Con todo el ruido que han causado los batazos de José Dariel Abreu, el sólido inicio de Alexander Guerrero, las soberbias demostraciones (una, y otra, y otra vez) de Aroldis Chapman, el buen inicio de Jorge Soler, muchos de los que siguen el accionar de todos los peloteros cubanos parecen de repente olvidar a uno que luego de tener una campaña de ensueño fue víctima de una de las lesiones más increíbles de la historia, y poco a poco ha intentado re-escalar al status que tuvo en aquel entonces: Kendrys Morales.
El ambidiestro capitalino fue sin dudas sensación en la temporada de 2009, cuando compiló para .306, con 173 hits (de ellos 79 extrabases), 43 dobles, dos triples y 34 jonrones, además de 86 carreras anotadas, 108 empujadas, un OBP de .355, slugging de .569 para un elevadísimo OPS de .924. Pero a principios de la temporada siguiente, cuando sus números daban tal vez muestra de un año que lo convertiría en uno de los más temidos bateadores de la Major League Baseball, Kendrys sufrió un golpe que definiría y cambiaría su carrera para siempre.
Con 50 partidos jugados (exactamente en el juego 51 de la campaña), en los que exhibía un decente promedio de casi .290, Kendrys compareció en el décimo inning con la casa llena y el partido empatado a una carrera contra los Seattle Mariners y su relevista Brandon League. Lo que sucedió en ese momento, marcaría por siempre su vida: al primer lanzamiento de League, el recordista en jonrones para un novato en Series Nacionales envió la pelota a lo profundo del jardín central para dejar al campo a los Marineros en el Angel Stadium of Anaheim. En el plato, donde lo esperaban sus compañeros, Morales saltó con la intención de aterrizar espectacularmente con la carrera, pero cayó mal y la maniobra resultó en una fractura en la parte baja de su pierna, con repercusiones en su tobillo, que lo dejaron fuera por el resto de la temporada 2010 y toda la temporada 2011.
Muchos avizoraron el fin de la carrera deportiva de Kendrys Morales, toda vez que su futuro no se veía nada promisorio como defensor del primer cojín. Las cosas en los Angelinos se le complicaron más aún en 2012, con la llegada al equipo de Albert Pujols, lo cual haría de la primera base (con Pujols, Kendrys y Mark Trumbo) un lugar bastante concurrido en el equipo, aunque el alto mando se las arregló alternando a Trumbo en la antesala y a Kendrys y Pujols en la primera y en el designado.
Sin embargo, pese a todo ello, el habanero se las arregló para jugar 134 partidos (28 como primera base) en los que compiló .273 con 132 hits, 26 dobles, un triple, 22 jonrones, 61 anotadas y 77 empujadas, con un OPS de .787.
Al año siguiente, como era de esperar, fue transferido (ya los Angelinos no tenían espacio para él) a los Marineros, con los que compiló para un decente .277 con 167 hits, 34 dobles, 23 jonrones, 64 anotadas, 80 empujadas y un OPS de .785, pero al terminar su contrato, no quiso renovar con el Seattle y cayó en el proceso negativo de jugar en Grandes Ligas, pues nadie estaría dispuesto a contratarlo y tener que ceder una ronda compensatoria en el draft.
Por eso, cuando los Minnesota Twins lo contrataron —Kendrys terminó jugando con los Marineros con los que no quiso firmar— y jugó apenas 98 partidos en lo que compiló .218 con ocho vuelacercas y 42 empujadas. Sin embargo, era más que lógico que se fuera de los Marineros, y al caer en los Kansas City Royals, ha tenido un muy buen inicio, con promedio de .328, dos jonrones y nueve empujadas, siendo el Cubano que —hasta los juegos del 22 de abril— tenía más hits con 20, y un OPS de .896.
Amado e idolatrado en sus dos temporadas cubanas con los Industriales, Kendrys pasó al olvido luego de ser suspendido de la Serie Nacional, y su jonrón contra Brasil —aquel que encontró en tercera base a Yulieski Gourriel y que evitó que Cuba sufriera una sorpresiva eliminación ante su propio público— fue borrado de todas las bases de datos de videos de Cuba, y muchos solamente supimos de él cuando llegaron a nosotros los videos de su debut en la gran carpa como inicialista del club Los Angeles Angels of Anaheim.
Teniendo en cuenta que juega en el equipo que ganó la Liga Americana y discutió la Serie Mundial el pasado año, y que cuenta con más protección que la que contó en los Mariners en 2013 o los Twins en 2014 (no jugó el tiempo suficiente como para disfrutar a Robinson Canó en Seattle en 2014).
