Por Hernán Bosch.

Muchas y muy diversas han sido las estructuras de las 51 ediciones de las series nacionales de béisbol disputadas en Cuba a partir de 1962.

Baste decir que, en cuanto a la cantidad de equipos participantes, fueron sólo cuatro en los primeros cuatro campeonatos, luego seis en dos, 12 conjuntos en los cinco siguientes, 14 en otros cinco, 18 durante 15 temporadas, 16 equipos en 19 campañas y en la que ahora finaliza ya son 17.

El total de juegos para cada equipo también ha variado numerosas veces, desde 27 en el torneo inaugural hasta 96 en la actual serie número 51, ya próxima a su final.

Como si eso resultara poco, casi innumerable han sido, también, los nombres de los muchos equipos que han tomado parte en el mayor pasatiempo nacional de los cubanos, con la excepción de Industriales, el principal equipo de la capital del país, que ha participado con ese nombre desde el segundo campeonato (1962-63) hasta la fecha.

Podrá usted, amigo lector, imaginar los dolores de cabeza que estas veleidades representan para los responsabilizados con el trabajo de compilar los “numeritos” y los récords en ese maremágnum de formas competitivas, para los periodistas que los usamos en nuestra labor, y, en general, para la gran cantidad de aficionados que gustan de seguir las estadísticas.

La estructura de 16 equipos y 90 juegos para cada uno de ellos, comenzó a aplicarse desde la serie número 37, efectuada durante los años 1997-98.

Las mencionadas selecciones han representado a cada una de las 14 provincias con que contaba el país en aquella época y al municipio especial Isla de la Juventud, con la excepción de la capital, que siempre ha presentado dos equipos, pero uno solo con reales aspiraciones al título (Industriales), pues Metropolitanos ha servido como una “sucursal” para desarrollar peloteros, los mejores de los cuales pasan luego a las filas de su hermano mayor.

Resulta significativo que en las 14 series (de la 37 a la 50) concluidas con esa estructura, sólo cinco de los 16 equipos lograron ganar el título nacional: Santiago de Cuba, en seis ocasiones, Industriales (4), Pinar del Río (2), y Holguín y la provincia de La Habana, en una oportunidad per cápita.

Clasificadas ya para la etapa final o “play off” las selecciones en la actual serie número 51, ahora con 17 equipos y 96 juegos por la inclusión de conjuntos de las nuevas provincias de Artemisa y Mayabeque, llama la atención el hecho de que existe la posibilidad real de que triunfe algún equipo “primerizo” y un mentor debutante.

Ello se debe a que siete de los ocho clasificados (Matanzas, Cienfuegos y Sancti Spíritus por occidente, y Villa Clara, Las Tunas, Ciego de Ávila y Granma, por el oriente) no han saboreado el néctar del campeonato en ninguna de las ediciones de la actual estructura.

Es justo reconocer que en etapas anteriores, equipos representativos de Matanzas (Henequeneros y Citricultores), se titularon en cinco oportunidades, mientras Villa Clara logró hacerlo en cuatro ocasiones y Sancti Spíritus en una, pero en todos los casos en torneos anteriores a 1997, cuando se implantó el sistema de 90 juegos y 16 conjuntos.

También es quizás mayor que nunca el número de mentores debutantes con posibilidades de llevarse el título nacional, pues el capitalino Lázaro Vargas, el espirituano Ruperto Zamora, el villaclareño Ramón Moré, el tunero Juan Miguel Gordo y el granmense Indalecio Alejandrez, tienen sobre sus hombros, por primera vez, la dirección de un equipo en series nacionales.

En el caso de Villa Clara, bien podría darse el doble alegrón de que triunfaran un equipo y un mentor “primerizos” en este tipo de calendario, lo que también pudiera suceder de ganar Sancti Spíritus, Granma o Las Tunas, aunque estos últimos conjuntos no aparecen entre los favoritos para titularse.

Aunque no se descarta totalmente a ninguna selección, la mayoría de los especialistas de la prensa nacional y muchos aficionados han opinado que Villa Clara e Industriales, por su excelente historial y tradicional fortaleza, son, junto al poderoso Cienfuegos, los principales favoritos para llevarse este año el campeonato.

Sin embargo, la mejoría y estabilidad mostrada en su juego por “eléctricos” que nadie pronosticó entre los más seguros candidatos para llegar a los “play off”, como Matanzas y Las Tunas, determinó que estos conjuntos se mantuvieran a lo largo de toda la etapa clasificatoria en puestos cimeros en sus respectivas zonas, al superar a varios de los favoritos y demostrar con creces que son capaces de enfrentarse “de tú a tú” con cualquiera.

Baste decir que entre los 17 equipos, los matanceros fueron segundos en fildeo (980), terceros en bateo (300) y cuartos en promedio de carreras limpias permitidas (3,70), mientras los tuneros ocuparon el primer lugar en bateo (304) y fueron asombrosamente sextos en el pitcheo (3,97), su tradicional “talón de Aquiles”, mientras su defensa, que no fue buena en la anterior edición, estuvo está vez sólo un punto por debajo de la media en la serie, al registrar 973.

Es recomendable, por tanto, ser moderados en los pronósticos, porque en un deporte tan veleidoso como el béisbol, cualquier cosa puede suceder. Recuérdese, por ejemplo, la gran sorpresa que causaron los equipos representativos de Sancti Spíritus, Holguín y La Habana, en los años en que, sin ser favoritos, se llevaron “el gato al agua” en una oportunidad en nuestros campeonatos nacionales.