La vida no da tantas vueltas, no: la vida te zarandea, lava, exprime, seca, sacude, plancha y tiende de cabeza por una pierna… Y solo después de tanto ajetreo anuncia lo hasta entonces imposible: llegó hora de empacar maletas, ya es un hecho la mudanza para Industriales.
Diversas opiniones despierta la presencia de dos Elefantes, los lanzadores Noelvis Entenza y Leorisbel Sánchez, como refuerzos de la manada de Leones de la capital en la segunda mitad de la 53 Serie Nacional de Béisbol. Detractores, conformes y partidarios animan la polémica desde sus palcos, mientras la realidad impone sus respuestas sobre el terreno.
Y es que ganarle a los Azules, o jugar con ellos, figura en la lista de aspiraciones de la inmensa mayoría de los peloteros de la Isla. La referencia es obligatoria pues, ya por historia, resultados o propaganda mediática, hablar de Industriales en Cuba es como mencionar a los Yankees de Nueva York en Las Mayores.
“Al llamarte reconocen tu trabajo y el de los entrenadores, por eso sentí una alegría grandísima cuando escuché mi nombre, explicaba Entenza. Tuve una buena campaña, esperaba integrar alguna novena; pero entrar a Industriales representa algo más: es el equipo insigne, me gusta su forma de jugar, le saben al béisbol, son muy unidos…. Es un sueño hecho realidad.
“Iré a dar el ciento por ciento, a trabajar como si estuviera en Cienfuegos, señala el palmireño. Desafortunadamente, los Elefantes no pudieron pasar a la siguiente etapa y ahora mi equipo es Industriales; me toca defender el conjunto donde esté.
“Me llevo bien con los todos atletas de la capital y desde ya pasé a formar parte de ellos. Debo continuar en las funciones de abridor, por tanto mi tarea consiste en caminar el juego, conseguir la victoria y ayudar a mantener el primer lugar en la tabla de posiciones. Y como ya existe un 90 entre los Azules, usaré el 33 en honor a otro de mis ídolos: Iday Abreu”.
“También esperaba ser elegido por alguien, cometa Leorisbel. Yo estaba en la nómina de los 40 y me quedé esperando hasta el último momento, para ver con quien me iba. Vargas siempre ha querido llevarme con ellos para La Habana, por eso sabía que después de Entenza y otro abridor, me iba a pedir. Además, lo había dicho cuando vino a la subserie aquí en el ’5 de Septiembre’.
“Para mí es lo más grande de la vida y trataré de hacerlo bien, asegura. Siempre pensé irme solo pero tengo la suerte de seguir con Noelvis; él será mi guía allá: juntos pa´rriba y pa´bajo.
“Estoy orgulloso de vestirme de azul y se lo agradezco a mis profesores Iday Abreu y Adeivis Manso porque siempre me enseñaron a hacer las cosas bien cuando salga al terreno”.
Y por esas insospechadas vueltas de la vida ya tenemos un lugar, como locales, en las gradas del estadio Latinoamericano. Amén de los criterios al respecto, cuanto quede por escribir de los cienfuegueros en los que reste de temporada se hará exclusivamente con tinta azul.
Diversas opiniones despierta la presencia de dos Elefantes, los lanzadores Noelvis Entenza y Leorisbel Sánchez, como refuerzos de la manada de Leones de la capital en la segunda mitad de la 53 Serie Nacional de Béisbol. Detractores, conformes y partidarios animan la polémica desde sus palcos, mientras la realidad impone sus respuestas sobre el terreno.
Y es que ganarle a los Azules, o jugar con ellos, figura en la lista de aspiraciones de la inmensa mayoría de los peloteros de la Isla. La referencia es obligatoria pues, ya por historia, resultados o propaganda mediática, hablar de Industriales en Cuba es como mencionar a los Yankees de Nueva York en Las Mayores.
“Al llamarte reconocen tu trabajo y el de los entrenadores, por eso sentí una alegría grandísima cuando escuché mi nombre, explicaba Entenza. Tuve una buena campaña, esperaba integrar alguna novena; pero entrar a Industriales representa algo más: es el equipo insigne, me gusta su forma de jugar, le saben al béisbol, son muy unidos…. Es un sueño hecho realidad.
“Iré a dar el ciento por ciento, a trabajar como si estuviera en Cienfuegos, señala el palmireño. Desafortunadamente, los Elefantes no pudieron pasar a la siguiente etapa y ahora mi equipo es Industriales; me toca defender el conjunto donde esté.
“Me llevo bien con los todos atletas de la capital y desde ya pasé a formar parte de ellos. Debo continuar en las funciones de abridor, por tanto mi tarea consiste en caminar el juego, conseguir la victoria y ayudar a mantener el primer lugar en la tabla de posiciones. Y como ya existe un 90 entre los Azules, usaré el 33 en honor a otro de mis ídolos: Iday Abreu”.
“También esperaba ser elegido por alguien, cometa Leorisbel. Yo estaba en la nómina de los 40 y me quedé esperando hasta el último momento, para ver con quien me iba. Vargas siempre ha querido llevarme con ellos para La Habana, por eso sabía que después de Entenza y otro abridor, me iba a pedir. Además, lo había dicho cuando vino a la subserie aquí en el ’5 de Septiembre’.
“Para mí es lo más grande de la vida y trataré de hacerlo bien, asegura. Siempre pensé irme solo pero tengo la suerte de seguir con Noelvis; él será mi guía allá: juntos pa´rriba y pa´bajo.
“Estoy orgulloso de vestirme de azul y se lo agradezco a mis profesores Iday Abreu y Adeivis Manso porque siempre me enseñaron a hacer las cosas bien cuando salga al terreno”.
Y por esas insospechadas vueltas de la vida ya tenemos un lugar, como locales, en las gradas del estadio Latinoamericano. Amén de los criterios al respecto, cuanto quede por escribir de los cienfuegueros en los que reste de temporada se hará exclusivamente con tinta azul.