El debut este viernes de José Miguel Fernández en MLB demostró dos cosas: 1-El talento nunca se puede frenar y 2-Seguirán llegando cubanos a las Grandes Ligas.

El matancero logró el sueño en condiciones desventajosas. Una fuga fallida, dos años de inactividad y un contrato (200,000 dólares) que era impensado por sus representantes. Sin embargo, se recuperó de la adversidad y coronó el deseo de llegar a la mejor liga de béisbol del mundo con 30 años y pegando un imparable en su segundo lanzamiento.

Fernández no será el único. Del número 203 de cubanos en MLB, él sólo es el inicio de una gran oleada que se apresta a brincar los muros imposibles. En esta ocasión aprovechamos para ver algunos jugadores que se hallan cerca de la Gran Carpa en 2018:

-Andy Ibañez (Texas Rangers, .321 AVE/ 5HR en Triple-A). El infielder de 25 años explotó finalmente con toda la calidad que posee después de un 2017 intermitente. Lo mejor para el pinero es la organización a la que pertenece: una que se halla casi a la deriva entre no reconstruir y proseguir a la fuerza por seguir siendo contendiente.

El llamado de Ibañez es sólo cuestión de tiempo, vista la pobre producción de infielders como Odor y Kiner-Falefa. Es sangre joven, bate fresco lleno de extrabases y fildeador con basamentos por encima del promedio. Si no es en septiembre será antes, Ibañez ya parece haber superado en nivel Triple-A con sus dos primeros dos meses del 2018 y promedio de .321 más su bajo índice de ponches (31 en 54 partidos).

-Rogelio Armenteros (Houston Astros, 4-0, 3.63 ERA Triple-A). Armenteros no está en Grandes Ligas actualmente porque los campeones mundiales buscaron refuerzo en la rotación (Gerrit Cole) y bullpen (Héctor Rondón/Joe Smith) y eso bloqueó su promoción. El derecho de 23 años ya no hace nada probándose en Fresno, sucursal de Triple-A. Cuatro victorias sin reveses, bateo oponente de .255 y 51 ponches en 52 innings son las credencia para -al menos- recibir el call-up en septiembre.

La suya será una historia de superación personal y automotivación después de ser firmado por un bono de apenas 40,000 dólares que hacía pensar que el habanero sería más un relleno de ligas menores que un futuro abridor en Grandes Ligas con arsenal y repertorio de cinco lanzamientos.

-Yadiel Hernández (Washington Nationals, .267 AVE/3 HR Triple-A). Aunque el panorama de Hernández se mostraba esperanzador, algo me dice que los Nacionales le pondrán difícil su ascenso a Grandes Ligas. Primeramente, no es del agrado por su reporte de discreto fildeador, además de que no es un corredor que saque provecho o ventaja de ello. Pero, Washington ha otorgado oportunidades en el pasado (Moisés Sierra, Alejandro de Aza), entonces: ¿por qué no para Yadiel?

El matancero quebró a los lanzadores en Doble-A, con .315 AVE y 7 HR en sólo un mes de 2018. Una cosa sí es cierta, si el notable bateador quiere llegar a MLB tendrá que producir con asiduidad en Syracuse. Una racha como la actual de 16-0 es lo último que necesita.

-Héctor Mendoza (Cardenales de San Luis, 0-1, 8.68 ERA Triple-A). Mendoza arrancó devorando la Doble-A, pero una salida desacertada retrasó su progreso en Triple-A. Cuenta con el viento a su favor, el bullpen de Cardenales no se sostiene por sí mismo y el pinero de 24 años será necesitado en septiembre.

-Luis Robert Moirán (Chicago White Sox, .304, 4 RBI Clase-A avanzada). El avileño podría estar dentro de los llamados en septiembre para que se aclimate a la zona MLB. No obstante, los Medias Blancas no están apresurando a sus talentos en las granjas por lo que este ascenso no es garantizado.

-Cionel Pérez (Houston Astros, 4-1, 1.99 ERA Doble-A). No me apresuraría tanto con Cionel, un lanzador del futuro casi inmediato para Houston, pero los hechos demuestran que cualquiera recibe un llamado en septiembre, y Pérez ha burlado a los rivales de Doble-A con .211 de promedio oponente y 56 ponches en 46 entradas.

Otros que podrán debutar en 2018: Yordan Álvarez, Randy Arozarena, Yusniel Díaz, Yoan López.