A Alfredo Ríos Fuentes, un joven de 27 años, lo conocimos en el reciente Congreso Internacional Cubamotricidad 2018. En una de las salas del Palacio de Convenciones defendió la ponencia titulada “La aplicación de la inteligencia deportiva en el béisbol cubano a partir del uso de la sabermetría y las tecnologías de la información y las comunicaciones”.

Nuevamente el béisbol y la ciencia se dieron las manos, ante un entorno global en que urgen cada vez más las actualizaciones tecnológicas y las respuestas desde la ciencia para ganar partidos.

¿Desde cuándo llevan adelante esta investigación?

Venimos trabajando con el equipo de Industriales desde el año 2012, a partir de la creación del Grupo Independiente para la Investigación del Béisbol (GIIB). Hemos laborado con una acumulación de experiencias en la aplicación de la sabermetría.

¿Qué sistemas han desarrollado?

Destacamos un software para la recopilación de datos, lanzamiento a lanzamiento, llamado Strike Zone, además de otros para el posicionamiento defensivo. O sea, cómo ubicar a los jugadores para evitar indiscutibles y de esa forma las carreras.

¿Han incluido otros métodos de trabajo?

Desde el año pasado trabajamos con el análisis de videos en tiempo real, acompañando al equipo azul durante la preparación de los partidos. Con los reportes automatizados que genera el software de bateadores y lanzadores, hacemos los ajustes previos al juego en lo referido a los contrarios y nuestros propios atletas.

¿Qué otras soluciones informáticas emplean además del Strike Zone?

Apelamos al Quinobia, una herramienta para el estudio biomecánico de lanzadores y bateadores fundamentalmente. Además, y por primera vez en Cuba, comenzamos a medir el tiempo que demora un receptor en soltar la bola hacia segunda base, a través de un sistema automatizado.

¿Cuáles beneficios trae esa medición?

Permite establecer con mayor precisión el tiempo de la acción. A través del cronómetro manual es muy difícil lograrlo por lo rápido del movimiento. Podemos estudiar a los receptores contrarios y orientar el robo de base con mayor efectividad.

Las estafas han perdido protagonismo en nuestros campeonatos, pero este sistema permite incentivar su rescate con efectividad.

Por otro lado, nuestro enmascarado puede realizar ajustes en su mecánica defensiva, al ver en el video su tiempo de ejecución. Eso le quita un poco de presión al lanzador en el cuidado de los corredores.

¿Se extienden estos estudios a otros equipos de la serie nacional?

Tenemos la experiencia con Industriales. A otros directores les hemos impartido conferencias y entregado el sistema Strike Zone, desde que se presentó en la Convención Internacional de Actividad Física y Deportes del 2015 (Afide). Sabemos que Holguín lo utiliza mucho, y que otros como Artemisa, Mayabeque e Isla de la Juventud lo hacen de manera esporádica.

Los Cachorros, desde el punto de vista científico, es la selección que más lo utiliza. Sabemos, incluso, que en esta temporada tienen incluido un sistema de cámaras.

La conversación termina porque Noelvis González, el director holguinero, intercepta al joven para agradecer las sugerencias que permitieron a su elenco batear menos roletazos y más hacia los jardines en la presente campaña.

Se trata apenas de un botón de muestra de lo que la ciencia y la tecnología pueden conseguir sobre el diamante, en forma de fildeos, batazos, ponches, victorias.