Tras la ausencia prolongada por una grave lesión del estelar segunda base cubano Héctor Olivera, originario de Santiago de Cuba, esta posición se ve como uno de los puntos débiles para el venidero Clásico Mundial de Béisbol a celebrarse en marzo del 2013.
Aunque todo indica que serán Juan Carlos Torriente, jugador de Industriales (La Habana) y José Miguel Fernández de Matanzas los que integrarán la nómina final del elenco antillano a dicho torneo, hay otras dos opciones que tienen el aval suficiente para ser los que asuman la responsabilidad, que se pudieran colocar en la lista oficial a entregarse el 3 de diciembre.
Digo esto, tras lo visto en la gira por Asia, específicamente en Taipei de China Y Japón, donde Torriente y Fernández no mostraron todo el nivel que se le exige a un pelotero cubano para certámenes de esta índole. El primero no pudo conectar con solidez el pitcheo rival, pues le estuvieron trabajando con lanzamientos en la zona pegada y él es un “castigador” de las bolas que rompen hacia fuera, dirigiéndolas de manera excelente para el jardín derecho. Mientras que el matancero, aunque con mejores números ofensivos que el capitalino durante el recorrido por el lejano oriente, su defensa y la falta de concentración al momento de estar en bases hacen brotar las dudas de especialistas y seguidores.
Dayan García, intermedista de la joven provincia de Artemisa, que estuvo discutiendo un puesto en la preselección nacional hasta el último instante, es una de las variantes a las que me refería anteriormente. En la última Serie Nacional de la pelota cubana resultó la segunda base más ofensiva de la campaña regular.
Sus 322 de average, con 22 dobles, 3 triples y 11 cuadrangulares, muestran un poder con el madero superior a los otros dos candidatos. Además no todo fue fuerza, sus 74 sencillos dan una medida del buen contacto que suele tener con la bola, hecho que también se confirma con los pocos ponches que recibió en comparación con los turnos al cajón de bateo (23 en 342).
Defensivamente lució con pocas fisuras, pues en 91 partidos con su equipo y en 467 lances, sólo cometió 4 pifias, para un promedio de 991. Esto hace pensar en como puede ser posible que no le dieran la oportunidad en el periplo asiático.
Mi otra propuesta, la que puede causar que me llenen de críticas, se llama Rudy Reyes, jugador lleno de experiencia; tanto nacional como internacionalmente, incluso con participación en los dos Clásicos anteriores (2006 y 2009). Tuvo su mejor campaña doméstica en la pasada Serie 51 con el equipo Industriales. Siendo llevado y posteriormente separado en uno de los cortes del concentrado cubano.
Es bueno aclarar que este jugador es un 3B natural, pero durante varios años se ha mostrado como utility de cuadro en los equipos Cuba, siendo de mucha ayuda sobre todo en momentos claves del juego y con el madero en la mano. Claro que mi propuesta se basa no sólo en lo más reciente, sino en aquel Campeonato Mundial de 2005 desarrollado en Holanda y donde el pelotero habanero jugó en la segunda almohadilla con muchas críticas favorables.
Algunos de los números de Rudy superan los del artemiseño, su coequipero y el matancero, como por ejemplo el promedio de bateo, 353, 112 indiscutibles (Aquí Torriente se sale por encima con 114) y 60 carreras impulsadas. Además en otros acápites que casi no se manejan en nuestro país para comparar el rendimiento de los atletas, tiene registros mejores que los otros 3. En dos de ellos, el OBP y el SLG, dejó marcas de 439 y 505 respectivamente.
Quizás la mayor preocupación se ve en la defensa, pues sus 23 errores en 344 lances durante 89 partidos, lo que dio un anémico 933 en fildeo, hace colocar el signo de interrogación a la hora de insertarlo en la lista definitiva.
No obstante los que parecen seguros pueden mejorar su rendimiento foráneo y ayudar lo suficiente a un equipo que tendrá que batallar bien duro para al menos acercarse a lo hecho en el año 2006, anhelo de todos los cubanos que amamos el béisbol.
