Después del incidente de la pasada semana en el primer juego de la serie Industriales-Pinar del Río, este martes estuvo «caliente» el choque entre Metros y Holguín, disputado en el estadio Changa Mederos. La «picazón» comenzó en la tercera entrada, cuando Yordan Manduley recibió un pelotazo y casi pierde la cabeza.

El torpedero holguinero, una de las figuras más destacadas de la temporada (líder en average con 397 y en hits con 73), había pegado doble al jardín central en el primer capítulo y luego recibió el bolazo con un corredor en segunda base.

Es imposible saber si el lanzamiento llevaba mala intención o si realmente se le escapó al abridor de Metros, Antonio Baró. Pero nadie es culpable por sospecha.

Sin duda, los lanzadores deben trabajar más por la esquina de adentro, pues se regalan demasiado tirando solo hacia afuera. Cualquier bateador que conecte un jonrón después tiene muchas papeletas para recibir un pelotazo, pero son cosas del béisbol. Sucede en Cuba y en la Conchinchina.

Entiéndase bien: no abogo por la ley de la selva sobre el terreno, pero ya cansa tanto alboroto por gusto. Como dice un estribillo popular, «si quieres mujer bonita, pa qué te pones celoso».

Todos los días de este mundo recibo muchas llamadas y correos desde mi puesto de periodista, pero no siempre son amistosas. Precisamente, por causa del incidente de la pasada semana entre Odrisamer Despaigne y David Castillo, me llovieron las ofensas y los insultos, porque los pinareños entendieron por mi comentario que yo soy «industrialista declarado» y no debería trabajar en un periódico nacional.

Imagínese usted si llego a perder la compostura y mando a mis lectores a paseo. ¿Quién me lo hubiera perdonado?

Son gajes del oficio y así deben pensar los peloteros cuando están en el terreno. A Casanova le dieron infinidad de pelotazos y siempre reaccionaba con calma.

Juan Moreno, el decano de los fotorreporteros de Cuba en la pelota, hace reír a Casanova con una anécdota que ni él mismo recordaba. Resulta que un día golpearon al cuarto bate pinareño y este le dijo al lanzador: «No me vas a dar tres, así que cuando te decidas a lanzar, prepárate, porque el jonrón no te lo quita nadie de encima».

También hoy, por ejemplo, Pito Abreu recibe más bolazos que nadie y el muchacho casi siempre camina sin inmutarse para primera. Esa es la actitud. ¿Qué me dicen?

Buena y mala suerte

En definitiva, Holguín le rompió el paso a Metropolitanos este martes (3-2), tras siete victorias en línea. Mientras, Guantánamo superó 1-0 a los artemiseños y completó la barrida.

Dalier Hinojosa reapareció por lo alto y le ganó el pulso a Jonder Martínez, en tanto Douglas Lafargue logró su quinto salvamento de la campaña.

Así, Artemisa lleva nueve derrotas consecutivas y los «indios» van por seis triunfos seguidos.

También salió del letargo Sancti Spíritus y de paso arruinó la racha oculta de Villa Clara, que no había perdido ningún martes. Los espirituanos superaron 6-2 a los naranjas, con un jonrón de Yulieski y dos de Eriel Sánchez.

Por su parte, La Isla le puso otra zancadilla a los granmenses en Bayamo (7-4), aunque Alfredo Despaigne pegó su jonrón 20 y apunta hacia los 40. ¿Llegará?

En Ciego de Ávila, los «tigres» tumbaron por la mínima a los «elefantes» cienfuegueros (5-4), con la quinta victoria de Vladimir García y el sexto rescate de Yadir Rabí.

Por su parte, Matanzas cayó en Camagüey (6-5) y sigue tambaleándose. El juego entre Industriales y Las Tunas fue sellado por oscuridad en la capital tunera, tras nueve entradas completas y empate a tres carreras. Este miércoles continuarán desde las diez de la mañana.

Finalmente, Mayabeque venció 7-2 a Santiago en el partido nocturno, celebrado en San José de las Lajas.