La activa colega Mayli Estévez, del periódico Vanguardia de Villa Clara, realizó hace unos días una entrevista al jardinero del equipo de Santiago de Cuba, Edilse Silva, en la cual el este aborda varios tópicos de interés, los cuales deseamos compartir con los lectores. Aquí les va.

Edilse Silva está liderando uno de los departamentos ofensivos más difíciles en el béisbol. Más por lo «casual» que por el empeño. Edilse Silva es líder en triples de la 54 Serie Nacional. Pero el que fuera campeón nacional dos campañas atrás con Villa Clara, carga más de una insatisfacción a cuestas. Pasó de hacer el equipo Cuba, como quien pasa de un helado que no puede comprar, aunque cree merecer, y con la afición santiaguera planteó un punto de quiebre.

«Me enorgullece lo que ocurre en esta provincia de Villa Clara, también me sucede en Holguín. Que te aplaudan aunque haya pasado el tiempo. Estos son dos lugares en los cuales me he sentido muy bien. Pero tengo una espina con Santiago, un dolor, ahí no soy aplaudido. Vaya, no es que eso me quite, pero se escuchan los comentarios, dicen que solo bateo fuera del Guillermón. En un final esas mismas cosas son las que te hacen sentir más cómodo afuera, porque en verdad en Santiago cuesta trabajo jugar pelota. Uno, que ha visto otros públicos, compara y se da cuenta».

—¿Qué pasa con la afición santiaguera?

—Es muy exigente, además de que hay una parte que va al estadio a gritarte groserías. Allá no defienden a los suyos, como en otros lugares.

—¿Te pareció distinto aquí?

—Pues mira que sí, no sé si porque era nuevo. Es cierto, y yo hasta lo entiendo, que toda afición cuando el equipo está mal te ataque, pero en Villa Clara yo pasé por un período de baja, estuve mal y siempre me sentí animado.

—Creo que los santiagueros tienen más de un motivo para exigirle a ese equipo que recuerde su historia.

—Sí, pero si la afición apoyara más, este fuera otro Santiago, menos presionado. Por ejemplo, cuando empecé sentía los reclamos, y me acomplejaban. No me sentía del todo dispuesto a la hora de jugar. Eso mismo les está pasando hoy a los nuevos, y este equipo depende en buena parte de esos jóvenes. Tú escuchas palabras horrendas, nosotros nos quedamos atónitos. Esa es de las aficiones más estrictas que hay en Cuba.

—Al menos este año el equipo está en la pelea por la Clasificación

—Hemos logrado algo que en otras temporadas no se veía, un equipo unido, joven, pero unido. Los de más experiencia transmitimos lo que sabemos, nos hablamos unos a otros, un buen colectivo en general. Algunos juegos se nos van de la mano, es cierto, de momento se nos vira todo al revés, pero así es la pelota. El sub 23 estuvo muy bien en su campeonato, y casi todos están aquí ahora. En el pitcheo hay muchachos jóvenes de mucha calidad, esperemos que sigan superándose, pero tienen que jugar, porque lo que lo da todo en un final es el terreno.

—Dice un eslogan que Santiago sigue siendo Santiago, pero este es otro Santiago. Priman la velocidad y los toques de bola.

—La metodología ha cambiado, ya no es ese equipo Santiago que era al batazo nada más. Ahora se apuesta más al juego chiquito, al toque de bola, al robo de base, yo digo que jugamos mejor béisbol así. Igual es una mentalidad que se adquiere poco a poco, cuesta adaptarse, más para el público que sigue a Santiago que por nosotros mismos. Hay cosas de las que cuesta desacostumbrarse».

—Siempre se pregunta por el «Cuba», pero en la actualidad hay más de una motivación ¿o no?

—Mi meta ya no es el «Cuba», mi meta es rendir. Cuando rindo, ayudo al equipo. Si Edilse anda bien, Santiago andamejor. Esa es mi filosofía ahora. El béisbol es un juego colectivo, si hay que tocar bola lo haré, también si hay que darel hit, impulsar la carrera, dar el jonrón. Hay situaciones que decepcionan, por ejemplo en la Serie del Caribe no estababien al bate, tampoco se me dio la confianza ni la posibilidad. El asunto es ese, que conmigo fue muy sencillo, este anda mal y listo. Nunca me dieron la confianza que necesita un atleta cuando atraviesa un mal momento.

—¿Y el ahora?

—Estoy en el nivel que quería estar, no empecé muy bien. Mis compañeros me apoyaron, recibí ayuda de una psicóloga, a la que le agradezco un mundo. Y como ven, estoy aquí, listo para la guerra. ¿Contrato en el exterior? Eso espero, deseo y quiero. Las cosas pueden salir todavía mucho mejor. Hasta ahora no me ha visto nadie en particular, pero mantengo la fe.

—¿Si Santiago quedara en el camino…?

—En caso de que no clasifiquemos, que es difícil, me gustaría jugar aquí. Defender sus colores como los defendí antes, junto a los que vengan y a este gran equipo. Este «Villa Clara», que gana los partidos que se deben ganar. Los admiro por eso.