El líder de carreras impulsadas en la Liga Nacional posee un puesto por derecho propio en el Juego de las Estrellas. Marcell Ozuna no sabe si llegara a julio al frente de ese importante departamento, pero no tiene reservas en reconocer su deseo de regresar al Clásico de Mediados de Verano.

Al dominicano le cupo la suerte de estar en el grupo de titulares que salieron a defender los colores del viejo circuito en el 2016, aunque el verdadero dueño de ese puesto era el cubano Yoénis Céspedes, quien se lesionó a última hora.

"Inolvidables fueron esos días, porque me los gocé con mi familia'', apuntó Ozuna. "No voy a mentir. Me encantaría vivir de nuevo esa experiencia y compartir con los mejores y entre los mejores''.

La competencia puede ser dura nuevamente, porque Céspedes patrulla la misma pradera que Ozuna: el jardín izquierdo, y si el dominicano va delante en el casillero de las remolcadas (16), el cubano lidera el departamento de jonrones (6).

Hasta el momento, Céspedes ha sido una sensación con los Mets, donde ha encontrado un hogar que realmente le cuadra, mientras que Ozuna -después de un controversial viaje a las Menores en el 2015- ha comenzado a florecer con los peces.

El cubano lleva la delantera, pero los Marlins considera que su pelotero pudiera alcanzar ese estatus y convertirse en una de las estacas más temidas en todas las Grandes Ligas, como ahora sucede con "La Potencia''.

Ciertamente, Céspedes es el pelotero que paga la entrada con su talento y carisma, pero un segundo viaje al Juego de las Estrellas cimentaría la condición de Ozuna como luminaria en ascenso y consolidación.

"Ozuna tiene todo el arsenal para ser un bateador más completo de lo que es ahora'', apreció el manager Don Mattingly. "Poco a poco vamos viendo al pelotero que teníamos en mente, no solo ofensiva sino defensivamente''.

Algo que ha traído enormes beneficios al dominicano fue el trabajo constante en el invierno, al punto que durante varias semanas estuvo practicando en la academia de su compatriota Robinson Canó en San Pedro de Macorís al lado de muchos estelares de Grandes Ligas, de los mejores entre los mejores.

Ozuna podía echar su vista a un lado y encontrarse a Edwin Encarnación y voltearla al otro para saludar a Yasiel Puig, además de compartir con figuras de la talla de José Encarnación, Leonys Martín, Carlos Santana, Wellington Castillo…

"Entrenábamos con muchas energías, nos ayudábamos los unos a los otros'', explicó Ozuna, quien en la Liga de la Toronja suma cuatro jonrones y nueve impulsadas. "Fue muy bueno estar al lado de tantos profesionales que ponen mucho cuidado en extender sus carreras de manera consciente''.

¿Le ayudará ese invierno y los números de abril a volver a la cita estelar, esta vez en Miami?

"Esa es una de mis metas, no solo desde el punto de visto personal sino para el equipo y honrar la memoria de José Fernández'', recalcó Ozuna en relación con el fallecido lanzador que era su mejor amigo dentro del club. "Ser considerado una estrella es un mérito tremendo''.