Con poco más de 40 años, el ex estelar lanzador de Sagua la Grande, Vladimir Hernández, es ya un hombre “entrado en canas”. Un cabello que, estoy seguro, se tornó mucho más blanco con la actuación de su equipo, Villa Clara, en la primera parte de la serie nacional de béisbol 55.
Vladimir no puede ocultar su decepción, una decepción ligada con tristeza e incredulidad. “A pesar de los problemas que se presentaron, sobre todo con el bateo, es una lástima lo que sucedió porque Villa Clara tenía para clasificar, nómina tenía para lograrlo”.
Así comenzó una larga conversación del mentor sagüero con este reportero, en su hogar, para analizar las causas del fracaso de los Naranjas, que no pasaron a la segunda etapa por segunda contienda consecutiva, una situación inédita en la brillante historia de esta provincia.
VH: No voy a justificar nada porque no cumplimos el objetivo, que era clasificar. Pero el equipo bateó mucho menos de lo que esperábamos y además, en medio de la serie, perdimos a dos abridores, Ronny Valdés y Eduardo Ferrer, y ello provocó cambios de roles en nuestro staff que, al final, nos costaron también.
LM: Con la segunda mejor defensa del torneo y el tercer pitcheo más efectivo, es difícil de entender que Villa Clara chocara con la misma piedra de la serie 54: un bateo muy pobre, que terminó en el puesto 13, pero más, que todo, inefectivo.
VH: Así es, pero recuerda que yo dirigí el Villa Clara sub-23 y no estuve en la preparación del equipo grande. Cada vez que preguntaba, me decían que el entrenamiento iba bien, en especial el del bateo.
A medida que avanzó el torneo y no bateábamos, empezó a salir la verdad. Los jugadores y los entrenadores me confesaron que el entrenamiento no había sido tan bueno como me habían informado. Dice un viejo dicho “que el ojo del amo engorda al caballo”. Yo debí estar al frente del adiestramiento desde el inicio. Fue un error no hacerlo.
LM: Pero usted sabía que hombres claves como Yeniet Pérez, Yulexis la Rosa y Andy Zamora no se habían preparado bien y nunca encontraron su forma. ¿Por qué los puso a jugar desde el inicio y los mantuvo en el line-up?
VH: Ellos son peloteros establecidos ya. Yo pensé que con su calidad y experiencia iban a ir encontrándose y a rendir. Lamentablemente no fue así y además sus cambios naturales tampoco rindieron lo que se esperaba y por tanto tuve que insistir con ellos.
LM: El “pollo del arroz con pollo” es que el equipo bateó 181 con corredores en posición anotadora y del tercero al sexto, Raúl Reyes, Ariel Borrero, Yeniet Pérez y Yurién Vizcaíno, batearon para solo ¡184! con hombres en segunda y tercera. Así es casi imposible ganar en la pelota.
VH: Cuando los hombres principales no empujan carreras, cumplir la meta es muy difícil. Todos estuvieron por debajo de su rendimiento. A Borrero no lo critico porque, a sus 43 años, hizo lo que pudo y fue el que más impulsó. Sin embargo, Leandro Turiño, del que esperábamos mucho, bateó más de 300, pero apenas empujó.
LM: A la improductiva ofensiva, Villa Clara sumó que no tuvo un cerrador de garantías en la serie 55.
VH: Es cierto. Pero recuerda que tuve que quitar de relevista a Reinier Sánchez y ponerlo de abridor por la salida de Ronny y Ferrer. Yo tenía que ganar los juegos de pelota, por eso me apoyé más en Yanny Delgado que había estado muy bien en el sub-23. El muchacho empezó bien, lo usé de relevo largo y corto, pero se cansó en los finales.
Por otra parte, Ediasbel García estuvo pésimo. Para el año que viene hay que buscar un cerrador y pudiera ser el joven Eduardo León, que tiene muy buenas condiciones y que, cuando lanzó, lo hizo bien para nosotros.
LM: ¿A Yoandry Ruiz, el Bielorruso, que anda por Matanzas, lo perdimos?
VH: Voy a atreverme a hablar por él. A él le cerramos las puertas aquí. En Matanzas le tendieron la mano y me parece que no va a regresar. Es una lástima porque es un buen atleta y una gran persona, pero no creo que regrese.
LM: ¿Y Roberto Acea, el torpedero de Matanzas, que es de Sagua?
VH: Parecida situación. Aquí no lo ayudamos y Matanzas sí lo hizo y miren cómo ha lucido ese muchacho en el campo corto. No obstante, con Acea no pierdo las esperanzas de que regrese. Veremos…
LM: Por último, se supone que usted continúe al frente del Villa Clara para la serie 56. Está claro que la gran tarea será mejorar el bateo.
