La selección nacional de béisbol de Cuba conquistó el título y la medalla de oro de los XXII Juegos Centroamericano y del Caribe, que se desarrollan en Veracruz, México, al derrotar la noche de este viernes a la de Nicaragua 9 carreras por 3, en juego efectuado en el estadio Beto Ávila, totalmente abarrotado.
Cada jugada, batazo y lanzamiento fueron seguidos por millones de cubanos.
Esta esperada victoria de los antillanos rompe definitivamente el supuesto ‘maleficio” que muchos detractores acreditaron al mentor Víctor Mesa de que no ganaba un torneo oficial con un equipo CUBA o cualquier otro.
Es este, sin lugar a dudas, un conjunto grande, que dirigió V-32 en forma magnífica de principio a fin, con una alineación regular estable que respondió en ofensiva y defensa, y un cuerpo de pitcheo a la medida para estas justas regionales. Dominante por su calidad, pese a tener en sus filas a varios jóvenes sin la suficiente experiencia, pero sí con sobrada voluntad y decisión.
Con el último out del veloz relevista Héctor Manuel Mendoza por la vía del ponche con un lanzamiento de 95 millas por hora, se confirmó que el béisbol cubano entra en una nueva era, en la que se mezclan consagrados y jóvenes talentos en todas las posiciones, cuya repercusión pudiera sentirse en la próxima Serie del Caribe.
Y aunque en el choque decisivo los cubanos estuvieron siempre delante en la pizarra, no por ello dejó de estar tenso. Los pinoleros también mostraron garras y dignidad deportiva, e incluso cuando perdía 6-3, en el séptimo episodio, tuvieron el empate en las muñecas del hombre en turno, con dos corredores en circulación.
Pero la novena cubana hizo valer su decisión de que ahora no habría casualidades, ni sorpresas. Lo demostraron Freddy Asiel Álvarez durante seis capítulos –en el séptimo no sacó outs y permitió par de anotaciones–, Yaisel Sierra, que trabajó dos entradas, y Mendoza la noveno.
Los cubanos se fueron arriba en el tercer episodio frente a las ofertas del zurdo José Carlos Teller. Hubo doble de Frederich Cepeda, quien anotó por sencillo de Yadiel Hernández al jardín central.
En el cuarto capítulo los nuevos monarcas ampliaron a cuatro el marcador. Yosvani Alarcón se ponchó y por wild ancló en primera, sacrificio de Dainer Moreira, y boleto a Yander La O, y, al bate Yulieski Gourriel, se produjo doble robo.
En definitiva Yulieski también recibe bases por bolas, y Alfredo Despaigne dio hit que fletó una carrera, por lo que Antonio Orozco sustituye al pitcher abridor por los derrotados. Cepeda llega a la inicial por error del jardinero izquierdo y entra la segunda, y seguidamente Yadiel eleva largo fly a la pradera derecha que remolca la otra.
Luego hubo otras dos en la sexta y en la sétima entradas, y en la octava la última. Pero lo más llamativo resultó el juego dinámico utilizado por Víctor Mesa, al aplicar estrategias que dieron carreras, incluido un toque de bola sorpresivo, suicida, con una corredor en tercera, que fructificó.
Otro hecho significativo, por los nicaragüenses, fue emplear a varios lanzadores con el objetivo de variar los sistemas de lanzamientos y salida de la bola del montículo hacia el home, para confundir a los bateadores cubanos, pero esto no le diobuenos resultados al alto mando de los subcampeones de Veracruz.
También a los millones de cubanos que mediante la TV disfrutaron el encuentro deleitó ver decenas de bandera cubanas en el estadio, portadas por los cubanos de la delegación deportiva y diplomáticos que acudieron al lugar a apoyar y estimular a sus coterráneos, que minutos después del triunfo recibieron las medallas doradas por una victoria bien conquistada.
Los cubanos, por tercera vez vencen a Nicaragua en competencias de esta índole. Las anteriores fueron en 1978 y 1998, y con la de ahora recuperaron el título de monarcas perdido hace cuatro años en Mayagüez, Puerto Rico.
Ahora, a esperar el 5 de diciembre próximo por la reanudación de la 54 Serie Nacional de Béisbol para, además de reconocer a los peloteros que ahora defendieron con amor y dignidad a esta Patria cubana, seguir disfrutando del pasatiempo nacional y, en particular, los matanceros, porque su equipo los Cocodrilos como líderes del clásico cubano.
