Con feroz ofensiva y fino pitcheo del derecho José Pablo Cuesta, Industriales noqueó 18x4 a Santiago de Cuba para mantener hoy su invicto en la cima de la 60 Serie Nacional de Béisbol.
La tropa del mánager Guillermo Carmona golpeó con furia la Teammate —pelota del torneo— y por tanto los lanzamientos de los serpentineros locales, incapaces de frenar una alineación que aplaudió 21 imparables, incluidos dos cuadrangulares por la banda izquierda.
En el estadio Guillermón Moncada, ubicado a unos 880 kilómetros al este de esta capital, el llamado súper clásico de la pelota cubana dejó protagonismo en el home plate para el veloz jardinero Joasán Guillén, autor de tres indiscutibles en cinco comparecencias oficiales, con doblete, par de carreras impulsadas y cuatro anotadas.
Sin público en el graderío, como medida para frenar los embates del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, el festival de batazos también otorgó buenos dividendos a los guardabosques Yoandry Urgellés (5-4, 2CI) y Yosvani Peñalver (4-3, 2CI, 2CA), así como para el torpedero Jorge Enrique Alomá (3-2, 3CI, 2CA, 12B).
El bateador designado Lisbán Correa (5-1, 1CI, 1CA, 1HR) y el antesalista Jorge Luis Barcelán (6-2, 1CI, 1CA, 1HR) fueron los jonroneros del partido y ambos llegaron a tres —a uno por choque— en el evento, para liderar este importante acápite ofensivo.
El ganador Cuesta (1-0) mostró seguridad de acero en el box y caminó siete capítulos completos, a ritmo de tres carreras (dos limpias), seis jits, sin ponche y solo un boleto, lo cual refleja alta precisión en sus lanzamientos.
La historia del cuerpo de lanzadores de las Avispas resultó diferente y el director Eriberto Rosales utilizó a ocho de sus pupilos para aplacar la rebelión del ahora líder en solitario del recién comenzado certamen.
La tropa del mánager Guillermo Carmona golpeó con furia la Teammate —pelota del torneo— y por tanto los lanzamientos de los serpentineros locales, incapaces de frenar una alineación que aplaudió 21 imparables, incluidos dos cuadrangulares por la banda izquierda.
En el estadio Guillermón Moncada, ubicado a unos 880 kilómetros al este de esta capital, el llamado súper clásico de la pelota cubana dejó protagonismo en el home plate para el veloz jardinero Joasán Guillén, autor de tres indiscutibles en cinco comparecencias oficiales, con doblete, par de carreras impulsadas y cuatro anotadas.
Sin público en el graderío, como medida para frenar los embates del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, el festival de batazos también otorgó buenos dividendos a los guardabosques Yoandry Urgellés (5-4, 2CI) y Yosvani Peñalver (4-3, 2CI, 2CA), así como para el torpedero Jorge Enrique Alomá (3-2, 3CI, 2CA, 12B).
El bateador designado Lisbán Correa (5-1, 1CI, 1CA, 1HR) y el antesalista Jorge Luis Barcelán (6-2, 1CI, 1CA, 1HR) fueron los jonroneros del partido y ambos llegaron a tres —a uno por choque— en el evento, para liderar este importante acápite ofensivo.
El ganador Cuesta (1-0) mostró seguridad de acero en el box y caminó siete capítulos completos, a ritmo de tres carreras (dos limpias), seis jits, sin ponche y solo un boleto, lo cual refleja alta precisión en sus lanzamientos.
La historia del cuerpo de lanzadores de las Avispas resultó diferente y el director Eriberto Rosales utilizó a ocho de sus pupilos para aplacar la rebelión del ahora líder en solitario del recién comenzado certamen.