Luego de finalizado el primer mes completo de la temporada 2015 de la NPB hay algo que nos llama mucho la atención y que parece haber pasado desapercibido para la mayoría de los analistas: el exceso de trabajo del cubano Raúl Valdés.

Al momento de escribir estas líneas, el zurdo caribeño lidera ambas ligas en aperturas (7) y entradas lanzadas (46 y un tercio) y, de seguir como va, mañana le tocará comenzar su octavo partido de la temporada.

Si ese es el caso, el veterano monticulista habrá iniciado 8 de los 35 encuentros que ha disputado su equipo hasta ahora, lo que le daría un increíble promedio de una apertura por cada 4,38 partidos.

Ningún otro abridor en toda la NPB ha comenzado 7 partidos hasta ahora, y eso que Valdés realizó su séptima apertura el pasado 30 de abril. Así mismo, ningún otro serpentinero ha trabajado 46 episodios y un tercio; los que más se le acercan suman ambos 44.

Trabajar con 4 días de descanso (es decir, abrir una vez cada 5 partidos) es la norma en las Grandes Ligas, pero eso hace décadas que cayó en desuso en Japón, donde por lo general los clubes utilizan una rotación de 6 lanzadores que sumada al descanso de los lunes les permite a éstos lanzar apenas una vez por semana.

Por citar un ejemplo, ese fue el caso del derecho Masahiro Tanaka durante su épica campaña de 2013 con las Águilas de Rakuten, que terminó con récord de 24-0 y una efectividad de 1.27. Salvo en un par de ocasiones en las que lanzó con 5 días de descanso, el resto de sus aperturas ocurrieron una vez a la semana o incluso una vez cada 8 días.

Por si esto fuera poco, Valdés no ha lanzado menos de 6 entradas por partido hasta ahora. De hecho, su promedio es de casi 6 episodios y 2 tercios por salida, lo que no representa la cifra más alta de la liga pero sí confirma su pesada carga de trabajo hasta los momentos.

Afortunadamente, el veterano zurdo ha sacado el máximo provecho de las oportunidades que ha recibido. A la fecha de hoy, es tercero en ponches (38) y noveno en efectividad (2.53) en la Liga Central, si bien su récord de 0 victorias y 3 derrotas no respalda su gran trabajo sobre el montículo.

No obstante, nos preguntamos si la forma en que está siendo utilizado hasta ahora no será contraproducente para su rendimiento a largo plazo.

Es cierto que en las mayores los abridores trabajan cada 5 días, pero también lo es que descansan apropiadamente entre aperturas. Este no es el caso en Japón, donde las sesiones diarias de bullpen entre aperturas pueden llegar a los 100 lanzamientos y rara vez pueden evitarse.

Los Dragones de Chunichi, el conjunto al que pertenece el cubano, tienen además un largo historial de sobreuso de lanzadores que en muchas ocasiones ha terminado arruinando la carrera de los mismos, por lo que el panorama no luce demasiado prometedor para el caribeño.

Tomemos como ejemplo el caso de su lanzador estrella de los últimos 8 años, Kazuki Yoshimi. El derecho de 31 años fue un miembro fijo de la rotación de abridores del club entre 2009 y 2012, años en los que fue una de las presencias más dominantes sobre el montículo en la Liga Central.

Sin embargo, su uso excesivo terminó produciéndole una lesión que prácticamente no le permitió ver acción en 2013 y 2014 y que incluso este año lo ha limitado a apenas 4 aperturas, en las que ha sido manejado con mucho cuidado para evitar otra recaída.

Recordemos también el caso más grave aún del relevista Takuya Asao, quien en 2011 se alzó con el galardón al Jugador Más Valioso de la temporada regular tras registrar un récord de 7-2, con 10 salvados, 45 holds y una increíble efectividad de 0.41 en 79 apariciones desde el bullpen.

Si bien es cierto que el derecho de 26 años registró entonces una campaña para el recuerdo, también lo es que apareció en más de la mitad de los juegos de su equipo y que prácticamente no se le dio descanso.

La consecuencia fue que al año siguiente empezó a sufrir lesiones que no le han permitido aparecer en más de 34 juegos por temporada desde entonces y que han afectado mucho su efectividad sobre el montículo.

Hasta el dominicano Máximo Nelson podría incluirse en este grupo, luego de la espectacular campaña que completó en 2011, cuando lideró la Liga Central en aperturas (31) y fue segundo en entradas lanzadas (209 y un tercio), cuarto en ponches (149) y octavo en victorias (10).

La lesión del as del equipo le dio repentinamente la oportunidad de abrir el primer juego de la temporada y desde entonces nunca perdió su turno en la rotación hasta finales de año. No obstante, esa inmensa carga de trabajo le pasó factura al año siguiente, cuando una lesión lo limitó a apenas 6 partidos y al final le costó su puesto en el equipo y le puso punto final a su carrera en Japón.

Desconocemos la razón por la cual el manager Motonobu Tanishige ha utilizado tanto a Valdés en lo que va de temporada, pero es probable que se trate del simple hecho de que el cubano es uno de los apenas 3 abridores confiables con los que cuenta el equipo en este momento.

Sin embargo, resulta curioso que ninguno de los otros dos haya trabajado tanto ni tan seguido como lo ha hecho el caribeño hasta ahora.

Puede que al estratega le agrade el espíritu guerrero y batallador del zurdo y sea por eso que le esté dando tantas oportunidades de abrir juegos, pero también es posible que su razonamiento sea más bien el de un piloto kamikaze.

Valdés cumplirá 38 años en noviembre y tal vez Tanishige considere que, ocurra lo que ocurra, este será el único año que el lanzador pase en Japón, por lo que su preferencia es entonces aprovechar al máximo su buen rendimiento actual y no esperar hasta que, inevitablemente, entre en declive.

Pongámoslo más claro, es posible que su intención sea exprimir todo lo que pueda del cubano esta temporada y luego dejarlo en libertad a finales de año, salvo que a pesar del desgaste todavía le quede algo en el tanque para la campaña que viene.

En realidad, no creemos que ese sea el plan de Tanishige, pero después de lo que hemos visto hasta ahora sin duda se trata de una posibilidad.

Lo ideal sería darle más descanso, de manera que su buen rendimiento se extienda también hasta el año que viene y quizás más, pero si el equipo está decidido a utilizarlo hasta que no pueda más, entonces no es mucho lo que el serpentinero pueda hacer para cambiar su destino.

Esperemos que a pesar del ritmo desenfrenado al que ha estado trabajando al menos pueda completar la temporada y registrar números que confirmen su calidad como lanzador, pero sin duda nos preocupa que una lesión pueda poner punto y final a su paso por Japón más temprano de lo necesario.

Le deseamos la mejor de las suertes para esta campaña, que se mantenga sano y que, pase lo que pase, pueda ganarse un nuevo contrato para el año que viene.