Los Cocodrilos de Matanzas quieren agitar el récord de 66 victorias de Industriales en la 42 Serie Nacional, con su actuación que ya va por 58 éxitos cuando le restan 14 partidos en la presente edición 56.

Dos victorias este miércoles ante Camagüey, con pizarras de 5-4 y 10-5 pusieron a soñar de nuevo a la ilusionada afición de los yumurinos en el parque Victoria de Girón.


El júbilo en la Atenas de Cuba no solo tiene que ver con el paso triunfal del equipo de forma general (58-18), y la mejoría en la segunda fase (ahora con balance de 16-15).

Sino también, por tener de nuevo activadas las esperanzas de que su novena logre ganar el título en los play off —clasificaron desde el juego 70— y pueda al mismo tiempo destronar el récord de 66 victorias de Industriales, que se ha mantenido para campeonatos de 90 juegos desde 2003.

Aníbal y su jonrón de mil quilates .

El cuadrangular de oro que le sonó Aníbal Medina al relevista Yariel Rodríguez en el primer duelo de este miércoles para decidir la pizarra de los Cocodrilos 5-4 en el noveno, pudiera ser sumamente importante para las aspiraciones de abrazar el récord.


No es que tenga que darse simplemente por un precedente. Pero grandes acontecimientos casi siempre se tejen desde una pequeña e inesperada historia, que parece a veces insignificante.

Así ocurrió con los Industriales de 2002-2003, cuando Javier Méndez botó la pelota en dos días consecutivos (22 y 23 de enero de 2003) contra Ciego de Ávila, para asegurarle a los azules dos triunfos bien importantes. ¿Y por qué tan importantes?

Resulta que la tropa de Anglada pasaba por su peor momento —‘si se puede llamar así’—, con nueve derrotas en sus últimos 21 partidos.

La novena capitalina atravesaba la racha negativa por su juego número 28. Sin embargo, de ahí en adelante, no volvieron a perder dos juegos seguidos en todo el campeonato.


Los Leones de la capital ese año terminaron ganando 17 de sus últimos 20 compromisos, y en los play off la historia no cambió, hasta el punto de cerrar con balance de 11-2, y siete éxitos al hilo.

Después de ser frenados con marcador de 8-4 ante Pedro Luis Lazo la noche del 17 de abril de 2003 en el Estadio Latinoamericano, Industriales no encontró rival alguno y ganó los siguientes siete encuentros.

Esas victorias seguidas incluyeron los restantes tres desafíos de la semifinal jugando como visitantes en el parque Capitán San Luis. Y luego, la imponente barrida 4-0 ante los Azucareros de Villa Clara, que eran dirigidos por Víctor Mesa.

Grandes acontecimientos en el deporte comienzan por pedacitos pequeños de historias, y por momentos impensados. Quizás, Medina, quien salió de un “slum” recientemente, podría ser el catalizador de una racha de victorias que le ayude a los Cocodrilos a entrar en las páginas de récords de la pelota cubana.


Para Medina, quien en la tarde del miércoles bateó de 5-5 y después de 2-0, haber conectado ese bambinazo que paralizó a los camagüeyanos significó mucho.

Pero solo en unos pocos días se sabrá cuán importante pudo ser para la construcción de una verdadera hazaña en nuestro mayor pasatiempo nacional.