El béisbol, como muchas de las aristas de la cultura cubana, es parte indispensable de la vida en la Isla. Nuestro deporte nacional está lleno de frases, tradiciones, anécdotas, héroes y leyendas, Rey Vicente Anglada, es uno de los peloteros que cumple con estas dos últimas categorías, su historia, sin embargo, aunque merece ser contada, se empolva a diario, pues nadie quiere publicar su biografía.
Y es que esa biografía ya está lista, esperando la tirada que merece, pues en el 2005, comenzó la génesis del libro “El Rey Anglada”, que fue armándose, poco a poco y a partir de entonces, con la vida de una de las figuras más amada, controvertida y seguida de la pelota cubana del medio siglo reciente.
El libro, una vez terminado, fue presentado en el Concurso Premio UNEAC del 2011 y logró mención en testimonio.
A partir de aquí, ha sido una quimera publicarlo y prácticamente una odisea para Juliana Venero, quien a estas alturas, cuatro años después, ha empezado a sospechar (siendo justos, entender), que “El Rey Anglada” no verá la luz en Cuba.
Casi todas las editoriales lo han tenido, en un momento u otro, Letras Cubanas, Extramuros, En Vivo (de la Televisión Cubana), Ciencias Sociales, Pablo de la Torriente Brau, Abril (donde ni siquiera lo evaluaron) y Ediciones Cubanas.
La terminología que ha acompañado al libro, en su retorno a las manos de Venero, ha sido, casi literalmente:
“…de arriba no lo aprobaron…”
“…las publicaciones son cada día más limitadas…”
“…no está en el plan…”
Todo eso, inclusive, a pesar de tener evaluaciones positivas.
Vale preguntarse: ¿Es el libro sobre Rey Vicente Anglada censurado en Cuba?
Nadie lo ha dicho abiertamente, pero a las claras, “los intereses editoriales” no coinciden con la literatura propuesta por Venero, a través de la espectacular historia de su protagonista, Rey Vicente Anglada.
Y es que Rey fue, hay suficientes pruebas de esto, la razón de que muchos aficionados asistieran al estadio, solo para verlo, pues tal era su atractivo como pelotero, que no podías quitarle los ojos de encima.
Entonces, ocurrió una de las injusticias más sórdidas de la pelota cubana en su historia post 1959, donde Anglada fue prohibido, con sus records borrados, alejado para siempre de lo que lo más amaba y puesto en prisión (por 20 largos meses), por el simple hecho que no quiso delatar a compañeros de equipo, que habían obrado mal.
Hombría, principios y lealtad le costaron muy caro a Rey, quien fue condenado al olvido por casi dos décadas.
El libro sobre su vida se divide en tres partes, “El glamour”, “En la oscuridad” y “La revancha”, donde lógicamente la segunda, es donde se narra la verdad que merece ser contada, la parte robada a la historia y a que se dedicó el flamante intermedista, todos esos años fuera del béisbol.
La obra tiene testimonios, del propio Rey, familiares, entrenadores y peloteros, como Pedro Chávez, Alfonso Urquiola, Félix Isasi, Agustín Marquetti, José Modesto Darcourt, Bárbaro Garbey, Luis Alberto García (actor), Euclides Rojas, Lázaro Vargas, Armando Capiró, Braudilio Vinent, Julio Romero, Enriquito Díaz, Javier Méndez, Juan Padilla, Ian Padrón, Víctor Mesa, Carlos Tabares, Yasser Gómez, Antonio Pacheco ,entre otros. También cuenta con fragmentos de la prensa de la época, que lo reseñan en su espectacularidad y respaldan las opiniones, así como los números finales de Rey, como atleta activo.
Se complementa además, con testimonio gráfico que el propio Anglada facilitó, en esta biografía, que debe estar sobre las 200 páginas, aproximadamente.
El libro tiene poemas dedicados al ingenio del estelar pelotero-manager y un pequeño capítulo final, donde Juliana Venero compila el alma de la obra, la deuda insaldable, con un hombre de béisbol que solo ha sabido amar su deporte favorito.
Venero ha recibido varios premios y menciones, pero esta quizás sea la obra por la que será recordada para siempre, inmortalizada al tratar sobre uno de los héroes indiscutibles de la afición cubana, en su más importante escenario, la pelota.
Quienes han tenido la oportunidad placentera de pasear por las páginas de ese texto, han utilizado frases como:
“…es un libro necesario, no solo para la historia del béisbol cubano, sino para nuestra cultura toda…”
“…libro de indiscutible vínculo entre testimonio y literatura…”
“…el lector podrá encontrarse por vez primera con una historia a todas luces apañada y escondida por décadas por autoridades y medios, censura que intenta romperse con este libro…”
“…se distinguen también las facciones de un periodismo cómplice y comprometido con el béisbol que actualmente ha perdido sus pasos…”
“…es un libro muy bien escrito, inteligentemente estructurado, fiel al espíritu del hombre que lo protagoniza…”
“…Juliana Venero, mostrando un dominio de las técnicas narrativas, con originalidad y audacia, se adentra en un tema que ha resultado polémico y escabroso…”
“…no lo puedes dejar a un lado…”
“…un libro que merece ser publicado…”
Sirvan estas líneas para llevar la verdad de la mayor de las pasiones del cubano al pueblo, para rendir tributo a uno de los mejores exponentes de la pasión en el terreno y para encontrar el camino a los talleres de impresión que merece el esfuerzo de la escritora Venero y su obra.
