Ayer los Alazanes granmenses le rompieron la racha de cinco victorias consecutivas, pero así y todo, Isla de la Juventud sigue siendo un foco de atención de todos en la presente 53 Serie Nacional de Béisbol, pues se mantiene aferrada a los tres primeros puestos, a solo una rayita de los líderes matanceros.
Apenas dos experimentados tienen los Piratas en su nómina. Uno es el internacional Michel Enríquez, cuyo average (368) lo coloca entre los primeros cañoneros del certamen, y el otro es el inicialista Luis Felipe Rivera, un eterno hombre de 300, ubicado en un inusual cuarto turno por necesidad del plantel, que adolece de una tanda poderosa desde el retiro hace varios años de Orlis Luis Díaz, Vladimir García y Alexander Ramos, tradicionales productores de carreras.
Tal es el déficit de poder de los pineros que apenas suman cinco cuadrangulares en la presente lid, últimos junto a Las Tunas y Sancti Spíritus, otras dos novenas que habitualmente conectaban muchos vuelacercas y ahora se encuentran en una etapa de baja.
Pero este hándicap no ha lastrado las opciones de la Isla gracias al desempeño de sus más jóvenes figuras combinadas con otros jugadores no tan inexpertos. Por ejemplo, el máscara Luis Abel Castro ha comenzado con su madero ardiendo y ya anda por nueve dobletes, con diez remolques y promedio de embasado (OBP) de 393, mientras Andy Ibáñez acumula 11 impulsadas, segundo de la nave en ese departamento detrás de Michel (12).
También han destacado Rodmy Proenza (nueve propulsadas y OBP de 390), el veloz Alejandro Ortiz (365 de average y tres bases robadas) y el debutante jardinero Jorge Tartabull, quien se adueñó del primer turno y es el máximo anotador de carreras (14).
Algo similar ocurre en el cuerpo de lanzadores, encabezado por brazos trabajadores y de experiencia como los del zurdo Wilber Pérez y el diestro Luis Manuel Suárez, el perdedor ante los granmenses este lunes pese a colgar siete escones. El resto de los componentes del staff en su mayoría no tienen más de tres campañas al más alto nivel, como Joan López, Héctor Manuel Mendoza, Miguel Ángel Lastra y Jorge Despaigne, prometedores derechos reconocidos por la notable velocidad de sus envíos.
A esto debemos añadir las muy buenas actuaciones de tres hombres que acumulan 17 juegos relevados: Jesús Amador (efectividad de 1,96 con dos éxitos y un rescate), Raysel Plutín (tres sonrisas y average oponente de apenas 185) y el zurdo Yunier Gamboa (promedio de limpias de 2,38).
Para sacarle provecho a esta casi inexperta nómina se precisa de un director avezado a la usanza de Armando Jhonson, en este momento el manager con mayor cantidad de temporadas —18— al frente de un equipo de los que participan en esta campaña, con balance de 730 éxitos y 774 fracasos, cercano a los 500 de average a pesar de que en sus primeras incursiones comandó elencos que eran sempiternos coleros en la tabla de posiciones.
Entusiasmo, ganas de salir al terreno a dar un buen espectáculo, esa es la divisa de los Piratas de la Isla, que batean para 281 (22 puntos por encima de la media de 259), con 215 jits, 69 más que Industriales, una de las tandas más poderosas del torneo en el papel, además de efectividad de 3,49, que puede ser mejor cuando los serpentineros logren disminuir la cantidad de pasaportes gratis (94). A todo esto, debemos sumar que son casi in-vencibles en el Cristóbal Labra, donde han ganado 11 partidos, con promedio superior a 600, razón por la que hay que contar con ellos todo el tiempo.
Apenas dos experimentados tienen los Piratas en su nómina. Uno es el internacional Michel Enríquez, cuyo average (368) lo coloca entre los primeros cañoneros del certamen, y el otro es el inicialista Luis Felipe Rivera, un eterno hombre de 300, ubicado en un inusual cuarto turno por necesidad del plantel, que adolece de una tanda poderosa desde el retiro hace varios años de Orlis Luis Díaz, Vladimir García y Alexander Ramos, tradicionales productores de carreras.
Tal es el déficit de poder de los pineros que apenas suman cinco cuadrangulares en la presente lid, últimos junto a Las Tunas y Sancti Spíritus, otras dos novenas que habitualmente conectaban muchos vuelacercas y ahora se encuentran en una etapa de baja.
Pero este hándicap no ha lastrado las opciones de la Isla gracias al desempeño de sus más jóvenes figuras combinadas con otros jugadores no tan inexpertos. Por ejemplo, el máscara Luis Abel Castro ha comenzado con su madero ardiendo y ya anda por nueve dobletes, con diez remolques y promedio de embasado (OBP) de 393, mientras Andy Ibáñez acumula 11 impulsadas, segundo de la nave en ese departamento detrás de Michel (12).
También han destacado Rodmy Proenza (nueve propulsadas y OBP de 390), el veloz Alejandro Ortiz (365 de average y tres bases robadas) y el debutante jardinero Jorge Tartabull, quien se adueñó del primer turno y es el máximo anotador de carreras (14).
Algo similar ocurre en el cuerpo de lanzadores, encabezado por brazos trabajadores y de experiencia como los del zurdo Wilber Pérez y el diestro Luis Manuel Suárez, el perdedor ante los granmenses este lunes pese a colgar siete escones. El resto de los componentes del staff en su mayoría no tienen más de tres campañas al más alto nivel, como Joan López, Héctor Manuel Mendoza, Miguel Ángel Lastra y Jorge Despaigne, prometedores derechos reconocidos por la notable velocidad de sus envíos.
A esto debemos añadir las muy buenas actuaciones de tres hombres que acumulan 17 juegos relevados: Jesús Amador (efectividad de 1,96 con dos éxitos y un rescate), Raysel Plutín (tres sonrisas y average oponente de apenas 185) y el zurdo Yunier Gamboa (promedio de limpias de 2,38).
Para sacarle provecho a esta casi inexperta nómina se precisa de un director avezado a la usanza de Armando Jhonson, en este momento el manager con mayor cantidad de temporadas —18— al frente de un equipo de los que participan en esta campaña, con balance de 730 éxitos y 774 fracasos, cercano a los 500 de average a pesar de que en sus primeras incursiones comandó elencos que eran sempiternos coleros en la tabla de posiciones.
Entusiasmo, ganas de salir al terreno a dar un buen espectáculo, esa es la divisa de los Piratas de la Isla, que batean para 281 (22 puntos por encima de la media de 259), con 215 jits, 69 más que Industriales, una de las tandas más poderosas del torneo en el papel, además de efectividad de 3,49, que puede ser mejor cuando los serpentineros logren disminuir la cantidad de pasaportes gratis (94). A todo esto, debemos sumar que son casi in-vencibles en el Cristóbal Labra, donde han ganado 11 partidos, con promedio superior a 600, razón por la que hay que contar con ellos todo el tiempo.