Mientras el presidente de la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) ha declarado este jueves en conferencia de prensa que espera respuesta de la representación diplomática de República Dominicana en México, para saber si el pasaporte del pelotero cubano Alfredo Despaigne es legal o no, la Federación Cubana del deporte acaba de alegar en una nota que “no tiene responsabilidad alguna con la presumible violación de las normas que rigen el proceso de inscripción de jugadores en la Liga Mexicana de Béisbol”.
Plinio Escalante, máximo dirigente de la liga azteca, informó que la institución ha solicitado a través de sus abogados ante la representación diplomática de la República Dominicana en México que “abra un proceso para investigar si el documento es ilegal; de no recibir respuesta, al no ser nosotros una institución oficial o diplomática, nuestros abogados nos marcarían el camino que necesitamos recorrer para saber de la legalidad del pasaporte". La conferencia de prensa tuvo lugar en el Foro Sol del Distrito Federal y en ella quedó claro que en caso de no ser válido el documento, se tomarían las medidas necesarias, de acuerdo con el reglamento del Campeonato. Escalante dijo, además, que darán parte a la Procuraduría General de la República y al Instituto Nacional de Migración y agregó que, "como medida preventiva y en espera de la comunicación oficial por parte de las autoridades dominicanas, la LMB procede a suspender temporalmente al jugador Alfredo Despaigne".
Por su parte, directivos de los Piratas de Campeche aceptaron haber encargado a un despacho conseguir el pasaporte dominicano a Despaigne para poder jugar en México, una confesión que obliga a preguntarse cuáles criterios manejó el club para realizar semejante pedido, si hasta el momento nadie ha aportado elementos que avalen al cubano para poder aspirar a obtener legalmente el pasaporte quisqueyano. Pero, sobre todo, este nuevo giro contradice las recientes declaraciones de Enrique Rosado, presidente de los Piratas, quien dijo a ESPNdeportes.com: "Es la primera vez que escucho hablar del tema. La Liga Mexicana es una institución respetable que no hace cosas indebidas. Campeche respeta las reglas".
Al respecto, Escalante aclaró que no habrá persecución contra peloteros extranjeros en México, y menos con los cubanos, aunque destacó que esto sienta un precedente para poner mayor cuidado en lo relativo la legalidad de algunos documentos. "LMB no va a impedir que trabaje ningún jugador de ninguna nacionalidad, pero somos parte de la National Association, que depende de las Ligas Mayores, y debemos respetar ciertos requisitos, y como miembros que somos de esta institución, nos dijeron que los cubanos podían seguir jugando, sólo que debían tener una nacionalidad alternativa o residencia alternativa a su país", explicó antes de informar que "de los otros cubanos en la LMB han sido revisadas sus documentaciones, hay estadounidenses, costarricenses, hondureños, hay revisión de parte de la oficina de Grandes Ligas y nos da la tranquilidad de que la documentación está revisada, no vamos a perseguir a todos los cubanos, ellos juegan, están rindiendo, como lo hacía Despaigne", concluyó.
En tanto, la parte cubana condenó el presumible fraude, por considerar que “viola flagrantemente los principios éticos de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), organismo que ha propiciado y vela por el desarrollo del proceso de contratación de jugadores cubanos en ligas extranjeras, como parte de la nueva política de remuneración a atletas y entrenadores”.
En su comunicado, la Federación Cubana apela a la nota divulgada el 15 de mayo por la directiva del equipo campechano, la cual expresa en su segundo punto que “las Instituciones Deportivas de Cuba, en especial la Federación de Béisbol, son absolutamente ajenas a los hechos que los medios de comunicación han generado en República Dominicana y que se han publicado con relación al jugador antillano”.
Con todo, escuchadas las posiciones de una y otra partes, la cruda realidad es que en ningún caso se utilizaron términos cercanos a la intención expresa de proteger al jugador o darle todo el apoyo a un muchacho que solo desea jugar al béisbol y que de pronto se ve atrapado en esta intrincada maraña legal, consustancial al deporte profesional de hoy. Del mismo modo, y aunque seguramente sea auténtico su desconocimiento del caso, la Federación Cubana tendrá que asumir su parte de responsabilidad, pues se antoja bastante obvio que una restricción como la mencionada debería ser de pleno conocimiento para la institución que representa al jugador ante la Liga Mexicana. Dada la gravedad de los acontecimientos, la ignorancia de quienes tenían la obligación de velar por la tranquilidad jurídica de Despaigne, debería ser juzgada como una soberana falta de responsabilidad, más punible aún por haber propiciado otro bochorno monumental para el béisbol cubano.
