Con trote perfecto, los Alazanes de Granma se confirmaron este sábado como el mejor elenco de la llamada Segunda división en la presente Serie Nacional. Dos partidos en la serie definitoria, par de triunfos frente a la tropa holguinera, y con ellos llegó la seguridad de terminar en el noveno puesto de la presente campaña.
El más reciente se concretó con sus parciales presentes en el graderío del Mártires de Barbados, donde los dirigidos por Indalecio Alejandrez desplegaron una artillería de 11 imparables para dejar sin opciones a sus rivales.
Desde el montículo, Lázaro Blanco y el novato César García se repartieron a partes casi iguales la faena, para apuntarse el triunfo y el salvamento, respectivamente.
No se trata de un resultado sorpresivo, aun cuando fue el elenco granmense uno de los más diezmados después de la primera fase, con la salida en calidad de refuerzos de dos sluggers de la talla de Alfredo Despaigne y Yordanis Samón.
Sin ellos, el equipo dominó con holgura la parte clasificatoria de esta ronda de consuelo gracias a jugadores como Guillermo José Avilés o Carlos Benítez, quienes suplieron muy bien esas ausencias en la parte gruesa de la tanda ofensiva.
También los lanzadores, encabezados por el experimentado Ciro Silvino Licea, estuvieron a la altura para apuntalar un desenlace que puede restañar, en la medida de lo posible, el orgullo herido por no incluirse entre los ochos aspirantes al trono de la pelota cubana.
Azules salen del pantano
Una desventaja de dos anotaciones a la altura del sexto episodio hacía presagiar un nuevo naufragio de Industriales en el Victoria de Girón matancero. Pero la tropa de Lázaro Vargas supo borrar primero las diferencias y luego esquivar la escoba que se le venía encima.
Volvió el mentor capitalino a mover fichas para estremecer sus filas del letargo que hace rato comenzó a ser preocupante. Esta vez puso a Stayler Hernández como hombre proa, y el zurdo lució de maravillas con cuatro imparables en cinco turnos, dos de ellos dobles.
Desde el box Odrisamer Despaigne no estuvo impecable, pero tampoco desentonó. Mientras, el pitcheo de segunda línea, ahora con el refuerzo tunero Yoelkis Cruz entre sus alternativas, cumplió con las expectativas.
Todo lo contrario sucedió en el lado de los Cocodrilos, quienes utilizaron un total de ocho serpentineros. Entre otras cosas, les falló el control y «regalaron» par de anotaciones luego de bolear a bateadores con las bases congestionadas.
Para hoy está previsto el inicio de dos nuevas subseries cuando Pinar del Río reciba en sus predios a los vigentes monarcas avileños, y Villa Clara visite a sus vecinos espirituanos.
El más reciente se concretó con sus parciales presentes en el graderío del Mártires de Barbados, donde los dirigidos por Indalecio Alejandrez desplegaron una artillería de 11 imparables para dejar sin opciones a sus rivales.
Desde el montículo, Lázaro Blanco y el novato César García se repartieron a partes casi iguales la faena, para apuntarse el triunfo y el salvamento, respectivamente.
No se trata de un resultado sorpresivo, aun cuando fue el elenco granmense uno de los más diezmados después de la primera fase, con la salida en calidad de refuerzos de dos sluggers de la talla de Alfredo Despaigne y Yordanis Samón.
Sin ellos, el equipo dominó con holgura la parte clasificatoria de esta ronda de consuelo gracias a jugadores como Guillermo José Avilés o Carlos Benítez, quienes suplieron muy bien esas ausencias en la parte gruesa de la tanda ofensiva.
También los lanzadores, encabezados por el experimentado Ciro Silvino Licea, estuvieron a la altura para apuntalar un desenlace que puede restañar, en la medida de lo posible, el orgullo herido por no incluirse entre los ochos aspirantes al trono de la pelota cubana.
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