Ya se conoce cómo será la estructura aplicada en la venidera Serie Nacional de Béisbol, que más allá de nueva, lo que propone son pocos cambios.

Cuando digo pocos, es porque esperaba más, pero no puedo decir que sean intrascendentes. Vayamos al detalle.

En primer lugar, me parece que lo más adecuado es adelantar la fecha de inicio, para que el campeón se corone en enero, y llegue en buena forma a la Serie del Caribe. Los nuestros eran los únicos que llegaban a la cita caribeña con un plantel desfasado en forma, al concursar en la lid meses después de haber levantado el trofeo más ansiado del deporte cubano.

Lo que no me convence es que sea necesario empezar desde agosto para llevar adelante un calendario de 90 juegos, en un deporte en el cual se juega casi todos los días. Las paradas que tanto han trastocado los calendarios en los últimos años se mantienen ahora, aunque espero que sean más cortas.

Tampoco debe sumarse ninguna más, ni aunque exista un torneo importante por el camino, pues en ese caso los equipos más afectados debían posponer sus encuentros y el resto seguir jugando de manera normal para poder terminar en tiempo. Ni hablar de parar porque nos visite el equipo universitario de Tonga, ni nada por el estilo.

Desgraciadamente, este año la Serie arrancará en medio de los Juegos Olímpicos, que tradicionalmente disfrutamos durante casi todo el día en trasmisiones televisivas, por lo que la pelota perderá muchos seguidores, al menos hasta el 21 de agosto, aunque se pongan a la vez por dos canales distintos.

El otro cambio notable es el de reducir de ocho a seis los clasificados a la siguiente ronda. Ha sido más de uno el octavo lugar que ha terminado en la final, por lo que no veo tampoco demasiado sentido a reducir los convocados para la segunda fase. Se desaprovecha así lo que se pudo ahorrar en tiempo, porque ahora con esos play offs del quinto al octavo se irá por lo menos otra semana, sin contar con que al empezar en agosto deben ser unos cuantos desafíos los afectados por lluvia.

Eso es lo más novedoso de la “nueva” estructura, pero realmente lo que me preocupa es que se habla de transitorio; entonces el próximo año podríamos tener otro modelo. Son los problemas de estar a la deriva, de esperar por lo que suceda alrededor en vez de tomar una decisión de una vez para estabilizar un formato de competencia. ¿Algún día lo lograremos?