Cada jugada, batazo y lanzamiento fueron seguidos por millones de cubanos.
Esta esperada victoria de los antillanos rompe definitivamente el supuesto ‘maleficio” que muchos detractores acreditaron al mentor Víctor Mesa de que no ganaba un torneo oficial con un equipo CUBA o cualquier otro.
Es este, sin lugar a dudas, un conjunto grande, que dirigió V-32 en forma magnífica de principio a fin, con una alineación regular estable que respondió en ofensiva y defensa, y un cuerpo de pitcheo a la medida para estas justas regionales. Dominante por su calidad, pese a tener en sus filas a varios jóvenes sin la suficiente experiencia, pero sí con sobrada voluntad y decisión.
Con el último out del veloz relevista Héctor Manuel Mendoza por la vía del ponche con un lanzamiento de 95 millas por hora, se confirmó que el béisbol cubano entra en una nueva era, en la que se mezclan consagrados y jóvenes talentos en todas las posiciones, cuya repercusión pudiera sentirse en la próxima Serie del Caribe.
Y aunque en el choque decisivo los cubanos estuvieron siempre delante en la pizarra, no por ello dejó de estar tenso. Los pinoleros también mostraron garras y dignidad deportiva, e incluso cuando perdía 6-3, en el séptimo episodio, tuvieron el empate en las muñecas del hombre en turno, con dos corredores en circulación.
Pero la novena cubana hizo valer su decisión de que ahora no habría casualidades, ni sorpresas. Lo demostraron Freddy Asiel Álvarez durante seis capítulos –en el séptimo no sacó outs y permitió par de anotaciones–, Yaisel Sierra, que trabajó dos entradas, y Mendoza la noveno.
Los cubanos se fueron arriba en el tercer episodio frente a las ofertas del zurdo José Carlos Teller. Hubo doble de Frederich Cepeda, quien anotó por sencillo de Yadiel Hernández al jardín central.
En el cuarto capítulo los nuevos monarcas ampliaron a cuatro el marcador. Yosvani Alarcón se ponchó y por wild ancló en primera, sacrificio de Dainer Moreira, y boleto a Yander La O, y, al bate Yulieski Gourriel, se produjo doble robo.
En definitiva Yulieski también recibe bases por bolas, y Alfredo Despaigne dio hit que fletó una carrera, por lo que Antonio Orozco sustituye al pitcher abridor por los derrotados. Cepeda llega a la inicial por error del jardinero izquierdo y entra la segunda, y seguidamente Yadiel eleva largo fly a la pradera derecha que remolca la otra.
Luego hubo otras dos en la sexta y en la sétima entradas, y en la octava la última. Pero lo más llamativo resultó el juego dinámico utilizado por Víctor Mesa, al aplicar estrategias que dieron carreras, incluido un toque de bola sorpresivo, suicida, con una corredor en tercera, que fructificó.
Otro hecho significativo, por los nicaragüenses, fue emplear a varios lanzadores con el objetivo de variar los sistemas de lanzamientos y salida de la bola del montículo hacia el home, para confundir a los bateadores cubanos, pero esto no le diobuenos resultados al alto mando de los subcampeones de Veracruz.
También a los millones de cubanos que mediante la TV disfrutaron el encuentro deleitó ver decenas de bandera cubanas en el estadio, portadas por los cubanos de la delegación deportiva y diplomáticos que acudieron al lugar a apoyar y estimular a sus coterráneos, que minutos después del triunfo recibieron las medallas doradas por una victoria bien conquistada.
Los cubanos, por tercera vez vencen a Nicaragua en competencias de esta índole. Las anteriores fueron en 1978 y 1998, y con la de ahora recuperaron el título de monarcas perdido hace cuatro años en Mayagüez, Puerto Rico.
Ahora, a esperar el 5 de diciembre próximo por la reanudación de la 54 Serie Nacional de Béisbol para, además de reconocer a los peloteros que ahora defendieron con amor y dignidad a esta Patria cubana, seguir disfrutando del pasatiempo nacional y, en particular, los matanceros, porque su equipo los Cocodrilos como líderes del clásico cubano.