Siempre que Ciego de Ávila tuvo traspiés en esta LIV Serie Nacional de Béisbol, y se produjo una parada en la lid, en la reanudación tuvo rachas victoriosas. Eso es lo que ahora piden los aficionados avileños que se repita, luego de los fracasos la pasada semana ante Matanzas, en el estadio José Ramón Cepero.
En lo que a este redactor concierne, más que esto le preocupa la forma en que fueron bateados sus principales ases del pitcheo. Por demás, esos dos fracasos pudieran achacarse a la desmotivación, al contar ya con el boleto asegurado para los play off.
Pero no estoy de acuerdo con los que desde ahora advierten: "si esto fue frente a la ofensiva de Matanzas, no quiero ver lo que será ante Granma a partir del próximo miércoles".
El béisbol no solo se pronostica con tendencias, estadísticas e historia. En él no hay nada más verdad que aquello de "ningún partido se parece a otro". Como ningún play off se parece al anterior.
Un ejemplo reciente. Isla de la Juventud no debió ganarle a Industriales esa última subserie. Acumulaba, hasta entonces, solo tres éxitos en 18 salidas como visitante y el lío era ahora, precisamente, en el mismísimo estadio Latinoamericano y, desde el punto de vista estadístico, su pitcheo era inferior casi en un punto que el de Los Azules. Y si íbamos a la historia...
Para mí, en el caso del play off entre granmenses y avileños, las cosas están bien claras. Lo digo con una verdad de Perogrullo: ganará el que mejor lo haga. No el que mejor lo hizo ayer o hace cuatro semanas.
Lo anterior no quiere decir que debemos dejar a un lado la historia, los números o las tendencias, porque estas, querámoslo o no, siempre van dar un mayor apoyo a cualquier pronóstico o análisis.
Citemos este ejemplo. A Granma, en lo que va de campeonato, la ofensiva rival le marca 5,19 carreras por partido, mientras que a la de Ciego de Ávila 4,41, pero Los Alazanes son capaces de marcar 6,05 anotaciones por encuentro y Los Tigres 5,03. En estos posibles siete duelos saldrá airoso el equipo que haga valer su arma poderosa.
La siguiente aseveración no la respalda ninguna información estadística, aunque es mi percepción después de ser testigo de esta contienda: la ofensiva granmense "masacra", como ninguna otra, al pitcheo de segunda línea. Si las principales cartas de triunfo de Roger Machado no logran contener a Los Alazanes, la historia de la LI Serie no volverá a repetirse.
Lo cierto es que, tanto los parciales orientales como los avileños podrían parodiar desde ahora: Pudiera ser que pudiera...
En lo que a este redactor concierne, más que esto le preocupa la forma en que fueron bateados sus principales ases del pitcheo. Por demás, esos dos fracasos pudieran achacarse a la desmotivación, al contar ya con el boleto asegurado para los play off.
Pero no estoy de acuerdo con los que desde ahora advierten: "si esto fue frente a la ofensiva de Matanzas, no quiero ver lo que será ante Granma a partir del próximo miércoles".
El béisbol no solo se pronostica con tendencias, estadísticas e historia. En él no hay nada más verdad que aquello de "ningún partido se parece a otro". Como ningún play off se parece al anterior.
Un ejemplo reciente. Isla de la Juventud no debió ganarle a Industriales esa última subserie. Acumulaba, hasta entonces, solo tres éxitos en 18 salidas como visitante y el lío era ahora, precisamente, en el mismísimo estadio Latinoamericano y, desde el punto de vista estadístico, su pitcheo era inferior casi en un punto que el de Los Azules. Y si íbamos a la historia...
Para mí, en el caso del play off entre granmenses y avileños, las cosas están bien claras. Lo digo con una verdad de Perogrullo: ganará el que mejor lo haga. No el que mejor lo hizo ayer o hace cuatro semanas.
Lo anterior no quiere decir que debemos dejar a un lado la historia, los números o las tendencias, porque estas, querámoslo o no, siempre van dar un mayor apoyo a cualquier pronóstico o análisis.
Citemos este ejemplo. A Granma, en lo que va de campeonato, la ofensiva rival le marca 5,19 carreras por partido, mientras que a la de Ciego de Ávila 4,41, pero Los Alazanes son capaces de marcar 6,05 anotaciones por encuentro y Los Tigres 5,03. En estos posibles siete duelos saldrá airoso el equipo que haga valer su arma poderosa.
La siguiente aseveración no la respalda ninguna información estadística, aunque es mi percepción después de ser testigo de esta contienda: la ofensiva granmense "masacra", como ninguna otra, al pitcheo de segunda línea. Si las principales cartas de triunfo de Roger Machado no logran contener a Los Alazanes, la historia de la LI Serie no volverá a repetirse.
Lo cierto es que, tanto los parciales orientales como los avileños podrían parodiar desde ahora: Pudiera ser que pudiera...