Plinio Escalante, máximo dirigente de la liga azteca, informó que la institución ha solicitado a través de sus abogados ante la representación diplomática de la República Dominicana en México que “abra un proceso para investigar si el documento es ilegal; de no recibir respuesta, al no ser nosotros una institución oficial o diplomática, nuestros abogados nos marcarían el camino que necesitamos recorrer para saber de la legalidad del pasaporte". La conferencia de prensa tuvo lugar en el Foro Sol del Distrito Federal y en ella quedó claro que en caso de no ser válido el documento, se tomarían las medidas necesarias, de acuerdo con el reglamento del Campeonato. Escalante dijo, además, que darán parte a la Procuraduría General de la República y al Instituto Nacional de Migración y agregó que, "como medida preventiva y en espera de la comunicación oficial por parte de las autoridades dominicanas, la LMB procede a suspender temporalmente al jugador Alfredo Despaigne".
Por su parte, directivos de los Piratas de Campeche aceptaron haber encargado a un despacho conseguir el pasaporte dominicano a Despaigne para poder jugar en México, una confesión que obliga a preguntarse cuáles criterios manejó el club para realizar semejante pedido, si hasta el momento nadie ha aportado elementos que avalen al cubano para poder aspirar a obtener legalmente el pasaporte quisqueyano. Pero, sobre todo, este nuevo giro contradice las recientes declaraciones de Enrique Rosado, presidente de los Piratas, quien dijo a ESPNdeportes.com: "Es la primera vez que escucho hablar del tema. La Liga Mexicana es una institución respetable que no hace cosas indebidas. Campeche respeta las reglas".
Al respecto, Escalante aclaró que no habrá persecución contra peloteros extranjeros en México, y menos con los cubanos, aunque destacó que esto sienta un precedente para poner mayor cuidado en lo relativo la legalidad de algunos documentos. "LMB no va a impedir que trabaje ningún jugador de ninguna nacionalidad, pero somos parte de la National Association, que depende de las Ligas Mayores, y debemos respetar ciertos requisitos, y como miembros que somos de esta institución, nos dijeron que los cubanos podían seguir jugando, sólo que debían tener una nacionalidad alternativa o residencia alternativa a su país", explicó antes de informar que "de los otros cubanos en la LMB han sido revisadas sus documentaciones, hay estadounidenses, costarricenses, hondureños, hay revisión de parte de la oficina de Grandes Ligas y nos da la tranquilidad de que la documentación está revisada, no vamos a perseguir a todos los cubanos, ellos juegan, están rindiendo, como lo hacía Despaigne", concluyó.
En tanto, la parte cubana condenó el presumible fraude, por considerar que “viola flagrantemente los principios éticos de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), organismo que ha propiciado y vela por el desarrollo del proceso de contratación de jugadores cubanos en ligas extranjeras, como parte de la nueva política de remuneración a atletas y entrenadores”.
En su comunicado, la Federación Cubana apela a la nota divulgada el 15 de mayo por la directiva del equipo campechano, la cual expresa en su segundo punto que “las Instituciones Deportivas de Cuba, en especial la Federación de Béisbol, son absolutamente ajenas a los hechos que los medios de comunicación han generado en República Dominicana y que se han publicado con relación al jugador antillano”.
Con todo, escuchadas las posiciones de una y otra partes, la cruda realidad es que en ningún caso se utilizaron términos cercanos a la intención expresa de proteger al jugador o darle todo el apoyo a un muchacho que solo desea jugar al béisbol y que de pronto se ve atrapado en esta intrincada maraña legal, consustancial al deporte profesional de hoy. Del mismo modo, y aunque seguramente sea auténtico su desconocimiento del caso, la Federación Cubana tendrá que asumir su parte de responsabilidad, pues se antoja bastante obvio que una restricción como la mencionada debería ser de pleno conocimiento para la institución que representa al jugador ante la Liga Mexicana. Dada la gravedad de los acontecimientos, la ignorancia de quienes tenían la obligación de velar por la tranquilidad jurídica de Despaigne, debería ser juzgada como una soberana falta de responsabilidad, más punible aún por haber propiciado otro bochorno monumental para el béisbol cubano.