Carlos Martí, mentor de los Alazanes de Granma en la 59 Serie del Caribe y del equipo Cuba rumbo al IV Clásico Mundial de Béisbol, reconoció sentirse satisfecho con la labor cumplida en México a pesar de no ganar, y dijo que en la venidera cita de Japón se verá un equipo agresivo.
Sobre estos detalles el experimentado timonel conversó con Granma.
— Sin medallas pero con un rendimiento de alto nivel casi todo el evento, ¿cómo valora la actuación en la Serie del Caribe?
— Desde el punto de vista de cómo se comportó el equipo en cuanto a disposición, entrega y su forma alegre de jugar, el balance es positivo, pero el resultado no, porque el objetivo era llegar a la discusión del título. Sin embargo, dieron muestras de que partido a partido podían luchar contra cualquiera y no se puede culpar a nadie por la derrota contra México, simplemente no se bateó y ellos presentaron un pitcheo muy bien dirigido.
— No hay zurdos en Cuba con la calidad de Miguel Eduardo Pena o Héctor Daniel Rodríguez, quienes nos maniataron en la semifinal...
— Allá nos enfrentamos poco a esta calidad de pitcheo. Lanzadores que saben trabajar por dentro con muy buen control, sin levantar la bola, con dominio de todo tipo de rompientes. Nosotros los estudiamos, pero su escouteo de nuestro equipo fue perfecto y ahí estuvo la clave de su victoria.
— ¿No cree que fue conservador en algunas decisiones?
— El beisbol en Cuba es pasión, todos llevan un director dentro y todos tienen formas diferentes de apreciar el deporte. Eso lo respetamos, pero nosotros hicimos las cosas tratando de aprovechar el material humano del que disponíamos. No creo que haya sido conservador, porque no existieron muchas oportunidades de hacer jugadas. Buena parte de nuestras carreras fue por bateo oportuno y de poder.
— De cualquier manera, siempre dirigió apegado a los fundamentos tradicionales, sin salirse del librito...
— Nosotros que somos de escuela usamos los fundamentos tradicionales. A veces rompemos esquemas y somos más atrevidos según las oportunidades que aparezcan en el juego, pero no voy al terreno a inventar, en el béisbol ya está todo inventado.
— Entonces, ¿cuáles fueron los aciertos y errores en Culiacán?
— Tuvimos fallas desde el punto de vista táctico, en el corrido de las bases y la manera de afrontar turnos importantes. Los lanzadores, que hicieron un trabajo inmenso, también se equivocaron en detalles, sobre todo por la localización de los pitcheos. Pero el evento fue muy provechoso, pudo verse un equipo unido, disciplinado dentro y fuera del terreno, con gran empatía entre todos, parecía que llevábamos tiempo jugando juntos.
— Ha demostrado Cuba estar en condiciones de competir sin complejos en el ámbito del Caribe…
— La mayoría de los atletas que compiten aquí han jugado en torneos profesionales. Las Grandes Ligas y el circuito de Japón son la máxima expresión del béisbol, pero estos equipos tienen mucha maestría en la defensa, sus jugadores se mueven de memoria, los bateadores son conscientes de su función y los lanzadores dominan tres o cuatro pitcheos. Nosotros logramos insertarnos cada vez mostrando una mejor imagen y somos optimistas de cara a los próximos eventos. Hemos tenido miles de problemas que necesitamos erradicar, pero demostramos que deben contar con nosotros en el Caribe.
— El Clásico, un nuevo examen…
— Es la máxima expresión del béisbol a nivel de selecciones. Debemos tener una preparación intensa y ejecutar en el terreno las estrategias a la perfección para ir superando las rondas en Asia. Hay discrepancias con el equipo, como siempre sucede, pero el grupo tiene potencial. Ha sido confeccionado estudiando la línea en la Nacional, su experiencia internacional y las perspectivas de los más jóvenes. Además, influyó el desempeño en la Serie del Caribe, donde algunos se crecieron.
— ¿El receptor de práctica? ¿Las ausencias de Julio Pablo Martínez y Jonder Martínez?
— El receptor de práctica es una facilidad que han dado los organizadores, y nosotros colocamos a Raúl González por su versatilidad. Podemos subirlo en caso de alguna lesión de cualquier jugador, por eso entró por encima de un cuarto cátcher. Julio Pablo Martínez, ha hecho un buen trabajo, pero tenemos a Roel Santos, jardinero central con características parecidas. Y Jonder Martínez no estuvo al nivel que pensaba en la postemporada y preferimos llevar brazos jóvenes con los cuales se ha ido trabajando, porque a fin de cuentas son el futuro.
— ¿Cómo define el Cuba de Carlos Martí?
