Comienzo mi comentario con una interrogante. Qué pensaría un español, alemán, brasileño o argentino si le ofrecieran crecientemente en la tele béisbol y no fútbol?
Seguramente no entendería por qué un deporte sin tradición, arraigo y resultados, desplaza de la pantalla a su pasatiempo favorito.
Pues bien, de la misma forma tampoco comprendo las causas por las que nuestra televisión se empeña en dar prioridad al más universal por encima del béisbol, el deporte nacional.
Y no es que esté en contra del fútbol, pues admito públicamente que me gusta por su belleza como juego y habilidades a desplegar durante 90 minutos o más, pero no podemos pasar por alto que la pelota es, indisolublemente, parte del cubano, y en los momentos actuales, que dicho sea de paso no son los mejores para ella, debemos darle especial tratamiento divulgativo.
Es cierto que el fútbol en Cuba necesita auge y desarrollo, pero está por verse todavía un resultado medianamente importante de este deporte, incluso a nivel regional. Sin embargo, la pelota con todo y que atraviesa el peor de sus momentos, continúa en la vanguardia planetaria, según la más reciente actualización del ranking.
Entonces, si la pelota no anda bien del todo, si es nuestro deporte nacional, el que más alegrías le ha proporcionado al cubano, me pregunto por qué tenemos que esperar a la Serie Nacional, o a un evento internacional con participación criolla para disfrutar de un juego, mientras el fútbol tiene espacios fijos en la televisión y transmiten lo más actual de las ligas de Europa y América? No es esto una clara contradicción?
Con preocupación hay que decir que el fútbol hoy en día se practica más en nuestro país a nivel de masividad que el béisbol, y convencido estoy que una cuota importante en ello lo tiene la fuerte presencia en los medios, desplazando al deporte nacional de la pantalla chica.
Incluso, el colmo es que cuando por alguna razón se interrumpe la señal de un partido en la Serie Nacional, se saca al aire cualquier evento deportivo, menos béisbol.
Por qué no crear espacios en la televisión cubana que difundan la pelota, como mismo sucede con el fútbol?
En estos espacios bien pudieran retransmitirse juegos de los clásicos mundiales, o de algunas ligas importantes de la región o de Asia, que mucho agradecerían los millones de seguidores del deporte nacional, y de seguro en mucho contribuiría a incentivar su práctica en niños y jóvenes que ahora mismo prefieren jugar con un balón por encima de un bate, un guante y una pelota.
Cierto es que con un balón se juega fútbol, mientras que la pelota necesita más, por ello también se requiere una mayor presencia de estos implementos en el mercado, y sobre todo, con precios al alcance del bolsillo menos favorecido.
El panorama que actualmente se presenta en Cuba entre el fútbol y el béisbol tiene sin dudas varias aristas para su análisis, pero por lo pronto, es preciso comenzar por darle el justo lugar que merece y se ha ganado a fuerza de palos nuestro deporte nacional, antes de que sea desterrado del gusto y preferencia de las nuevas generaciones.
Confieso que soy un seguidor a ultranza de la Furia Roja española, simpatizo con el Barza, admiro la genialidad de Messi y respeto a Cristiano, pero por favor…déjenme ver también béisbol.
Seguramente no entendería por qué un deporte sin tradición, arraigo y resultados, desplaza de la pantalla a su pasatiempo favorito.
Pues bien, de la misma forma tampoco comprendo las causas por las que nuestra televisión se empeña en dar prioridad al más universal por encima del béisbol, el deporte nacional.
Y no es que esté en contra del fútbol, pues admito públicamente que me gusta por su belleza como juego y habilidades a desplegar durante 90 minutos o más, pero no podemos pasar por alto que la pelota es, indisolublemente, parte del cubano, y en los momentos actuales, que dicho sea de paso no son los mejores para ella, debemos darle especial tratamiento divulgativo.
Es cierto que el fútbol en Cuba necesita auge y desarrollo, pero está por verse todavía un resultado medianamente importante de este deporte, incluso a nivel regional. Sin embargo, la pelota con todo y que atraviesa el peor de sus momentos, continúa en la vanguardia planetaria, según la más reciente actualización del ranking.
Entonces, si la pelota no anda bien del todo, si es nuestro deporte nacional, el que más alegrías le ha proporcionado al cubano, me pregunto por qué tenemos que esperar a la Serie Nacional, o a un evento internacional con participación criolla para disfrutar de un juego, mientras el fútbol tiene espacios fijos en la televisión y transmiten lo más actual de las ligas de Europa y América? No es esto una clara contradicción?
Con preocupación hay que decir que el fútbol hoy en día se practica más en nuestro país a nivel de masividad que el béisbol, y convencido estoy que una cuota importante en ello lo tiene la fuerte presencia en los medios, desplazando al deporte nacional de la pantalla chica.
Incluso, el colmo es que cuando por alguna razón se interrumpe la señal de un partido en la Serie Nacional, se saca al aire cualquier evento deportivo, menos béisbol.
Por qué no crear espacios en la televisión cubana que difundan la pelota, como mismo sucede con el fútbol?
En estos espacios bien pudieran retransmitirse juegos de los clásicos mundiales, o de algunas ligas importantes de la región o de Asia, que mucho agradecerían los millones de seguidores del deporte nacional, y de seguro en mucho contribuiría a incentivar su práctica en niños y jóvenes que ahora mismo prefieren jugar con un balón por encima de un bate, un guante y una pelota.
Cierto es que con un balón se juega fútbol, mientras que la pelota necesita más, por ello también se requiere una mayor presencia de estos implementos en el mercado, y sobre todo, con precios al alcance del bolsillo menos favorecido.
El panorama que actualmente se presenta en Cuba entre el fútbol y el béisbol tiene sin dudas varias aristas para su análisis, pero por lo pronto, es preciso comenzar por darle el justo lugar que merece y se ha ganado a fuerza de palos nuestro deporte nacional, antes de que sea desterrado del gusto y preferencia de las nuevas generaciones.
Confieso que soy un seguidor a ultranza de la Furia Roja española, simpatizo con el Barza, admiro la genialidad de Messi y respeto a Cristiano, pero por favor…déjenme ver también béisbol.
Por: Lizardo Bertolín Trujillo / lbertolin@radioangulo.icrt.cu