Varios peloteros jóvenes se han destacado durante la 58 Serie Nacional de Béisbol. Algunos solo pudieron jugar la primera mitad, pero apoyaron sobremanera a sus selecciones, como el caso del lanzador mayabequense Alyanser Álvarez, líder en salvados con 10.

Pero si de peloteros noveles se habla hay que mencionar a César Prieto. El jugador de cuadro de Cienfuegos brilló con su equipo y Eduardo Paret le llamó para cubrir el campo corto de Villa Clara. Una apuesta arriesgada que ha rendido buenos frutos.

El hombre proa de los anaranjados se ha convertido en una de las sensaciones ofensivas de la justa. Muestra habilidades en el cajón de bateo y ha convertido el toque de bola en una de sus acciones preferidas. Por momentos hace recordar a ilustres como Wilfredo Sánchez y Luis Ulacia.

Si finalmente se le valora como novato (tuvo pocas comparecencias en la 57 SNB) establecerá un nuevo récord de indiscutibles para jugadores con esa distinción, pues ya superó los 114 de Kendry Morales en su debut en 2002. Esta actuación debe abrirle las puertas de la preselección nacional.

Otro pelotero con muy poca actuación en la pasada campaña, y que ha mostrado destellos de calidad, es Alfredo Fadraga. El receptor avileño compartió con César en el Mundial Juvenil del 2017 y figura entre los mayores jonroneros de su equipo.

Además le ha tocado suplir a la defensa al lesionado Osvaldo Vázquez, lo que demuestra la confianza otorgada por Roger Machado. Fadraga es una perla indudable del béisbol cubano.

DESDE LA LOMITA

Dos lanzadores de corta edad, aunque no son novatos, han mostrado excelente dominio desde el montículo.

Yadián Martínez experimenta un gran salto, luego de dos temporadas iniciales en que logró balance de 7-7, pobre efectividad de 5.17 y astronómico bateo oponente de 319.

Ahora, el derecho de Quivicán encabeza la rotación de los Huracanes de Mayabeque y fue pieza clave en la clasificación del equipo a los play off de comodines.

Como refuerzo tunero ha cumplido con creces, con sólidas actuaciones que le hacen líder en efectividad del torneo. Se trata de otro talento con un progreso asombroso de una temporada a la otra. Será fundamental en las aspiraciones de los Leñadores para conseguir el anhelado título.

Yariel Rodríguez Yordi también se ha establecido entre los mejores tiradores de Cuba. De hecho integró el equipo asistente a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.

Con Camagüey, en la primera etapa, solo pudo ganar tres juegos, pero apenas le batearon para 239 y propinó 55 ponches en 69,2 innings de labor. Sancti Spíritus lo eligió en primera ronda y no ha hecho quedar mal al DT José Raúl Delgado.

El gallero de San Serapio manda en ponches y su actuación será definitoria para los Gallos de cara a la disputa de medallas, junto a las de Yoen Socarrás y Alberto Bicet.

DECEPCIONES

En esta contienda se esperaba mucho más de algunos atletas jóvenes como el tunero Ángel Sánchez, novato en la serie pasada.

El zurdo tunero sufre el llamado “síndrome del segundo año” y solo ha podido aportar una victoria. Su descontrol ha sido manifiesto, con más de siete bases por bolas cada nueve entradas. Pablo Civil no ha podido darle la confianza del campeonato anterior.

Otro con guarismos para el olvido es Yosimar Cousín. Sus números con Camagüey fueron horribles: balance de 1-7, efectividad de 7.75 y bateo rival de 339.

Pese a ello fue solicitado como refuerzo por Holguín y tampoco ha podido redimirse con los Cachorros. Hablamos del máximo perdedor en la contienda.