Mientras los peloteros comienzan a entrenar en Grandes Ligas preparándose para la temporada, como todos los años nunca faltan los análisis pretemporada o los elementos a los que se debe estar pendiente de cara a la nueva campaña.
Y como resaltó el sitio Sportsonearth.com hace unos días, hay unas cuantas rivalides entre pitchers y bateadores a las que hay que ponerle el ojo por lo que han mostrado en el terreno en pasadas confrontaciones.
Como en toda contienda deportiva, siempre tiene que haber un ganador, y lo interesante es que si bien hay pitchers dominantes en su liga, siempre encuentran un némesis en uno que otro bateador. Igual ocurre a la inversa, con bateadores que son dominantes aun contra lanzadores de alto perfil, pero que en ocasiones no pueden ni siquiera defenderse contra alguno en particular.
Uno de esos casos extremos es el que presenta la rivalidad entre Justin Verlander, ganador de los premios Cy Young y de Jugador Más Valioso de 2011 con los Tigres de Detroit, y el inicialista de los Mellizos de Minnesota, Joe Mauer, el Más Valioso de la Liga Americana en 1999. Mauer le tiene la medida como lo demuestra su .369 de bateo contra Verlander, producto de 24 imparables en 65 turnos de por vida, incluyendo tres jonrones.
Otra rivalidad en que la balanza está inclinada a favor del bateador es la de Paul Goldschmidt versus el lanzador Tim Lincecum. Y de qué manera. Goldschmidt, de Arizona, le ha conectado siete jonrones al dos veces ganador del Cy Young, de los Gigantes de San Francisco. Le batea para promedio de .536, y esos siete jonrones son casi la mitad de sus imparables (15).
Otra que parece más cerrada es la de David Ortiz, toletero de los Medias Rojas de Boston, versus David Price, especialmente mientras estuvo contra Tampa Bay antes de ser cambiado a Detroit, porque con los rivales de la división este, los Rays, los enfrentamientos eran más frecuentes que contra los Tigres. Aquí la ventaja es para Price, contra quien David promedia solo .250. En otras palabras, el dominicano le conecta de hit cada cuatro turnos. En 48 enfrentamientos le ha conectado dos jonrones entre sus 12 hits.
De todas, como destacó el sitio especializado, una de las rivalides más interesantes debe ser la del cubano de los Dodgers, Yasiel Puig, y el as de los Gigantes de San Francisco, Madison Bumgarner.
Puig le ha conectado seis hits en 22 turnos, para promedio de .273, pero entre sus batazos tiene dos jonrones. La rivalidad comenzó en mayo cuando Puig le desapareció una pelota a Bumgarner y la forma en que tiró el bate y corrió las bases no le gustó al pitcher, quien le vociferó al cubano cuando este iba por la línea de tercera. Ambos intercambiaron palabras.
Y como resaltó el sitio Sportsonearth.com hace unos días, hay unas cuantas rivalides entre pitchers y bateadores a las que hay que ponerle el ojo por lo que han mostrado en el terreno en pasadas confrontaciones.
Como en toda contienda deportiva, siempre tiene que haber un ganador, y lo interesante es que si bien hay pitchers dominantes en su liga, siempre encuentran un némesis en uno que otro bateador. Igual ocurre a la inversa, con bateadores que son dominantes aun contra lanzadores de alto perfil, pero que en ocasiones no pueden ni siquiera defenderse contra alguno en particular.
Uno de esos casos extremos es el que presenta la rivalidad entre Justin Verlander, ganador de los premios Cy Young y de Jugador Más Valioso de 2011 con los Tigres de Detroit, y el inicialista de los Mellizos de Minnesota, Joe Mauer, el Más Valioso de la Liga Americana en 1999. Mauer le tiene la medida como lo demuestra su .369 de bateo contra Verlander, producto de 24 imparables en 65 turnos de por vida, incluyendo tres jonrones.
Otra rivalidad en que la balanza está inclinada a favor del bateador es la de Paul Goldschmidt versus el lanzador Tim Lincecum. Y de qué manera. Goldschmidt, de Arizona, le ha conectado siete jonrones al dos veces ganador del Cy Young, de los Gigantes de San Francisco. Le batea para promedio de .536, y esos siete jonrones son casi la mitad de sus imparables (15).
Otra que parece más cerrada es la de David Ortiz, toletero de los Medias Rojas de Boston, versus David Price, especialmente mientras estuvo contra Tampa Bay antes de ser cambiado a Detroit, porque con los rivales de la división este, los Rays, los enfrentamientos eran más frecuentes que contra los Tigres. Aquí la ventaja es para Price, contra quien David promedia solo .250. En otras palabras, el dominicano le conecta de hit cada cuatro turnos. En 48 enfrentamientos le ha conectado dos jonrones entre sus 12 hits.
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