Con esa camaradería y locuacidad de siempre, el matancero Amaury Cazaña sostuvo hace unos días un corto pero ameno diálogo con Cronodeportes, donde habló sobre algunos aspectos importantes de su larga carrera como pelotero.

Considerado por algunos como un soldado de hierro dentro de los campos de béisbol, este jardinero acaba de transitar con gran éxito por la Liga Instruccional del Norte de Coahuila, México, donde vistiendo las franelas del conjunto Mineros, concluyó como sublíder de bateo.

A sus 37 años, Amaury terminó con 447 de promedio, solo superado por Víctor Mercedes (Carboneros), quien lo hizo para 467.

“Fue este un torneo bastante bueno, donde participaron además otros compatriotas como José Carlos Thompson, quien terminó cuarto en bateo, con 428 creo, Ernesto Molinet y José Carlos Griffith”…

¿Y cómo anda esa salud a tus 37?

“Me siento entero aún, me cuido mucho, siempre estoy listo para salir al terreno porque lo mío es jugar pelota dondequiera que sea”.

¿Cuándo saliste de Cuba?

“Hace ya 11 años y me parece que fue ayer”.

¿Cuántas Series nacionales jugaste allá?

“Si la memoria no me falla fueron nueve, siempre con los equipos yumurinos”.

¿Y qué recuerdas de aquella pelota?

“Uf, un montón de cosas, sobre todo la agresividad de los peloteros, el juego lindo y a la afición tan bella y conocedora de mi país”.

¿Qué jugadores siempre admiraste allí?

“A varios, especialmente a Orestes Kindelán, por su serenidad, humildad y a Antonio Pacheco, quien merece todo mi respeto por lo grande que siempre fue”.

Fuiste firmado por los Cardenales de San Luis, ¿no?

“Efectivamente, en el 2006, con esa organización estuve seis años, siempre en las Ligas Menores, entre ellos cuatro jugando Triple A”.

Anécdotas de aquella época…

“Recuerdo cuando apenas había llegado a la ciudad de Miami, que entrenaba con Yunel Escobar, hoy una gran Estrella de Grandes Ligas y con tremendo año 2015, por cierto ahora con los Nacionales de Washington. A él le digo que siga metiendo palos, porque es de los mejores de verdad, demostrado temporada tras temporada”.

¿Y después?

“Ya dentro de la organización de los Cardenales hice muy buenas amistades con figuras grandes hoy en día de ellos, como el receptor Yadiel Molina, buen amigo en lo personal, Jon Jay el jardinero central Y Albert Pujols, ahora con los Angels. Este siempre me decía que entrenara fuerte, que yo podía llegar, me tendió la mano siempre con esta barrera del idioma inglés, y te digo que es un tipo realmente genial y le deseo cosas buenas en la pelota”.

Por cierto mencionas a Jon Jay, quien es hijo de cubanos…

“Sí, ese muchacho es tremendo y quiero que sepas que siempre me decía que se sentía cubano. Habla un perfecto español, le encanta el arroz congrí, el puerco asado, los plátanos fritos…, en fin, toda la comida nuestra y tiene muchísimos amigos cubanos, además de vivir en Miami”.

¿Vives actualmente en México?

“Sí, mi esposa es mexicana y tenemos una bonita niña de cinco añitos”.

¿Algo a la gente dentro y fuera de Cuba, a esa afición que siempre sigue a los peloteros cubanos?’

“A todos les doy las gracias por apoyarnos siempre, que jamás olvido a la afición cubana y que continuaré arriba de la bola hasta que pueda”.