Cincuenta peloteros cubanos han sido llamados en el último mes para integrar escuadras nacionales. Muchos jóvenes elementos de la recién finalizada lid Sub-23, sin experiencia internacional, y otros con un poco más de carretera, fueron considerados por los directivos de la disciplina.
Primero se convocó una preselección de 37 jugadores de cara a la Liga Canam y al tope bilateral contra Estados Unidos, y de ellos diez resultaron descartados. De esa decena, llamaron a nueve para unirse a otros 13 efectivos, que integran la nómina de 22 rumbo al torneo de Rotterdam, Holanda.
Llama mucho la atención que, entre tantos nombres, no haya aparecido el del inicialista santiaguero Lionard Kindelán, líder en jonrones (11) e impulsadas (45) en la ronda clasificatoria del Nacional Sub-23, y motor ofensivo de los campeones en la postemporada, con otros dos cuadrangulares, par de dobles y nueve impulsadas.
Además de esos galardones, fue el único jugador con un promedio superior a dos bases por jit (2.03) y el quinto que más veces (10) remolcó empate o ventaja —igualado con otros cuatro bateadores—; culminó cuarto en slugging (604), tercero en total de bases (81) y no cometió errores a la defensa en 155 lances.
Sin embargo, en la nómina de Holanda, la última que se conoció, figuran como inicialistas el agramontino Leonel Segura y el avileño Eliécer Griñán. Sobre el zurdo de los Toros no hay objeción, pues continuó en el Sub-23 y se encumbró de líder de los bateadores (438), en jits (63), dobles (17) y total de bases (89).
Por su parte, Griñán no brilló en 28 partidos del certamen de los bisoños, con average de 242 y siete extrabases, aunque su aceptable discriminación de pitcheos le ayudaron a exhibir un buen OBP de 415. No obstante, lo que le vale para incluirse en el elenco de Holanda es su premio de Novato del Año en la Serie 56, como aseguró a nuestro diario Jesús Barroso, jefe técnico del plantel.
«Griñán puede jugar en los jardines y tras quedarse fuera del equipo de la Canam lo tuvimos en cuenta ahora. Kindelán es un prospecto, sus números fueron excelentes y lo tendremos en la mira», sentenció el federativo.
De cualquier forma, la máxima del béisbol cubano en la actualidad debe ser sumar y no restar, sobre todo si hablamos de un joven de solo 20 años con poder natural, algo que escasea. Si bien Kindelán fue líder en ponches (37) en el Sub-23, necesita pulir sus deficiencias y la forma más inteligente de trabajar sobre esos problemas hubiera sido invitarlo a una preselección en la cual pudiera nutrirse de distintos entrenadores.
Sobre su exclusión, Kindelán dijo a Granma, vía telefónica, que le sorprendió, pero todavía tiene una carrera por delante. «Felicito a mis compañeros de Santiago y al resto de los muchachos del Sub-23 que han llamado, se lo ganaron y les dieron el premio. Yo no estoy contento, esperaba me tuvieran en cuenta, pero soy joven y no me voy a rendir.
«Tengo cosas por mejorar, la selección de lanzamientos y la postura en el home; además, necesito batear con más tranquilidad y no estar tan ansioso. Esos detalles me los han señalado mi padre y los entrenadores, y superarlos representa una motivación para mí», concluyó el hijo de Orestes Kindelán, mentor de las Avispas en el venidero clásico del patio.
Primero se convocó una preselección de 37 jugadores de cara a la Liga Canam y al tope bilateral contra Estados Unidos, y de ellos diez resultaron descartados. De esa decena, llamaron a nueve para unirse a otros 13 efectivos, que integran la nómina de 22 rumbo al torneo de Rotterdam, Holanda.
Llama mucho la atención que, entre tantos nombres, no haya aparecido el del inicialista santiaguero Lionard Kindelán, líder en jonrones (11) e impulsadas (45) en la ronda clasificatoria del Nacional Sub-23, y motor ofensivo de los campeones en la postemporada, con otros dos cuadrangulares, par de dobles y nueve impulsadas.
Además de esos galardones, fue el único jugador con un promedio superior a dos bases por jit (2.03) y el quinto que más veces (10) remolcó empate o ventaja —igualado con otros cuatro bateadores—; culminó cuarto en slugging (604), tercero en total de bases (81) y no cometió errores a la defensa en 155 lances.
Sin embargo, en la nómina de Holanda, la última que se conoció, figuran como inicialistas el agramontino Leonel Segura y el avileño Eliécer Griñán. Sobre el zurdo de los Toros no hay objeción, pues continuó en el Sub-23 y se encumbró de líder de los bateadores (438), en jits (63), dobles (17) y total de bases (89).
Por su parte, Griñán no brilló en 28 partidos del certamen de los bisoños, con average de 242 y siete extrabases, aunque su aceptable discriminación de pitcheos le ayudaron a exhibir un buen OBP de 415. No obstante, lo que le vale para incluirse en el elenco de Holanda es su premio de Novato del Año en la Serie 56, como aseguró a nuestro diario Jesús Barroso, jefe técnico del plantel.
«Griñán puede jugar en los jardines y tras quedarse fuera del equipo de la Canam lo tuvimos en cuenta ahora. Kindelán es un prospecto, sus números fueron excelentes y lo tendremos en la mira», sentenció el federativo.
De cualquier forma, la máxima del béisbol cubano en la actualidad debe ser sumar y no restar, sobre todo si hablamos de un joven de solo 20 años con poder natural, algo que escasea. Si bien Kindelán fue líder en ponches (37) en el Sub-23, necesita pulir sus deficiencias y la forma más inteligente de trabajar sobre esos problemas hubiera sido invitarlo a una preselección en la cual pudiera nutrirse de distintos entrenadores.
Sobre su exclusión, Kindelán dijo a Granma, vía telefónica, que le sorprendió, pero todavía tiene una carrera por delante. «Felicito a mis compañeros de Santiago y al resto de los muchachos del Sub-23 que han llamado, se lo ganaron y les dieron el premio. Yo no estoy contento, esperaba me tuvieran en cuenta, pero soy joven y no me voy a rendir.
«Tengo cosas por mejorar, la selección de lanzamientos y la postura en el home; además, necesito batear con más tranquilidad y no estar tan ansioso. Esos detalles me los han señalado mi padre y los entrenadores, y superarlos representa una motivación para mí», concluyó el hijo de Orestes Kindelán, mentor de las Avispas en el venidero clásico del patio.