José Abreu necesitó 1,963 turnos para disparar 100 jonrones en su aún corta carrera en Grandes Ligas.
Abreu le botó la pelota el pasado martes al mexicano Jorge De La Rosa y se convirtió en el duodécimo pelotero cubano con al menos un centenar de bambinazos en las Mayores.
La lista la encabeza Rafael Palmeiro, con 569, seguido del controversial José Canseco (462) y el miembro del Salón de la Fama Tany Pérez (379).
Pero Abreu consigue la cifra redonda en apenas el juego 43 de su cuarta temporada, luego de disparar 91 en sus tres primeras campañas.
Palmeiro sumó 17 vuelacercas en dos campañas parciales (1986 y 1987) y en sus primeras cuatro completas, ya como titular, logró sacar 56 pelotas del parque.
Tany Pérez, por su parte, disparó 60 en sus primeros cuatro años.
Sólo Canseco lo hizo antes que Abreu y al concluir su tercera temporada ya acumulaba 111 bambinazos.
El primera base de los Medias Blancas de Chicago es una máquina de batear, incluso cuando tiene momentos de baja.
Con una personalidad tranquila, enfocado 100 por ciento en su juego, Abreu ha dejado que su bate hable por él desde que ganó el Novato del Año de la Liga Americana en el 2014.
En sus primeras tres zafras remolcó 308 carreras (107, 101 y 100), algo que tampoco logró ninguno de sus compatriotas, con excepción nuevamente de Canseco.
Según las proyecciones, debería superar la treintena de cuadrangulares en el 2017, aunque podría quedarse corto en el centenar de remolques, a juzgar por los 24 que tiene hasta ahora.
Y es que las impulsadas no dependen sólo de él. Necesita encontrar hombres en bases para empujar hacia el plato.
Pero los Medias Blancas tienen el tercer promedio de embasamiento colectivo más bajo de la Liga Americana (.307), sólo por delante de los Azulejos de Toronto y los Reales de Kansas City.
Elegible para arbitraje en el invierno y en un equipo que no parece ir a ningún lado, no sería improbable que lo viéramos en otro uniforme antes de terminar el año, si es que Chicago se decide a ser vendedor durante el período de canjes.
Abreu le botó la pelota el pasado martes al mexicano Jorge De La Rosa y se convirtió en el duodécimo pelotero cubano con al menos un centenar de bambinazos en las Mayores.
La lista la encabeza Rafael Palmeiro, con 569, seguido del controversial José Canseco (462) y el miembro del Salón de la Fama Tany Pérez (379).
Pero Abreu consigue la cifra redonda en apenas el juego 43 de su cuarta temporada, luego de disparar 91 en sus tres primeras campañas.
Palmeiro sumó 17 vuelacercas en dos campañas parciales (1986 y 1987) y en sus primeras cuatro completas, ya como titular, logró sacar 56 pelotas del parque.
Tany Pérez, por su parte, disparó 60 en sus primeros cuatro años.
Sólo Canseco lo hizo antes que Abreu y al concluir su tercera temporada ya acumulaba 111 bambinazos.
El primera base de los Medias Blancas de Chicago es una máquina de batear, incluso cuando tiene momentos de baja.
Con una personalidad tranquila, enfocado 100 por ciento en su juego, Abreu ha dejado que su bate hable por él desde que ganó el Novato del Año de la Liga Americana en el 2014.
En sus primeras tres zafras remolcó 308 carreras (107, 101 y 100), algo que tampoco logró ninguno de sus compatriotas, con excepción nuevamente de Canseco.
Según las proyecciones, debería superar la treintena de cuadrangulares en el 2017, aunque podría quedarse corto en el centenar de remolques, a juzgar por los 24 que tiene hasta ahora.
Y es que las impulsadas no dependen sólo de él. Necesita encontrar hombres en bases para empujar hacia el plato.
Pero los Medias Blancas tienen el tercer promedio de embasamiento colectivo más bajo de la Liga Americana (.307), sólo por delante de los Azulejos de Toronto y los Reales de Kansas City.
Elegible para arbitraje en el invierno y en un equipo que no parece ir a ningún lado, no sería improbable que lo viéramos en otro uniforme antes de terminar el año, si es que Chicago se decide a ser vendedor durante el período de canjes.
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