— Tenemos una gran responsabilidad y saldremos del terreno a batallar, agresivos, pero que jueguen alegre, sin presión y disfruten el placer de defender al país, el sueño de cualquier deportista.
Sobre estos detalles el experimentado timonel conversó con Granma.
— Sin medallas pero con un rendimiento de alto nivel casi todo el evento, ¿cómo valora la actuación en la Serie del Caribe?
— Desde el punto de vista de cómo se comportó el equipo en cuanto a disposición, entrega y su forma alegre de jugar, el balance es positivo, pero el resultado no, porque el objetivo era llegar a la discusión del título. Sin embargo, dieron muestras de que partido a partido podían luchar contra cualquiera y no se puede culpar a nadie por la derrota contra México, simplemente no se bateó y ellos presentaron un pitcheo muy bien dirigido.
— No hay zurdos en Cuba con la calidad de Miguel Eduardo Pena o Héctor Daniel Rodríguez, quienes nos maniataron en la semifinal...
— Allá nos enfrentamos poco a esta calidad de pitcheo. Lanzadores que saben trabajar por dentro con muy buen control, sin levantar la bola, con dominio de todo tipo de rompientes. Nosotros los estudiamos, pero su escouteo de nuestro equipo fue perfecto y ahí estuvo la clave de su victoria.
— ¿No cree que fue conservador en algunas decisiones?
— El beisbol en Cuba es pasión, todos llevan un director dentro y todos tienen formas diferentes de apreciar el deporte. Eso lo respetamos, pero nosotros hicimos las cosas tratando de aprovechar el material humano del que disponíamos. No creo que haya sido conservador, porque no existieron muchas oportunidades de hacer jugadas. Buena parte de nuestras carreras fue por bateo oportuno y de poder.
— De cualquier manera, siempre dirigió apegado a los fundamentos tradicionales, sin salirse del librito...
— Nosotros que somos de escuela usamos los fundamentos tradicionales. A veces rompemos esquemas y somos más atrevidos según las oportunidades que aparezcan en el juego, pero no voy al terreno a inventar, en el béisbol ya está todo inventado.
— Entonces, ¿cuáles fueron los aciertos y errores en Culiacán?
— Tuvimos fallas desde el punto de vista táctico, en el corrido de las bases y la manera de afrontar turnos importantes. Los lanzadores, que hicieron un trabajo inmenso, también se equivocaron en detalles, sobre todo por la localización de los pitcheos. Pero el evento fue muy provechoso, pudo verse un equipo unido, disciplinado dentro y fuera del terreno, con gran empatía entre todos, parecía que llevábamos tiempo jugando juntos.
— Ha demostrado Cuba estar en condiciones de competir sin complejos en el ámbito del Caribe…
— La mayoría de los atletas que compiten aquí han jugado en torneos profesionales. Las Grandes Ligas y el circuito de Japón son la máxima expresión del béisbol, pero estos equipos tienen mucha maestría en la defensa, sus jugadores se mueven de memoria, los bateadores son conscientes de su función y los lanzadores dominan tres o cuatro pitcheos. Nosotros logramos insertarnos cada vez mostrando una mejor imagen y somos optimistas de cara a los próximos eventos. Hemos tenido miles de problemas que necesitamos erradicar, pero demostramos que deben contar con nosotros en el Caribe.
— El Clásico, un nuevo examen…
— Es la máxima expresión del béisbol a nivel de selecciones. Debemos tener una preparación intensa y ejecutar en el terreno las estrategias a la perfección para ir superando las rondas en Asia. Hay discrepancias con el equipo, como siempre sucede, pero el grupo tiene potencial. Ha sido confeccionado estudiando la línea en la Nacional, su experiencia internacional y las perspectivas de los más jóvenes. Además, influyó el desempeño en la Serie del Caribe, donde algunos se crecieron.
— ¿El receptor de práctica? ¿Las ausencias de Julio Pablo Martínez y Jonder Martínez?
— El receptor de práctica es una facilidad que han dado los organizadores, y nosotros colocamos a Raúl González por su versatilidad. Podemos subirlo en caso de alguna lesión de cualquier jugador, por eso entró por encima de un cuarto cátcher. Julio Pablo Martínez, ha hecho un buen trabajo, pero tenemos a Roel Santos, jardinero central con características parecidas. Y Jonder Martínez no estuvo al nivel que pensaba en la postemporada y preferimos llevar brazos jóvenes con los cuales se ha ido trabajando, porque a fin de cuentas son el futuro.
— ¿Cómo define el Cuba de Carlos Martí?
— Tenemos una gran responsabilidad y saldremos del terreno a batallar, agresivos, pero que jueguen alegre, sin presión y disfruten el placer de defender al país, el sueño de cualquier deportista.