Seria injusto recordar a Norberto González solo por aquella curva fatídica que el holandés Andrelton Simmons golpeó hacia lo profundo del jardín izquierdo en el Tokio Dome de Japón. Muy cerca estaba Cuba de concretar su pase a semifinales del Tercer Clásico Mundial, pero el vuelacercas del torpedero tulipán enterró cualquier sueño.

Entonces el zurdo cienfueguero quedó señalado, y lo cierto es que no tuvo chance de redimirse frente a la afición nacional, pues al regreso del magno evento una lesión cervical lo alejó de los terrenos, al punto de que los médicos emitieron un certificado limitando su trabajo por completo.

“Tengo dos hernias cervicales y por las dolencias prácticamente quedé sin opciones de lanzar. Así estuve durante bastante tiempo, hasta que el neurocirujano William Djon, del hospital Calixto García en La Habana, valoró mi caso y me puso un tratamiento especial. Puedo decir que gracias a él regresé a los terrenos”, confesó Norberto.

Después del largo proceso de recuperación, que lo marginó de casi toda la temporada cubana, el zurdo ha tenido la oportunidad de reverdecer laureles gracias a sendos contratos en México e Italia, los cuales conocían las autoridades nacionales, aunque es válido señalar que no se encontraba amparado por la política de contrataciones del deporte cubano.

“Todo se gestó por relaciones personales que tengo después de tantos años en el béisbol. Fue un proceso muy rápido, una oportunidad, y por eso no tenía la representación de Cuba, algo que es muy importante y ya se ha solucionado de cara al futuro”, aclaró el serpentinero.

¿Por qué te planteas el regreso a la Serie Nacional?

Mi petición de lanzar otra vez en Cuba está dada precisamente porque me siento muy bien, estuve trabajando hasta los días finales de agosto en la Liga Italiana con notables resultados en el equipo Neptuno 2, para el cual gané siete juegos. Si estoy en buenas condiciones creo que puedo ayudar a Cienfuegos, a una nueva generación de muchachos que tiene mucho ímpetu, y mi entrada puede motivarlos aun más.

Sin embargo, en primera instancia recibiste una negativa de las autoridades cubanas…

Sí, y el tema principal estaba enfocado en que no había jugado la Serie Provincial, detalle establecido en el reglamento de la competencia, con el cual estoy de acuerdo, porque en todos los lugares deben existir reglas y cumplirlas. Mi intención nunca fue crear polémica, por eso acepté la decisión, aunque no estaba complacido, tenía esperanzas de regresar.

Yo solo quería jugar y me reuní con el Doctor Antonio Becali, presidente del INDER, y Heriberto Suárez, comisionado nacional de béisbol, quienes le dieron solución al asunto y me permitieron incorporarme a Cienfuegos.

Retornas con las pilas cargadas…

He tenido una magnifica experiencia en México e Italia, es un béisbol muy organizado, y particularmente en Europa hay un gran nivel. Juegan muchos venezolanos, dominicanos, quienes elevan la calidad. En sentido general, en los dos países hay varios peloteros de Grandes Ligas que buscan corregir deficiencias y mejorar sus números para regresar a la máxima categoría.

De esta forma las torneos se fortalecen, y ojala se pueda abrir el camino para otros cubanos que jueguen en la Serie Nacional, creo que pueden llegar y poner el nombre de nuestro país bien alto.

Ahora que estás de vuelta, ¿piensas en el equipo Cuba?

Estoy listo para ayudar 100% a Cienfuegos, mejor que en mis últimos años, tengo esa tranquilidad. Me encuentro a buen nivel y forma deportiva, solo falta poner el rendimiento, ya lo verán. Los encargados de decidir si puedo estar o no en el equipo Cuba son los que dirigen la Comisión Nacional, ellos dirán la última palabra.

¿Los Elefantes?

Me oyen bastante en el equipo, están motivados con mi regreso. En mi primera salida no estuve del todo bien, pero todos me apoyaron, produjeron contra Industriales y pusieron su parte para lograr la victoria, que al final es lo que más necesita el conjunto.