El pelotero José Miguel Fernández intenta encontrar ese momento dulce que lo llevó a integrar el equipo Cuba para el III Clásico Mundial de Béisbol. Su objetivo es claro: jugar en las Grandes Ligas. La  buena noticia es que el yumurino anda descosiendo la bola en las menores de Los Ángeles Dodgers.

Los resultados acumulados en el nivel Doble-A, con el equipo Tulsa Drillers, tras conectar para 322, con 13 dobles y ocho cuadrangulares, hicieron que este 26 de junio el caribeño recibiera una noticia que anhelaba. Fernández fue notificado de su ascenso a Oklahoma City Dodgers, sucursal de Triple-A de la franquicia angelina.

"Esta promoción ha significado mucho para mí. Ahora estoy más cerca de la realidad", expresó a Mlb.com. "En lo primero que pensé fue en mi familia", añadió el cubano, quien fue firmado en enero último por 200.000 dólares.

Durante su debut en triple, el deportista, de 29 años de edad, bateó de 2-2 y consiguió un boleto. "Cambié mi mecánica de bateo. He puesto más intensidad con el trabajo en las pesas y también mejoré la rapidez de mi swing".

Ahora mismo, se ha establecido como una extraordinaria posibilidad de los Dodgers para cuando se expandan los rosters en el venidero septiembre, o incluso, para suplir una carencia urgente que se presente en el equipo principal.

Sobre su rápida adaptación, a pesar de estar dos años alejado de los terrenos de juego, el cubano expresó que resulta demasiado complicado acostumbrarse a este béisbol, “pero creo que la experiencia la tengo y eso es lo principal. Las enseñanzas del béisbol cubano también me han ayudado mucho en todos los sentidos".

Sus prestaciones, no hay duda, lo tienen cada día más cerca de hacer su sueño realidad. La palabra clave es trabajo, pero también necesita mucha paciencia y tranquilidad. Un poco de “tiempo al tiempo” tampoco estaría de más, dicen que todo llega en su momento.