Excelente trabajo monticular del diestro Lázaro Blanco, más el despertar ofensivo de algunos bateadores, unido a errores defensivos de los dominicanos, fueron factores decisivos en el triunfo del plantel cubano 13 carreras por 1, el jueves, en el béisbol de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se desarrollan en Colombia.
Antes del jueves, la ofensiva del equipo cubano había dejado que desear, a diferencia del pitcheo, lo que se tradujo en dos éxitos (ante México y Panamá) y dos fracasos (frente a Puerto Rico y Venezuela), mientras los boricuas ganaban todos sus compromisos y son inalcanzables, por lo que festejaron su corona.
El martes último los venezolanos se impusieron 2 carreras por 1 a los cubanos en partido donde estos últimos solo batearon tres incogibles, dominados por el lanzador derecho Carlos Parra, quien sin mucho en la bola se las agenció para anestesiar a los ya adormilados bateadores rivales. Ulfrido García, resultó el derrotado, a pesar de haber realizado una labor meritoria.
El panorama actual muestra una férrea disputa por el segundo lugar entre siete equipos y obtener además la clasificación para participar en el béisbol de los venideros Juegos Panamericanos, programados para Lima, la capital de Perú, en 2019.
Con el abrazo a una carrera en la pizarra , en el sexto episodio el plantel cubano hizo saltar del box al abridor César Valdés, aprovechando dos errores de los rivales en una misma jugada, cometidos por el antesalista Ángel Franco y el primera base Darwin Germán cuando Alexander Ayala le tiró al tercer strike sobre un lanzamiento wild y logró llegar a la inicial, luego un boleto intencional a Cepeda, pelotazo a Benítez seguido de un hit de oro de Juan Carlos Torriente, posibilitaron dar cuatro vueltas al carrusel y dejar prácticamente decidido el pleito.
A partir de ahí el desfile de relevistas inefectivos en el box dominicano permitió el despertar de los bates cubanos, quienes marcaron un total de 13 anotaciones y contaron con el cierre hermético de Erly Casanova en el montículo.
Nicaragua será rival de Cuba esta mañana de viernes. El programa fija descanso el sábado y cierre ante el ya campeón Colombia en horario nocturno del domingo. Obviamente el plantel de Carlos Martí está obligado a ganar para conseguir el subtítulo y el pase a los Panamericanos, pero para lograrlo tendrá que mantener en alto el entusiasmo ofensivo.
De acuerdo con lo establecido oficialmente, los equipos que ocupen los lugares del tercero al séptimo tendrán que buscar la clasificación a los Panamericanos en un certamen al que asistirán las representaciones de Estados Unidos, Canadá y dos conjuntos sudamericanos.
Antes del jueves, la ofensiva del equipo cubano había dejado que desear, a diferencia del pitcheo, lo que se tradujo en dos éxitos (ante México y Panamá) y dos fracasos (frente a Puerto Rico y Venezuela), mientras los boricuas ganaban todos sus compromisos y son inalcanzables, por lo que festejaron su corona.
El martes último los venezolanos se impusieron 2 carreras por 1 a los cubanos en partido donde estos últimos solo batearon tres incogibles, dominados por el lanzador derecho Carlos Parra, quien sin mucho en la bola se las agenció para anestesiar a los ya adormilados bateadores rivales. Ulfrido García, resultó el derrotado, a pesar de haber realizado una labor meritoria.
El panorama actual muestra una férrea disputa por el segundo lugar entre siete equipos y obtener además la clasificación para participar en el béisbol de los venideros Juegos Panamericanos, programados para Lima, la capital de Perú, en 2019.
Con el abrazo a una carrera en la pizarra , en el sexto episodio el plantel cubano hizo saltar del box al abridor César Valdés, aprovechando dos errores de los rivales en una misma jugada, cometidos por el antesalista Ángel Franco y el primera base Darwin Germán cuando Alexander Ayala le tiró al tercer strike sobre un lanzamiento wild y logró llegar a la inicial, luego un boleto intencional a Cepeda, pelotazo a Benítez seguido de un hit de oro de Juan Carlos Torriente, posibilitaron dar cuatro vueltas al carrusel y dejar prácticamente decidido el pleito.
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