Antes de 1961, cuando en Cuba se jugaba el segundo mejor béisbol profesional y el primero a nivel amateur, los jugadores antillanos predominaban en calidad y cantidad en Grandes Ligas.
Nuestro país tuvo sus propios equipos exitosos en organizaciones beisboleras dentro de Estados Unidos. Primero en las Ligas Negras, luego en Ligas Menores con los Havana Cubans y los Cuban Sugar Kings. Cuba ganó siete Series del Caribe de las 12 en que participaron.
Desde una punta a la otra de la isla, el desarrollo beisbolero era enorme. A tal medida, que Cuba se encontraba a sólo un paso de obtener su propia franquicia para jugar en Grandes Ligas teniendo el Estadio del Cerro en La Habana como la sede para los partidos del equipo de casa.
Pero se eliminó el deporte profesional en 1961 y el béisbol no fue la excepción. Este fue el principio de la decadencia de la pelota cubana, pues jamás se debió abolir una organización deportiva que era orgullo de la nación.
Entre 1961 y principios de la década del noventa por diversas razones los peloteros cubanos no escapaban en torneos internacionales. Por ello, la salud de las llamadas Series Nacionales era buena con decenas de jugadores de excelencia y con lanzadores de primer nivel. En dicha etapa se malograron las carreras de muchos jugadores que reunían todas las credenciales para brillar en Grandes Ligas.
La cantera inagotable de peloteros cubanos rumbo a Estados Unidos se detuvo con la eliminación del profesionalismo. Para hacerlo tenían que escapar de su equipo en algún evento internacional o salir ilegal a través de una lancha o una rústica balsa.
Por una u otra vía, a partir de la década del noventa los cubanos comenzaron a buscar el camino de Grandes Ligas. El primer jugador de Series Nacionales en hacerlo actuando en el extranjero fue el lanzador reglano René Arocha. Antes lo había hecho el santiaguero Bárbaro Garbey, que escapó por la llamada Flotilla de la Libertad (Mariel) en 1980.
El futuro ya no estaba en vestir el uniforme del equipo Cuba, se encontraba en mejorar económica y profesionalmente. Desde entonces, la estampida ha sido masiva y en estos momentos hay decenas de jóvenes peloteros en Ligas Menores y más de 20 en Grandes Ligas, incluyendo la participación en Juegos de Estrellas y ganando premios individuales.
Ejemplos como José Abreu, Aroldis Chapman, Yoenis Céspedes, Alexei Ramírez, Yasiel Puig, José Iglesias, Adeiny Hechevarría, Kendrys Morales, José Fernández, Orlando Hernández, Liván Hernández, Rey Ordóñez y algunos otros destacados, demuestra que la crisis de la pelota cubana no se encuentra en la ausencia de talentos jóvenes alrededor de la isla.
En esa tierra se levanta una piedra y debajo de ella salen futuras estrellas del deporte de las bolas y los strikes que lo único que necesitan es tener en sus manos las herramientas para pulir sus virtudes naturales. Mencionemos el caso más reciente.
Hace sólo varios días un joven de 21 años llamado Yoan Moncada ganó el premio de Jugador Más Valioso del Juego de Futuras Estrellas. Este muchacho está considerado uno de los mejores peloteros jóvenes en Estados Unidos. Y como Moncada, deben existir algunos otros que andan caminando por los pueblos y los montes de Cuba.
La crisis de la pelota nacional cubana seguirá hasta que el pelotero cubano pueda jugar en Estados Unidos sin escapar ilegalmente y que regrese el profesionalismo a la isla. También cuando las autoridades deportivas de Cuba permitan que los jugadores de Grandes Ligas puedan vestir el uniforme de la selección nacional para el Clásico Mundial y que puedan regresar a vivir en su patria.
Las comparaciones crean controversias, pero son inevitables en el maravilloso mundo de los deportes. Así es el deporte, controversial. Hoy queremos realizar nuestra selección cubana de todos los tiempos en Grandes Ligas. No pretendemos que la suya coincida exactamente con la nuestra, pues esto es casi imposible.
Con el respeto que merece cada opinión sin importar las discrepancias que puedan existir, lo invito a participar del debate sobre la mejor selección cubana de todos los tiempos en Grandes Ligas. Un equipo integrado por 25 jugadores.
NUESTRA SELECCIÓN
RECEPTORES: (2) José Azcue y Yasmani Grandal.
La posición de receptoría no ha sido la fuerte entre los cubanos en Grandes Ligas, incluyendo la etapa antes de 1961. Yasmani Grandal es un joven de 26 años que aún está por escribir sus mejores días en Grandes Ligas. Debe mejorar, pero aún así en su corta estancia tiene mejores números que receptores de épocas pasadas como San Noble, Miguel Ángel González, Fermín Guerra, Paul Casanova, etc. También lo considero más completo que Brayán Peña.
Los mejores números entre los receptores cubanos los tiene José Azcue, sin llegar a ser excelentes. Participó en un Juego de Estrelllas y su defensa fue muy buena.
JUGADORES DE CUADRO (8): Rafael Palmeiro, Tany Pérez, Bert Campaneris, José Abreu, Tony Taylor, Octavio Rojas, Kendrys Morales y Leonardo Cárdenas.
Nota: Leo Cárdenas por arriba de Alexei Ramírez y más completo que Rey Ordóñez que sí fue un brillante fildeador, pero muy pobre a la ofensiva. Hay jugadores actuales con mucha proyección y futuro como son los casos de Adeiny Hechevarría de los Miami Marlins, José Iglesias de los Tigres de Detroit y algunos otros, pero ellos necesitan algunos años más para valorarlos por su carrera.
JARDINEROS (7): Orestes Miñoso, Tony Oliva, José Canseco, Yoenis Céspedes, José Cardenal, Luis González (ascendencia cubana nacido en Tampa Bay), Tony “’Haitiano’’ González.
LANZADORES (8): Luis Tiant, Camilo Pascual, Miguel Ángel Cuellar (Mike), Adolfo Luque, José Fernández, Orlando Hernández, Liván Hernández y Aroldis Chapman.
MANAGER: Freddy González.
COACHES: Miguel Angel González y Pedro “Preston’’ Gómez.