Isla de la Juventud derrotó 3-2 a Artemisa, Matanzas se impusó 6-1 a Industriales y Villa Clara venció 6-3 a Santiago de Cuba.

Fueron los Piratas de la Isla de la Juventud uno de los equipos más notables de la fase clasificatoria de la presente Serie Nacional. Si bien cerraron el tramo sin la aceleración con que habían ganado no pocos elogios, la estabilidad de su trayectoria —sobre todo en aguas propias— les alcanzó para avanzar a la segunda etapa de la temporada. Incluso, para merecer la sede del Juego de las Estrellas.

Sin embargo, después de calibrar sus fuerzas de asalto con cinco adquisiciones foráneas, el arranque en el segmento definitorio no ha sido el que los pobladores de la isla más joven de nuestro archipiélago esperaban. Y su alto mando, encabezado por el exitoso Mandy Jhonson, debe estar ajustando las amarras del buque para retomar el buen rumbo.

Este miércoles, la armada pinera se sacudió de la barrida sufrida ante Pinar del Río en su puerto madre, con un peleado triunfo en el cuartel general de los Cazadores artemiseños. Sin embargo, los cañones de la nave filibustera continúan sin alcanzar el poder de fuego que exhibió en la fase ya superada, cuando su promedio de bateo colectivo de .282 fue el mejor entre los 16 elencos concursantes.

En su más reciente aparición, los Piratas lograron conectar siete imparables y producir apenas tres anotaciones. Salvo en su primer enfrentamiento, cuando vencieron cinco anotaciones por tres a los campeones de Villa Clara, los muchachos de Jhonson no han podido sumar esa cifra de carreras en sus restantes duelos.

De momento, la media de imparables que conectan por partido se mantiene ligeramente por encima de ocho, y por el mismo orden anda el promedio de hombres dejados en base en cada partido, aunque en uno de los duelos frente a Pinar del Río dejaron a ¡16! corredores en circulación. ¿Qué ha fallado? Sin dudas, la efectividad en el momento de empujar carreras.

Hombres llamados a tirar del carro pinero como Luis Felipe Rivera y Andy Ibáñez, solo han podido conectar de conjunto tres hits en la segunda fase. Aquellos encargados de propulsar a sus compañeros hacia el home como el trío integrado por el antesalista Michel Enríquez, y los refuerzos Marino Luis y Yoelvis Fiss, apenas ha podido sumar cuatro carreras impulsadas.

La excepción ha sido el enmascarado Luis Abel Castro, quien promedia en la fase para .444, y ha propiciado la anotación de tres compañeros, y firmó el único vuelacercas del equipo desde que se reanudaron las acciones.

De momento, el equipo isleño ha descendido ostensiblemente sus prestaciones ofensivas, y su average colectivo de .239 es solo superior al pálido .210 que exhibe el trastabillante equipo de Santiago de Cuba. Y con esos guarismos, cuando el staff de lanzadores tampoco ha hilado muy fino, las posibilidades de triunfo se estrechan hasta ser asfixiantes.

Como atenuante siempre habrá que decir que a la armada Pirata le ha tocado abrir este segmento de la campaña contra los tres cuerpos de serpentineros más sólidos entre los ocho aspirantes, como son los casos de Villa Clara, Pinar del Río y ahora Artemisa. Sacar un buen resultado frente a los Cazadores pudiera darles un respiro y seguir haciendo soñar a los suyos, quienes después de acoger el duelo estelar de la temporada, anhelan estar un año entre los cuatro grandes.