Ojalá se abran puertas, aunque con una basta. Garantizamos de antemano el éxito a quien decida reproducir “El Rey Anglada”, pues la tirada que se disponga será insuficiente, frente al valor histórico, humano y deportivo de este libro, colofón de la carrera tan única y espectacular, de uno de los hijos predilectos del béisbol cubano y embajador de la tenacidad y el coraje. (Daniel de Malas Andreu).
Y es que esa biografía ya está lista, esperando la tirada que merece, pues en el 2005, comenzó la génesis del libro “El Rey Anglada”, que fue armándose, poco a poco y a partir de entonces, con la vida de una de las figuras más amada, controvertida y seguida de la pelota cubana del medio siglo reciente.
El libro, una vez terminado, fue presentado en el Concurso Premio UNEAC del 2011 y logró mención en testimonio.
A partir de aquí, ha sido una quimera publicarlo y prácticamente una odisea para Juliana Venero, quien a estas alturas, cuatro años después, ha empezado a sospechar (siendo justos, entender), que “El Rey Anglada” no verá la luz en Cuba.
Casi todas las editoriales lo han tenido, en un momento u otro, Letras Cubanas, Extramuros, En Vivo (de la Televisión Cubana), Ciencias Sociales, Pablo de la Torriente Brau, Abril (donde ni siquiera lo evaluaron) y Ediciones Cubanas.
La terminología que ha acompañado al libro, en su retorno a las manos de Venero, ha sido, casi literalmente:
“…de arriba no lo aprobaron…”
“…las publicaciones son cada día más limitadas…”
“…no está en el plan…”
Todo eso, inclusive, a pesar de tener evaluaciones positivas.
Vale preguntarse: ¿Es el libro sobre Rey Vicente Anglada censurado en Cuba?
Nadie lo ha dicho abiertamente, pero a las claras, “los intereses editoriales” no coinciden con la literatura propuesta por Venero, a través de la espectacular historia de su protagonista, Rey Vicente Anglada.
Y es que Rey fue, hay suficientes pruebas de esto, la razón de que muchos aficionados asistieran al estadio, solo para verlo, pues tal era su atractivo como pelotero, que no podías quitarle los ojos de encima.
Entonces, ocurrió una de las injusticias más sórdidas de la pelota cubana en su historia post 1959, donde Anglada fue prohibido, con sus records borrados, alejado para siempre de lo que lo más amaba y puesto en prisión (por 20 largos meses), por el simple hecho que no quiso delatar a compañeros de equipo, que habían obrado mal.
Hombría, principios y lealtad le costaron muy caro a Rey, quien fue condenado al olvido por casi dos décadas.
El libro sobre su vida se divide en tres partes, “El glamour”, “En la oscuridad” y “La revancha”, donde lógicamente la segunda, es donde se narra la verdad que merece ser contada, la parte robada a la historia y a que se dedicó el flamante intermedista, todos esos años fuera del béisbol.
La obra tiene testimonios, del propio Rey, familiares, entrenadores y peloteros, como Pedro Chávez, Alfonso Urquiola, Félix Isasi, Agustín Marquetti, José Modesto Darcourt, Bárbaro Garbey, Luis Alberto García (actor), Euclides Rojas, Lázaro Vargas, Armando Capiró, Braudilio Vinent, Julio Romero, Enriquito Díaz, Javier Méndez, Juan Padilla, Ian Padrón, Víctor Mesa, Carlos Tabares, Yasser Gómez, Antonio Pacheco ,entre otros. También cuenta con fragmentos de la prensa de la época, que lo reseñan en su espectacularidad y respaldan las opiniones, así como los números finales de Rey, como atleta activo.
Se complementa además, con testimonio gráfico que el propio Anglada facilitó, en esta biografía, que debe estar sobre las 200 páginas, aproximadamente.
El libro tiene poemas dedicados al ingenio del estelar pelotero-manager y un pequeño capítulo final, donde Juliana Venero compila el alma de la obra, la deuda insaldable, con un hombre de béisbol que solo ha sabido amar su deporte favorito.
Venero ha recibido varios premios y menciones, pero esta quizás sea la obra por la que será recordada para siempre, inmortalizada al tratar sobre uno de los héroes indiscutibles de la afición cubana, en su más importante escenario, la pelota.
Quienes han tenido la oportunidad placentera de pasear por las páginas de ese texto, han utilizado frases como:
“…es un libro necesario, no solo para la historia del béisbol cubano, sino para nuestra cultura toda…”
“…libro de indiscutible vínculo entre testimonio y literatura…”
“…el lector podrá encontrarse por vez primera con una historia a todas luces apañada y escondida por décadas por autoridades y medios, censura que intenta romperse con este libro…”
“…se distinguen también las facciones de un periodismo cómplice y comprometido con el béisbol que actualmente ha perdido sus pasos…”
“…es un libro muy bien escrito, inteligentemente estructurado, fiel al espíritu del hombre que lo protagoniza…”
“…Juliana Venero, mostrando un dominio de las técnicas narrativas, con originalidad y audacia, se adentra en un tema que ha resultado polémico y escabroso…”
“…no lo puedes dejar a un lado…”
“…un libro que merece ser publicado…”
Sirvan estas líneas para llevar la verdad de la mayor de las pasiones del cubano al pueblo, para rendir tributo a uno de los mejores exponentes de la pasión en el terreno y para encontrar el camino a los talleres de impresión que merece el esfuerzo de la escritora Venero y su obra.
Ojalá se abran puertas, aunque con una basta. Garantizamos de antemano el éxito a quien decida reproducir “El Rey Anglada”, pues la tirada que se disponga será insuficiente, frente al valor histórico, humano y deportivo de este libro, colofón de la carrera tan única y espectacular, de uno de los hijos predilectos del béisbol cubano y embajador de la tenacidad y el coraje. (Daniel de Malas Andreu).