Es un poco iluso imaginar, por supuesto, que Morales pueda tener un año al estilo de aquel 2009 como para emular con José Dariel Abreu, o Puig, Yoenis Céspedes, o incluso Jorge Soler (quien se perfila como un talento sin par); pero su comienzo puede sin dudas significar que podría llegar a 130 cuadrangulares, y podría tener una temporada parecida a la de 2013, que sería sin dudas un resultado más que positivo. La mala suerte podría revertirse un poco.
El ambidiestro capitalino fue sin dudas sensación en la temporada de 2009, cuando compiló para .306, con 173 hits (de ellos 79 extrabases), 43 dobles, dos triples y 34 jonrones, además de 86 carreras anotadas, 108 empujadas, un OBP de .355, slugging de .569 para un elevadísimo OPS de .924. Pero a principios de la temporada siguiente, cuando sus números daban tal vez muestra de un año que lo convertiría en uno de los más temidos bateadores de la Major League Baseball, Kendrys sufrió un golpe que definiría y cambiaría su carrera para siempre.
Con 50 partidos jugados (exactamente en el juego 51 de la campaña), en los que exhibía un decente promedio de casi .290, Kendrys compareció en el décimo inning con la casa llena y el partido empatado a una carrera contra los Seattle Mariners y su relevista Brandon League. Lo que sucedió en ese momento, marcaría por siempre su vida: al primer lanzamiento de League, el recordista en jonrones para un novato en Series Nacionales envió la pelota a lo profundo del jardín central para dejar al campo a los Marineros en el Angel Stadium of Anaheim. En el plato, donde lo esperaban sus compañeros, Morales saltó con la intención de aterrizar espectacularmente con la carrera, pero cayó mal y la maniobra resultó en una fractura en la parte baja de su pierna, con repercusiones en su tobillo, que lo dejaron fuera por el resto de la temporada 2010 y toda la temporada 2011.
Muchos avizoraron el fin de la carrera deportiva de Kendrys Morales, toda vez que su futuro no se veía nada promisorio como defensor del primer cojín. Las cosas en los Angelinos se le complicaron más aún en 2012, con la llegada al equipo de Albert Pujols, lo cual haría de la primera base (con Pujols, Kendrys y Mark Trumbo) un lugar bastante concurrido en el equipo, aunque el alto mando se las arregló alternando a Trumbo en la antesala y a Kendrys y Pujols en la primera y en el designado.
Sin embargo, pese a todo ello, el habanero se las arregló para jugar 134 partidos (28 como primera base) en los que compiló .273 con 132 hits, 26 dobles, un triple, 22 jonrones, 61 anotadas y 77 empujadas, con un OPS de .787.
Al año siguiente, como era de esperar, fue transferido (ya los Angelinos no tenían espacio para él) a los Marineros, con los que compiló para un decente .277 con 167 hits, 34 dobles, 23 jonrones, 64 anotadas, 80 empujadas y un OPS de .785, pero al terminar su contrato, no quiso renovar con el Seattle y cayó en el proceso negativo de jugar en Grandes Ligas, pues nadie estaría dispuesto a contratarlo y tener que ceder una ronda compensatoria en el draft.
Por eso, cuando los Minnesota Twins lo contrataron —Kendrys terminó jugando con los Marineros con los que no quiso firmar— y jugó apenas 98 partidos en lo que compiló .218 con ocho vuelacercas y 42 empujadas. Sin embargo, era más que lógico que se fuera de los Marineros, y al caer en los Kansas City Royals, ha tenido un muy buen inicio, con promedio de .328, dos jonrones y nueve empujadas, siendo el Cubano que —hasta los juegos del 22 de abril— tenía más hits con 20, y un OPS de .896.
Amado e idolatrado en sus dos temporadas cubanas con los Industriales, Kendrys pasó al olvido luego de ser suspendido de la Serie Nacional, y su jonrón contra Brasil —aquel que encontró en tercera base a Yulieski Gourriel y que evitó que Cuba sufriera una sorpresiva eliminación ante su propio público— fue borrado de todas las bases de datos de videos de Cuba, y muchos solamente supimos de él cuando llegaron a nosotros los videos de su debut en la gran carpa como inicialista del club Los Angeles Angels of Anaheim.
Teniendo en cuenta que juega en el equipo que ganó la Liga Americana y discutió la Serie Mundial el pasado año, y que cuenta con más protección que la que contó en los Mariners en 2013 o los Twins en 2014 (no jugó el tiempo suficiente como para disfrutar a Robinson Canó en Seattle en 2014).
Es un poco iluso imaginar, por supuesto, que Morales pueda tener un año al estilo de aquel 2009 como para emular con José Dariel Abreu, o Puig, Yoenis Céspedes, o incluso Jorge Soler (quien se perfila como un talento sin par); pero su comienzo puede sin dudas significar que podría llegar a 130 cuadrangulares, y podría tener una temporada parecida a la de 2013, que sería sin dudas un resultado más que positivo. La mala suerte podría revertirse un poco.