Nos vemos desde las gradas
Aunque todo indica que serán Juan Carlos Torriente, jugador de Industriales (La Habana) y José Miguel Fernández de Matanzas los que integrarán la nómina final del elenco antillano a dicho torneo, hay otras dos opciones que tienen el aval suficiente para ser los que asuman la responsabilidad, que se pudieran colocar en la lista oficial a entregarse el 3 de diciembre.
Digo esto, tras lo visto en la gira por Asia, específicamente en Taipei de China Y Japón, donde Torriente y Fernández no mostraron todo el nivel que se le exige a un pelotero cubano para certámenes de esta índole. El primero no pudo conectar con solidez el pitcheo rival, pues le estuvieron trabajando con lanzamientos en la zona pegada y él es un “castigador” de las bolas que rompen hacia fuera, dirigiéndolas de manera excelente para el jardín derecho. Mientras que el matancero, aunque con mejores números ofensivos que el capitalino durante el recorrido por el lejano oriente, su defensa y la falta de concentración al momento de estar en bases hacen brotar las dudas de especialistas y seguidores.
Dayan García, intermedista de la joven provincia de Artemisa, que estuvo discutiendo un puesto en la preselección nacional hasta el último instante, es una de las variantes a las que me refería anteriormente. En la última Serie Nacional de la pelota cubana resultó la segunda base más ofensiva de la campaña regular.
Sus 322 de average, con 22 dobles, 3 triples y 11 cuadrangulares, muestran un poder con el madero superior a los otros dos candidatos. Además no todo fue fuerza, sus 74 sencillos dan una medida del buen contacto que suele tener con la bola, hecho que también se confirma con los pocos ponches que recibió en comparación con los turnos al cajón de bateo (23 en 342).
Defensivamente lució con pocas fisuras, pues en 91 partidos con su equipo y en 467 lances, sólo cometió 4 pifias, para un promedio de 991. Esto hace pensar en como puede ser posible que no le dieran la oportunidad en el periplo asiático.
Mi otra propuesta, la que puede causar que me llenen de críticas, se llama Rudy Reyes, jugador lleno de experiencia; tanto nacional como internacionalmente, incluso con participación en los dos Clásicos anteriores (2006 y 2009). Tuvo su mejor campaña doméstica en la pasada Serie 51 con el equipo Industriales. Siendo llevado y posteriormente separado en uno de los cortes del concentrado cubano.
Es bueno aclarar que este jugador es un 3B natural, pero durante varios años se ha mostrado como utility de cuadro en los equipos Cuba, siendo de mucha ayuda sobre todo en momentos claves del juego y con el madero en la mano. Claro que mi propuesta se basa no sólo en lo más reciente, sino en aquel Campeonato Mundial de 2005 desarrollado en Holanda y donde el pelotero habanero jugó en la segunda almohadilla con muchas críticas favorables.
Algunos de los números de Rudy superan los del artemiseño, su coequipero y el matancero, como por ejemplo el promedio de bateo, 353, 112 indiscutibles (Aquí Torriente se sale por encima con 114) y 60 carreras impulsadas. Además en otros acápites que casi no se manejan en nuestro país para comparar el rendimiento de los atletas, tiene registros mejores que los otros 3. En dos de ellos, el OBP y el SLG, dejó marcas de 439 y 505 respectivamente.
Quizás la mayor preocupación se ve en la defensa, pues sus 23 errores en 344 lances durante 89 partidos, lo que dio un anémico 933 en fildeo, hace colocar el signo de interrogación a la hora de insertarlo en la lista definitiva.
No obstante los que parecen seguros pueden mejorar su rendimiento foráneo y ayudar lo suficiente a un equipo que tendrá que batallar bien duro para al menos acercarse a lo hecho en el año 2006, anhelo de todos los cubanos que amamos el béisbol.
Nos vemos desde las gradas