El manager de los mexicanos Tomateros de Culiacán, Benjamín Gil, defendió el formato de la Serie del Caribe 2015, que concluyó con victoria del equipo cubano Vegueros de Pinar del Río, después de un inicio complicado.
"Creo que con cinco equipos es muy difícil criticar el sistema, además, cuando llegamos aquí todos sabíamos cuál era el sistema", aseguró Gil, seleccionado Dirigente del Año de la contienda en la que, además, participaron Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico, país anfitrión.
El director técnico de los subcampeones detalló que esta es una temporada en la que cada equipo juega cuatro partidos y los mejores cuatros van a un play off de dos días, del cual surge el campeón.
Recordó que el año pasado Dominicana se quejó del formato, cuando consideró que no le favoreció, a pesar de que los diversos equipos se someten al mismo sistema.
Gil puso como ejemplo la temporada de 2001 del béisbol de las Grandes Ligas de Estados Unidos, cuando los Marineros de Seattle debieron llevarse el banderín porque ganaron la mayor cantidad de juegos, lo que no ocurrió al perder en la fase final.
"Después de quedar primero, tienes que pasar a la postemporada y comenzar de cero. No lo veo como injusto en la Serie del Caribe; conocíamos el sistema, no hay injusticia, es con el que jugamos y hay que tratar de ganar el campeonato", reiteró Gil.
Para el piloto de Vegueros de Pinar del Río, Alfonso Urquiola, se trató de un torneo muy competitivo, en el cual todos se sometieron por al mismo método.
Expresó que el trofeo de monarca conquistado por Cuba "más que un triunfo nuestro es un triunfo del béisbol del Caribe".
Urquiola, que agradeció a todos los que tuvieron que ver con el torneo, incluidos sus jugadores y la afición puertorriqueña, afirmó que los cinco equipos dieron lo mejor de sí defendiendo sus colores en esta 57 Serie del Caribe.
El presidente de la Confederación de Béisbol Profesional de Caribe, el dominicano Juan Francisco Puello, rechazó también que se cuestione el sistema de la Serie del Caribe porque se determina en conjunto por los integrantes del organismo.
"No voy a decir que este sistema es mejor que aquel, lo que sí es importante es que no debemos quererlo cambiar cada año dependiendo de como le fue a un determinado equipo", dijo Puello a los periodistas luego de concluida la entrega de los premios, incluido el trofeo de campeón a Cuba.
Vegueros de Pinar del Río comenzó mal la etapa clasificatoria, al punto que su pase a la semifinal fue gracias a su única victoria ante el equipo puertorriqueño Cangrejeros de Santurce y al triunfo del dominicano Gigantes del Cibao sobre los Tomateros de Cualiacán.
En la semifinal ante el invicto conjunto venezolano Caribes de Anzoátegui, los peloteros cubanos se destaparon a batear y lograron remontar una ventaja de cuatro carreras y en solo dos innings (sexto y séptimo) hacer las ocho carreras que definieron su pase a la final contra los Tomateros.
Con el respaldo de buena parte de los cerca de siete mil 800 espectadores, Vegueros consiguió vencer 3-2 a los Tomateros para llevarse la copa de campeones en el segundo año de Cuba en el torneo como invitado, tras más de medio siglo debido al bloqueo impuesto por Estados Unidos, que todavía le impide recibir la dote de 75 mil dólares para el equipo monarca.
"Creo que con cinco equipos es muy difícil criticar el sistema, además, cuando llegamos aquí todos sabíamos cuál era el sistema", aseguró Gil, seleccionado Dirigente del Año de la contienda en la que, además, participaron Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico, país anfitrión.
El director técnico de los subcampeones detalló que esta es una temporada en la que cada equipo juega cuatro partidos y los mejores cuatros van a un play off de dos días, del cual surge el campeón.
Recordó que el año pasado Dominicana se quejó del formato, cuando consideró que no le favoreció, a pesar de que los diversos equipos se someten al mismo sistema.
Gil puso como ejemplo la temporada de 2001 del béisbol de las Grandes Ligas de Estados Unidos, cuando los Marineros de Seattle debieron llevarse el banderín porque ganaron la mayor cantidad de juegos, lo que no ocurrió al perder en la fase final.
"Después de quedar primero, tienes que pasar a la postemporada y comenzar de cero. No lo veo como injusto en la Serie del Caribe; conocíamos el sistema, no hay injusticia, es con el que jugamos y hay que tratar de ganar el campeonato", reiteró Gil.
Para el piloto de Vegueros de Pinar del Río, Alfonso Urquiola, se trató de un torneo muy competitivo, en el cual todos se sometieron por al mismo método.
Expresó que el trofeo de monarca conquistado por Cuba "más que un triunfo nuestro es un triunfo del béisbol del Caribe".
Urquiola, que agradeció a todos los que tuvieron que ver con el torneo, incluidos sus jugadores y la afición puertorriqueña, afirmó que los cinco equipos dieron lo mejor de sí defendiendo sus colores en esta 57 Serie del Caribe.
El presidente de la Confederación de Béisbol Profesional de Caribe, el dominicano Juan Francisco Puello, rechazó también que se cuestione el sistema de la Serie del Caribe porque se determina en conjunto por los integrantes del organismo.
"No voy a decir que este sistema es mejor que aquel, lo que sí es importante es que no debemos quererlo cambiar cada año dependiendo de como le fue a un determinado equipo", dijo Puello a los periodistas luego de concluida la entrega de los premios, incluido el trofeo de campeón a Cuba.
Vegueros de Pinar del Río comenzó mal la etapa clasificatoria, al punto que su pase a la semifinal fue gracias a su única victoria ante el equipo puertorriqueño Cangrejeros de Santurce y al triunfo del dominicano Gigantes del Cibao sobre los Tomateros de Cualiacán.
En la semifinal ante el invicto conjunto venezolano Caribes de Anzoátegui, los peloteros cubanos se destaparon a batear y lograron remontar una ventaja de cuatro carreras y en solo dos innings (sexto y séptimo) hacer las ocho carreras que definieron su pase a la final contra los Tomateros.
Con el respaldo de buena parte de los cerca de siete mil 800 espectadores, Vegueros consiguió vencer 3-2 a los Tomateros para llevarse la copa de campeones en el segundo año de Cuba en el torneo como invitado, tras más de medio siglo debido al bloqueo impuesto por Estados Unidos, que todavía le impide recibir la dote de 75 mil dólares para el equipo monarca.