VH: Por supuesto. Hay que revisarlo todo en este sentido. Incluso si tengo que ir a otras provincias como a Las Tunas o Granma, para ver cómo trabajan el bateo, lo haré. Aquí ningún entrenador puede ponerse bravo por esto, porque lo importante aquí es que Villa Clara salga de este bache de dos años sin clasificar, algo que nadie entiende ni desea.
Vladimir no puede ocultar su decepción, una decepción ligada con tristeza e incredulidad. “A pesar de los problemas que se presentaron, sobre todo con el bateo, es una lástima lo que sucedió porque Villa Clara tenía para clasificar, nómina tenía para lograrlo”.
Así comenzó una larga conversación del mentor sagüero con este reportero, en su hogar, para analizar las causas del fracaso de los Naranjas, que no pasaron a la segunda etapa por segunda contienda consecutiva, una situación inédita en la brillante historia de esta provincia.
VH: No voy a justificar nada porque no cumplimos el objetivo, que era clasificar. Pero el equipo bateó mucho menos de lo que esperábamos y además, en medio de la serie, perdimos a dos abridores, Ronny Valdés y Eduardo Ferrer, y ello provocó cambios de roles en nuestro staff que, al final, nos costaron también.
LM: Con la segunda mejor defensa del torneo y el tercer pitcheo más efectivo, es difícil de entender que Villa Clara chocara con la misma piedra de la serie 54: un bateo muy pobre, que terminó en el puesto 13, pero más, que todo, inefectivo.
VH: Así es, pero recuerda que yo dirigí el Villa Clara sub-23 y no estuve en la preparación del equipo grande. Cada vez que preguntaba, me decían que el entrenamiento iba bien, en especial el del bateo.
A medida que avanzó el torneo y no bateábamos, empezó a salir la verdad. Los jugadores y los entrenadores me confesaron que el entrenamiento no había sido tan bueno como me habían informado. Dice un viejo dicho “que el ojo del amo engorda al caballo”. Yo debí estar al frente del adiestramiento desde el inicio. Fue un error no hacerlo.
LM: Pero usted sabía que hombres claves como Yeniet Pérez, Yulexis la Rosa y Andy Zamora no se habían preparado bien y nunca encontraron su forma. ¿Por qué los puso a jugar desde el inicio y los mantuvo en el line-up?
VH: Ellos son peloteros establecidos ya. Yo pensé que con su calidad y experiencia iban a ir encontrándose y a rendir. Lamentablemente no fue así y además sus cambios naturales tampoco rindieron lo que se esperaba y por tanto tuve que insistir con ellos.
LM: El “pollo del arroz con pollo” es que el equipo bateó 181 con corredores en posición anotadora y del tercero al sexto, Raúl Reyes, Ariel Borrero, Yeniet Pérez y Yurién Vizcaíno, batearon para solo ¡184! con hombres en segunda y tercera. Así es casi imposible ganar en la pelota.
VH: Cuando los hombres principales no empujan carreras, cumplir la meta es muy difícil. Todos estuvieron por debajo de su rendimiento. A Borrero no lo critico porque, a sus 43 años, hizo lo que pudo y fue el que más impulsó. Sin embargo, Leandro Turiño, del que esperábamos mucho, bateó más de 300, pero apenas empujó.
LM: A la improductiva ofensiva, Villa Clara sumó que no tuvo un cerrador de garantías en la serie 55.
VH: Es cierto. Pero recuerda que tuve que quitar de relevista a Reinier Sánchez y ponerlo de abridor por la salida de Ronny y Ferrer. Yo tenía que ganar los juegos de pelota, por eso me apoyé más en Yanny Delgado que había estado muy bien en el sub-23. El muchacho empezó bien, lo usé de relevo largo y corto, pero se cansó en los finales.
Por otra parte, Ediasbel García estuvo pésimo. Para el año que viene hay que buscar un cerrador y pudiera ser el joven Eduardo León, que tiene muy buenas condiciones y que, cuando lanzó, lo hizo bien para nosotros.
LM: ¿A Yoandry Ruiz, el Bielorruso, que anda por Matanzas, lo perdimos?
VH: Voy a atreverme a hablar por él. A él le cerramos las puertas aquí. En Matanzas le tendieron la mano y me parece que no va a regresar. Es una lástima porque es un buen atleta y una gran persona, pero no creo que regrese.
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VH: Parecida situación. Aquí no lo ayudamos y Matanzas sí lo hizo y miren cómo ha lucido ese muchacho en el campo corto. No obstante, con Acea no pierdo las esperanzas de que regrese. Veremos…
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