El legendario número 1 de los Tigres de Ciego de Ávila, campeón olímpico de Atenas 2004, toma las riendas de una selección que experimenta un declive en el rendimiento, después de una década de reinado en los diamantes, pero mucho pudiera aportarle este veterano tras una carrera de 21 temporadas como pelotero activo y licenciado en Cultura Física, porque conocimientos e inteligencia le sobran.

En un paneo desde lo alto de las gradas del estadio José Ramón Cepero, cuartel general de los tricampeones nacionales, observas a los entrenadores Isaac Martínez, Roger Poll, Pedro Ramón Gallón, Juan de Dios Peña, Ramón Zayas y Jorge Luis Domínguez. Hasta el cargabates Gerardo Campillo cumplía con sus deberes. Así sucede en cada jornada.

Solo falta José Hernández Lezcano, uno de los mejores coach de tercera en el país. Joseíto, como lo conocen en el béisbol, se incorporará cuando termine sus compromisos en el conjunto de Matanzas y en el equipo Cuba.

–Luego de manejar las riendas del Sub-23, le asignan la dirección del equipo grande. ¿Cómo asume el reto de estar al frente de uno de los conjuntos de mejores resultados en la última década, con presencia en cinco finales por el título y tres coronas: 2012, 2015 y 2016?

–Constituye un reto, no te lo niego, pero lo asumo con serenidad y humildad. Cuando realizas la labor que te agrada, por mucho sacrificio que hagas, te sientes realizado. Y eso es lo que me sucede: dirigir a los Tigres es algo lindo. El propósito es estar entre los seis primeros lugares, verás que no seremos cenicienta como muchos creen. La base del equipo es prácticamente la misma de años anteriores y el pueblo avileño siempre espera más, está acostumbrado a vernos vencer, a vernos en la cima, a las alegrías, y nosotros nos debemos a ese pueblo. Eso lo conoce bien cada uno de los integrantes.

–¿Si la base es casi la misma, eso no frena la renovación de un conjunto que lo necesita?

–La renovación tiene que darse sobre la base de la victoria. Uno no puede salir al terreno a dar el juego por perdido. Eso es una falta de respeto hacia los seguidores e implica faltarse el respeto uno mismo. Para ocupar el lugar 16 tienes todo el tiempo del mundo. Nuestra principal arma es la unidad, la disciplina y el compromiso con el pueblo.

–En ese empeño por ganar, el picheo de relevo ocupó el último lugar en la pasada serie, sin brazos dominantes...

–Concluida la serie realizamos un minucioso análisis y una de las principales debilidades que abordamos fue el picheo de segunda línea: hacia ahí dirigimos los esfuerzos. Nos ha servido de mucho el regreso de Juan de Dios Peña, quien prepara los lanzadores. No es un mago, pero tiene los conocimientos necesarios y los deseos, por lo que este año mejoraremos en ese aspecto. Se incorpora Arnaldo Rodríguez, con más experiencia y listo para asumir
retos; Yandy Suárez, Fernando Betanzos y Leomil González entrenan muy bien, con muchas ansias de aportar.
Johan Wilson, que el pasado año fue jardinero, ahora lo hará como lanzador, por las condiciones que posee.

–Tendrá un equipo lento…

–No será un elenco rápido como otros años, pero sí  habrá hombres con fuerza al bate. Aplicaremos todas las variantes de juego posibles para suplir esa debilidad: el corrido y bateo, y el robo de bases en función de la ofensiva, entre otras posibilidades. También estamos obligados a mejorar la defensa, porque nuestra selección, a través de los años, ha estado entre las más defensivas de las series nacionales y hacia ahí debemos volver.

–¿Cómo enfrentará el reto de tener tres receptores con posibilidades de ser regulares: Osvaldo Vázquez, Lázaro Martín y Alfredo Fadraga?

–Para cualquier mentor tener más de un jugador bueno en cualquier posición es un agradable dolor de cabeza. Disponemos de tres receptores que pueden ser regulares en cualquier equipo. Martín y Fadraga han integrado la selección nacional en las categorías inferiores. Son muy jóvenes y talentosos, con grandes posibilidades a la ofensiva y a la defensa. Si los tres responden, los tres jugarán, variantes existen para eso.

– ¿Y Yorbis Borroto?

–Yorbis se incorporó al entrenamiento y será nuestro torpedero regular, y no hay objeción para que siga siendo el capitán de los Tigres.