El prestigio de la Federación Cubana de béisbol ha estado perdido por años, la figura de Higinio Vélez se ha convertido en el hazme reír nacional y extra fronteras, mientras que la incapacidad de Víctor Mesa para entender que el béisbol desde la cueva no se ve igual que desde el terreno ya es legendaria. La pelota cubana, sin embargo, merece más de lo que tiene y quizás un pequeño cambio entre estos dos personajes, no sea tan mala idea después de todo.
La solución que propongo es simple:
Le damos a Víctor Mesa el cargo de presidente de la Federación Cubana de béisbol, mientras que retiramos a Higinio Vélez y así dejamos que viva el resto de sus días lejos del cargo que le ha ganado tanto desprestigio.
Y no es una locura de quien les escribe, razonemos juntos:
Víctor no ha logrado asimilar cómo se dirige un partido de béisbol por diversas razonas, mucho más poderosas inclusive que sus conocimientos del deporte, que son infinitos.
Sin embargo, Víctor es conocido por defender a sus atletas, por creer en el estímulo económico, por dar ideas innovadoras, por promulgar los contratos internacionales, por pensar en el hombre primero y el sistema después.
Víctor, con sus conexiones, con su energía y hasta su necesidad imperante de mejorar su imágen, dañada por todos sus descalabros como manager, bien pudiera ser el candidato ideal para llevar los hilos de la Federación Cubana, Federación que se ha olvidado de la esencia: los peloteros, el público y el espectáculo.
Higinio, por su parte, debería ser retirado (¿Oigo un Aleluya?) y terminar con su incapaz dirección del deporte, si es que alguna vez dirigió algo.
Higinio, de paso, sería muy factible que viviera la experiencia del retiro, para que sienta en carne propia el olvido al que han sido condenado la mayoría de los peloteros cubanos (estrellas o no) y para ver si desde esa posición se da cuenta del daño que le ha hecho a varias generaciones de beisbolistas, por no batallar una ley de retiro mejor diseñada que la sufrida por los peloteros en la isla.
La propuesta es simple, Víctor a gastar sus energías y a ‘guapear’ por los que lo merecen, mientras que a Higinio le decimos ‘Aburridos de verte’.
¿Quién sería el manager del equipo Cuba? Cualquiera, nadie lo va a hacer peor que Víctor.
¿Ustedes que opinan?
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu
La solución que propongo es simple:
Le damos a Víctor Mesa el cargo de presidente de la Federación Cubana de béisbol, mientras que retiramos a Higinio Vélez y así dejamos que viva el resto de sus días lejos del cargo que le ha ganado tanto desprestigio.
Y no es una locura de quien les escribe, razonemos juntos:
Víctor no ha logrado asimilar cómo se dirige un partido de béisbol por diversas razonas, mucho más poderosas inclusive que sus conocimientos del deporte, que son infinitos.
Sin embargo, Víctor es conocido por defender a sus atletas, por creer en el estímulo económico, por dar ideas innovadoras, por promulgar los contratos internacionales, por pensar en el hombre primero y el sistema después.
Víctor, con sus conexiones, con su energía y hasta su necesidad imperante de mejorar su imágen, dañada por todos sus descalabros como manager, bien pudiera ser el candidato ideal para llevar los hilos de la Federación Cubana, Federación que se ha olvidado de la esencia: los peloteros, el público y el espectáculo.
Higinio, por su parte, debería ser retirado (¿Oigo un Aleluya?) y terminar con su incapaz dirección del deporte, si es que alguna vez dirigió algo.
Higinio, de paso, sería muy factible que viviera la experiencia del retiro, para que sienta en carne propia el olvido al que han sido condenado la mayoría de los peloteros cubanos (estrellas o no) y para ver si desde esa posición se da cuenta del daño que le ha hecho a varias generaciones de beisbolistas, por no batallar una ley de retiro mejor diseñada que la sufrida por los peloteros en la isla.
La propuesta es simple, Víctor a gastar sus energías y a ‘guapear’ por los que lo merecen, mientras que a Higinio le decimos ‘Aburridos de verte’.
¿Quién sería el manager del equipo Cuba? Cualquiera, nadie lo va a hacer peor que Víctor.
¿Ustedes que opinan?
Sin más por ahora,
Daniel de Malas Andreu
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