Los Cocodrilos matanceros se despojaron este martes de fantasmas mentales y espíritus malignos reencarnados y vapulearon a los Gallos espirituanos 11-0 en siete capítulos, para igualar las acciones en la batalla por uno de los dos comodines.
Una sustitución apresurada del abridor de los visitantes Yamichel Pérez en el tercer episodio cuando apenas había permitido un par de incogibles (ambos dobles), desencadenó una explosión ofensiva que no se detuvo hasta que los anfitriones pisaron siete veces la goma del plato en esa misma entrada ante un desfile de tres lanzadores, incapaces de sofocar tamaña rebelión.
Erisbel Arruebarruena saludó sin respeto al relevista José Luis Braña y metió la pelota por encima de la barda del jardín central con dos compañeros a bordo, para darle comienzo al festival del madero y definir las acciones desde temprano. Un pelotazo, un error al campo y cuatro cohetes más, incluido el segundo doblete de Eduardo Blanco en la entrada; acabaron por desplumar a los Gallos, quienes no logran salir victoriosos en ese estadio desde el 12 de mayo del 2013, acumulando en el trayecto 12 derrotas consecutivas.
En el choque, William Luis y Yoisnel Camejo (sustituyendo a Ariel Sánchez en la alineación) también se destacaron a la ofensiva trayendo a casa a un par de Cocodrilos cada uno.
Mientras tanto, Yoanni Yera-más tranquilo que nunca-caminaba la ruta completa tolerando solo cuatro sencillos (dos de ellos de su verdugo Frederich Cepeda), ponchando a seis rivales sin regalar boletos gratis, para anotarse su sexta victoria en nueve decisiones a costa de los espirituanos en su carrera deportiva.
Este miércoles, ya no contarán estadísticas ni historias pasadas, no valdrán recientes descalabros ni cábulas, ni se tendrán en cuenta méritos ni razones de justicia. Será solo un partido de pelota más y el que lo gane, estará invitado a jugar 45 desafíos más con opciones de encaramarse en el podio. Tan sencillo como eso. Nos vemos en el estadio.
Una sustitución apresurada del abridor de los visitantes Yamichel Pérez en el tercer episodio cuando apenas había permitido un par de incogibles (ambos dobles), desencadenó una explosión ofensiva que no se detuvo hasta que los anfitriones pisaron siete veces la goma del plato en esa misma entrada ante un desfile de tres lanzadores, incapaces de sofocar tamaña rebelión.
Erisbel Arruebarruena saludó sin respeto al relevista José Luis Braña y metió la pelota por encima de la barda del jardín central con dos compañeros a bordo, para darle comienzo al festival del madero y definir las acciones desde temprano. Un pelotazo, un error al campo y cuatro cohetes más, incluido el segundo doblete de Eduardo Blanco en la entrada; acabaron por desplumar a los Gallos, quienes no logran salir victoriosos en ese estadio desde el 12 de mayo del 2013, acumulando en el trayecto 12 derrotas consecutivas.
En el choque, William Luis y Yoisnel Camejo (sustituyendo a Ariel Sánchez en la alineación) también se destacaron a la ofensiva trayendo a casa a un par de Cocodrilos cada uno.
Mientras tanto, Yoanni Yera-más tranquilo que nunca-caminaba la ruta completa tolerando solo cuatro sencillos (dos de ellos de su verdugo Frederich Cepeda), ponchando a seis rivales sin regalar boletos gratis, para anotarse su sexta victoria en nueve decisiones a costa de los espirituanos en su carrera deportiva.
Este miércoles, ya no contarán estadísticas ni historias pasadas, no valdrán recientes descalabros ni cábulas, ni se tendrán en cuenta méritos ni razones de justicia. Será solo un partido de pelota más y el que lo gane, estará invitado a jugar 45 desafíos más con opciones de encaramarse en el podio. Tan sencillo como eso. Nos vemos en el estadio.
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