A pesar del sabor amargo que dejan las derrotas, sobre todo en Sancti Spíritus donde suelen revolver fantasmas, síndromes y etiquetas, la valla del estadio José Antonio Huelga quedó caliente con la final del Sub-23 y la conformación de los Gallos para la 55 Serie Nacional de Béisbol.

No fue la proeza que algunos dicen, pero los muchachos derrocharon entrega y avivaron el espectáculo hasta el momento en que les faltó el extra de los campeones como a otras tantas generaciones, cuando a falta de dos outs para serlo revirtieron cuanto hicieron con garra, hidalguía y mentalidad ganadora.

No solo fue el fatídico error en segunda base. Fue un lanzador que no selló una victoria casi cantada y no se repuso más del shock para perder un partido decisivo. Fueron también indecisiones en el corrido de bases, sobre todo de tercera a home, desconcentración y nervios, además de caer en la trampa de la provocación ante un contrario que sabe jugar con esas armas a las mil maravillas.

Pero su desempeño global fue para bien de los Gallos. Son casi mayoría (14) los gallitos presentes en el equipo grande, con una nómina que promedia 25 años, aunque está por ver cómo se utilizan. Se debe hacer un punto y aparte en lo ocurrido y aprovechar de ellos sus ganas de jugar, versatilidad y otras cualidades como la rapidez.

Su aporte será más perentorio en el pitcheo en un staff que se resiente por la falta de su líder, Ismel Jiménez, quien al igual que Frederich Cepeda, tras cumplir su contrato en el exterior, recibirán un descanso por prescripción médica y se incorporará cuando lo dicte la Comisión Nacional, lo que provocará la salida de dos peloteros que hoy integran el elenco espirituano.

En la receptoría comanda el capitán Eriel Sánchez y Yunior Ibarra debe redondear la defensa con las credenciales que mostró en la Sub-23, mientras los jardines, además de ofensiva, deberán fortificar su defensa, una de las debilidades del último año identificada por la Comisión Provincial; el cuadro tiene similar reto.

La valla quedó caliente para los Gallos que tendrán varios desafíos: retornar al grupo de los ocho, un objetivo que parece cumplible por la paridad de los conjuntos, y reconquistar a los aficionados que salieron del “Huelga” con la mente en la historia.