Este deviene séptimo match después de recuperados los interesantes y tradicionales duelos en el año 2012. En los seis enfrentamientos anteriores, el balance de victorias favorece 4-2 a los estadounidenses, que han ganado 16 de los 30 partidos efectuados.

Los elencos norteamericanos vencieron en 2013 (5-0); 2015 (3-2) y 2017 (3-2), siempre como anfitriones, así como el duelo del año 2016, por 3-2, escenificado en estadios de Ciego de Ávila, La Habana, y Pinar del Rio.

Mientras, Cuba salió airosa en los topes bilaterales de 2012 (3-2, en el estadio Latinoamericano) y 2014 (5-0, en Pinar del Rio y Matanzas).

De cara a la justa regional, en la cual debutarán el venidero día 20 contra México, los alumnos del director técnico granmense Carlos Martí desarrollaron el mes pasado varios partidos amistosos contra las selecciones de Venezuela y Colombia, que también acudirán al certamen beisbolero en Barranquilla.

Entretanto, el conjunto estadounidense, dirigido por Paul Manieri, y pletórico del talento inherente a sus jugadores universitarios, acaba de vencer en cinco juegos al cuadro nacional de Taipéi de China, además conseguir tres éxitos y apenas un fracaso contra el representativo de Japón.

Según muestran las estadísticas de esos nueve cotejos en estadios asiáticos, los estadounidenses batearon muy poco; pero sus lanzadores, muchos de ellos con envíos sostenidos por encima de las 90 millas, han culminado la tarea. Además, la defensa ha sido excelente.

Según las alineaciones empleadas por Manieri en esos nueve partidos contra Taipéi y Japón, podría abrir hoy con Zach Watson (cf), Dominic Fletcher (rf), Adley Rutschman (c), Andrew Vaugh (1b) y el joven de apenas en primer año colegial, Daniel Cabrera (lf), considerado el mejor talento del colectivo.

Además, también irían a la grama Bryan Packard (bd), Josh Jung (3b), Bryson Stott (ss) y Braden Shewmake (2b). Por Cuba, el mentor Víctor Figueroa anunció como abridor del juego al derecho matancero Roy Hernández.

Sin dudas, Cuba podrá sacar provecho de estos cinco enfrentamientos, ya que sus bateadores se medirán a lanzadores de mucha calidad a pesar de su corta edad; y en Barranquilla, el picheo será más débil.