Fred Claire puede vislumbrar un día en que los clubes de las Grandes Ligas inauguren academias para prospectos en Cuba.

"Sería algo absolutamente natural, como ocurre en República Dominicana y Venezuela. Uno va a donde está el talento", comentó el miércoles el ex gerente general de los Dodgers de Los Ángeles. "El talento de alto nivel sigue presente en los peloteros cubanos".

Ese talento ha enfrentado obstáculos para llegar a Estados Unidos desde 1961, cuando Washington puso fin a las relaciones diplomáticas con Cuba. El presidente Barack Obama dijo el miércoles que los dos países restablecerán esas relaciones.

Para llegar a las mayores, los peloteros cubanos tenían que recurrir con frecuencia a contrabandistas que los trasladaban desde la isla. Es difícil predecir con exactitud cómo cambiará esa situación en el corto plazo o si se permitirá que los clubes de las Grandes Ligas inviertan recursos en el país comunista.

"Aunque no hay suficientes detalles para hacer una evaluación realista, seguiremos dando seguimiento a este tema significativo, y mantendremos informados a nuestros clubes si este rumbo distinto impacta la forma en que realizan negocios en asuntos relacionados con Cuba", informó en un comunicado la oficina de las Grandes Ligas (MLB).

Veinticinco peloteros nacidos en Cuba aparecieron en las mayores este año, un grupo que incluye a los jardineros Yasiel Puig y Yoenis Céspedes, así como al relevista Aroldis Chapman, famoso por su veloz recta. Ha habido 59 desde 1995, de acuerdo con la firma STATS.

Muchos han recibido jugosos contratos, entre los que destaca uno por siete años y 72,5 millones de dólares suscrito en agosto entre el jardinero Rusney Castillo y los Medias Rojas de Boston. José Abreu, primera base de los Medias Blancas de Chicago, fue elegido Novato del Año en la Liga Americana esta campaña, luego de firmar un convenio por seis años y 68 millones de dólares.

Yasmany Tomás, un jardinero que podría mudarse a la antesala, pactó por seis años y 68,5 millones con los Diamondbacks de Arizona este mes.

Debido al embargo comercial impuesto por Estados Unidos, un pelotero que deserta de Cuba tiene que obtener una licencia del Departamento de la Tesorería, mediante la Oficina de Control de Activos Extranjeros, para "desbloquearlo", antes de que pueda firmar con una organización de MLB. El anuncio de Obama no significa el levantamiento del embargo, que requeriría la intervención del Congreso.

"Conservamos la esperanza de que el anuncio de hoy lleve a hechos positivos", informó el sindicato de peloteros de las Grandes Ligas mediante un comunicado.

El gobierno cubano ha aprobado una política que permite a los deportistas contratarse en ligas extranjeras y pagar impuestos por sus ganancias. Pero el embargo impide que los clubes estadounidenses empleen a residentes cubanos.

Alfredo Despaigne, un reconocido jardinero, llegó este año a un acuerdo para jugar con los Chiba Lotte Marines, en la Liga del Pacífico de Japón.

Peloteros cubanos que han desertado establecieron su residencia en Estados Unidos a fin de ser agentes libres y no someterse a las reglas del "draft" amateur de MLB. Pero las riquezas en el mercado de agentes libres se extinguirían en 2017, cuando MLB espera crear un "draft" internacional.

Bajo los términos del contrato colectivo de las Grandes Ligas con el sindicato, que sigue vigente hasta diciembre de 2016, los cubanos y otros peloteros que residen fuera de Estados Unidos, Canadá o Puerto Rico, quedarán incluidos en un grupo internacional para fichaje en las mayores, a menos que tengan más de 23 años y hayan jugado como profesionales durante un mínimo de cinco campañas.

Los equipos son sancionados por exceder un límite en los reclutamientos del grupo internacional. Los Yanquis de Nueva York, Boston y Tampa Bay han renunciado a sus derechos para dar a cualquier jugador internacional más de 300.000 dólares en los próximos dos años, a partir del 2 de julio.

Las Grandes Ligas y el sindicato instituyeron reglas similares en 2012, para peloteros cubiertos por el "draft" amateur cada junio. Pero los desertores cubanos siguen exentos de esos límites por ahora.

"Francamente, muchos peloteros estadounidenses tienen un estándar menor de lo que se ofrece a jugadores internacionales", señaló el agente Scott Boras, quien ha criticado las restricciones a los contratos con deportistas colegiales en Estados Unidos. "De verdad tenemos que revisar lo que estamos haciendo con nuestro 'draft' y con nuestros jugadores internacionales para decir qué hacemos con los cubanos. Tal vez esto genere una discusión más amplia para reestructurar todo el sistema".