en la segunda ronda, para alcanzar su máximo rendimiento en la etapa de play off, en la cual conectó para 392 con 20 imparables y 10 remolques.

Esa actuación colocó al experimentado jugador al frente de los máximos impulsadores en series de postemporada con 109 empujadas, así como también como el primero en el apartado de indiscutibles conectados con 203.

Ciego de Ávila es un equipo muy unido y existe gran confianza entre los jugadores y el colectivo de dirección, aseveró Ariel Borrero, quien recalcó sentirse todavía con fuerzas para continuar en el béisbol activo.

Los Tigres avileños recuperaron la corona del clásico doméstico luego de tres años, mientras Isla de la Juventud logró su mejor actuación histórica al mejorar el tercer escaño logrado en la campaña 1998-1999.