La alarma ya se disparó entre los seguidores del monarca vigente de la pelota cubana.

Concluido el primer tercio de la serie 54Pinar del Río anda en el puesto 12 a pesar de comandar importantes acápites del pitcheo como promedio de carreras limpias (2.18), menos bases por bolas conferidas (32) y el WIP, suma de hits y bases otorgadas entre las entradas lanzadas (1.14).

Su staff lo lidera el novato de la temporada precedente, Vladimir Gutiérrez, cuyo promedio de 0.42 en carreras limpias permitidas es el mejor del campeonato.

Para especialistas y aficionados la causa hay que buscarla en la ofensiva, pues al cierre de 12 pleitos (tres suspendidos) computaba 29 carreras por 53 en similar lapso de la anterior campaña, aunque tenía celebrados 15 desafíos.

Entonces los Lobos vueltabajeros andaban décimos en impulsadas, (ahora son últimos), y como para ganar hay que pisar home, ahí está el punto débil de la armada que dirige Alfonso Urquiola.

Sin dudas el experimentado mentor pasa por un calvario. La casi totalidad de sus toleteros regulares ni por asomo ronda los .300 de promedio ofensivo.

De ellos David Castillo batea .143, William Saavedra .217, Lorenzo Quintana .207, el capitán Donald Duarte .171 y Reinier León .115.

Entre los que han jugado más de nueve partidos solo Reidel Álvarez supera los .300 (.303) en un certamen con promedio general de .272.

Claro está que esa realidad propicia que dejen pocos jugadores en base, pues es bajo el número de los llegados a primera y tampoco están bien los encargados de empujarles.

Igualmente tienen altos números cuando de doble play recibidos se refiere: 14 en una lid donde el que menos sufre es Artemisa con ocho.

A ello se añade que como Holguín y Granma, el rey defensor exhibe el más bajo promedio de bases por hit, con 1,22.

Sus corredores solo habían robado par de veces y apenas eran superados en negativo por los espirituanos, que estaban en blanco.

La preocupación está vinculada a la posibilidad de que no clasifiquen para la segunda ronda antes de exponer los colores patrios en la Serie del Caribe con asiento en Puerto Rico en febrero del 2015.

No sería la primera vez que un equipo campeón defraude, pero ello aún es impensable para una armada como la pinareña, de las más ganadoras en la pelota cubana, a la que sobran herramientas para dar un vuelco al panorama.

Se sabe que para la Serie del Caribe el equipo puede ser reforzado, mas a inicios de la contienda Urquiola, quien también ha conducido a la élite de Cuba, dijo que irían los que mejores estuvieran. Habría que ver entonces cuáles serían sus elegidos.

Por ahora el show se lo roba Ciego de Ávila, elenco que con pocas nueces ha hecho ruido suficiente como para que los amantes del arte de las bolas y los strikes le sigan a diario.

Hay quienes incluso ven a la escuadra de Roger Machado en condiciones de repetir el cetro de la edición 51.

Para ello todavía queda mucho camino, pues incluirse entre los ocho de la segunda ronda es una cosa y otra una vez se refuercen los equipos.

El propio Pinar del Río es ejemplo de ello, pues mucho le deben a sus “importados” el título que aún ostentan.

Por lo pronto se espera un despertar de los pativerdes, monarcas en una decena de series, también con el nombre de Vegueros.

En más de una ocasión su actual mentor ha dicho «…a mi hay que ganarme con el último out. Yo no me rindo», así que sobran motivos para esperar.