Tras los cinco fracasos y solo tres éxitos en la gira por el Oriente del equipo Ciego de Ávila, al menos no me pueden tildar que no les advertí en la anterior edición: ¿"pero en verdad alguien creyó que lo del boleto de los avileños en esta justa era algo así como coser y cantar"? Por lo que vuelvo a insistir antes de continuar estas líneas: Ciego de Ávila no es "un fuera de serie".

No se trata de intentar "poner la teja antes que caiga la gotera" ni que la intención sea de "pájaro de mal agüero" e insinuar que el equipo no logrará el boleto para la siguiente fase. Es simplemente la objetividad de saber que no hay mucha diferencia de calidad entre Los Tigres y los restantes conjuntos.

Pero aquella armonía de sus líneas de la que hablé antes de tomar carretera hizo agua en los últimos ocho partidos, su ofensiva (280) descendió ocho puntos, su pitcheo (3,89) antes de partir era de solo 3,19 y la defensa que mostraba un impresionante 982 es ahora de 987. Lógicas entonces los cinco fracasos.

No obstante, está fuera de tono algunos comentarios que por estos días he escuchado en no pocas tertulias beisboleras de que el equipo está mal y que lo acontecido en esas tres subseries resultó un descalabro total. ¿Cómo calificar de mal a un conjunto que aparece en la tercera plaza a solo un juego y medio de la primera plaza?

Los dos últimos campeones, Villa Clara y Pinar del Río aparecen a tres y medio y siete juegos, respectivamente. Los que hablan de "derrumbe" de los nuestros...?que calificativo emplearían con esos dos casos? Algunos aluden que la pasión es ciega. Y habría que agregar: e injusta.

Yander Guevara, que tras la ausencia de Vladimir García está llamado a convertirse en el principal exponente en la lomita de los felinos, no ha estado a la altura de esas expectativas.

No es tan preocupante su alto promedio de PCL (4,09) como las cuatro bases por bolas que otorga en cada encuentro. Un lanzador de sus características lleva las de perder cuando está constantemente debajo en el conteo y eso lo confirman los tres cuadrangulares admitidos y el average de 277 que le promedian los bateadores.

Pero reconforta la labor que realiza el jovencito Yunier Cano, pues a su balance de cuatro triunfos y un solo fracaso, debe agregarse que los rivales le batean solo 214 y trabaja para 1,37 carreras limpias por cada nueve entradas de actuación.

En cuanto al ataque, Yorelvis Charles (361) sigue muy bien con el madero y ya anda por 15 carreras impulsadas, una menos que el cuarto bate Yoelvis Fiss, mientras que José Adolis García no se queda atrás para 354 con 12 fletadas para el home.

Ahora, en el estadio José Ramón Cepero, la tropa que dirige Roger Machado enfrentará a Santiago de Cuba e Isla de la Juventud, dos equipos que también aspiran al pasaporte. Como anfitriones, Los Tigres han salido airosos en 11 oportunidades con solo cuatro reveses. Veremos si esa tendencia se mantiene.