Sin quitarse el polvo del camino y con una ilusión a prueba de balas, lo primero que hicieron los niños del equipo Habaneros cuando llegaron a Miami fue acudir al estadio de los Marlins en La Pequeña Habana.

Por ahora se contentaron con verlo por fuera, pero muchos de ellos se imaginaron algún día -dentro de varias temporadas y otros cambios que no vienen al caso- jugando en la grama del parque, convertidos en estrellas de las Grandes Ligas.

"Sí, como José Fernández y Adeiny Hechavarría, que se fueron, pero que están poniendo en alto el nombre de Cuba'', afirmó el tercera base Roberto Carlos Campos. "Conozco mucho a Abreu y cuando lo vea le diré que quiero ser como él. Nosotros como ellos también queremos ganar para Cuba''.

Aún queda por ver si este conjunto de chicos de entre 10 y 12 años podrá ganar el torneo Salute to Baseball, que organiza la compañía Disney en Orlando a partir del 5 de julio, pero no queda duda de que ya están haciendo historia.

Llegan los Habaneros

Habaneros es el primer equipo de niños cubanos que visita Estados Unidos de manera totalmente privada -sin intervención gubernamental- y apadrinado por un pelotero estelar de Grandes Ligas: José Dariel Abreu.

"Pito Abreu ha hecho una contribución fundamental y abrazó la idea de traer a estos muchachos con mucha fuerza'', expresó Julio Estrada, coordinador del club de este lado del Estrecho de la Florida. "Toda la comunidad de peloteros cubanos dio su aporte de una manera increíble''.

Aunque no dieron cifras exactas, Abreu habría contribuido con más de $10,000 y otros jugadores habrían sumado hasta llegar a los $25,000 que cubren la registración en el torneo, los implementos deportivos, el alojamiento y todos los gastos del viaje.

Un momento emotivo será el domingo 12 de julio, cuando los niños viajarán a Chicago para presenciar en el Wrigley Field un choque entre Cachorros y Medias Blancas, donde serán recibidos por Abreu, Alexei Ramírez y el cubanoamericano Carlos Rodón, quien se ha convertido en un entusiasta del proyecto.

"De verdad nos sentimos muy contentos con el amor y el apoyo que hemos recibido de nuestros compatriotas aquí'', comentó Noel Tortoló, manager y gestor de la idea de conformar el equipo. "Venimos con el ánimo de competir, de dejar una buena impresión y, sobre todo, sembrar una semilla para muchas cosas buenas en el futuro''.

Durante un período de residencia en Panamá, Tortoló -que jugó en el equipo de desarrollo de los Industriales- supo del torneo de Disney y comenzó a soñar con la posibilidad de venir a Estados Unidos.

Abriendo puertas

Cuando le comentó del proyecto a Enrique Rojas, quien había formado parte de la Comisión Nacional de Béisbol y actualmente es profesor universitario, este le contestó que sería casi imposible llevarlo a cabo.

"Le dije que sería mejor fomentar la pelota en Alaska que venir para acá, pero justo por esos días todo comenzó a cambiar en la relación entre ambos países'', recordó Rojas. "Disney se interesó mucho en el equipo y nos invitaron de manera formal. Estamos felices por los niños. Imagínate, si los Grandes Ligas quieren jugar por Cuba en el Clásico Mundial, estos chicos se mueren por vestir el uniforme nacional''.

Con la ayuda de Abreu el proyecto comenzó a cobrar vida a principios de enero y meses más tarde era ya una realidad.

No será fácil imponerse en un torneo al que acuden decenas de clubes de diferentes países, pero los muchachos insisten en que se han preparado muy bien y regresarán a la isla con el trofeo de reyes.

"Eso ni se pregunta'', respondió con esa picardía tan propia de los antillanos el segunda base Alexei Linares Zaldívar. "Vamos a quedar campeones. En un futuro quiero ser como Abreu y jugar Grandes Ligas, pero ahora mismo la pelea es otra. Que se preparen en el torneo que llegaron los Habaneros''.