Hola compatriotas apasionados del beisbol. Me presento en este fórum con una propuesta de estructura para el torneo élite de beisbol en Cuba que pudiera ser la propia Serie Nacional o un torneo independiente- llámese Campeonato, Liga o Clásico Cubano de Beisbol- que sería único e indivisible, con los mismos equipos de principio a fin, sin cortes discriminatorios ni refuerzos no deseados que atenten contra el trabajo en equipo y la unidad forjada durante meses, con mucho esfuerzo y ahínco, por los colectivos de dirección, los técnicos y los propios jugadores.
Los constantes cambios de estructura en los últimos años, incluida la última propuesta de la Comisión Nacional, están signados por la intención de lograr, sin renunciar a la representatividad de las provincias, lo que creo es ya más que evidente para todos: si queremos elevar el techo del beisbol en Cuba es necesario reducir la cantidad de equipos en nuestro torneo fundamental, porque los mejores jugadores nunca abundan y en el beisbol, como en todos los deportes colectivos (también los individuales de combate) pero muy especialmente en el primero, una vez cumplido el ABC técnico siempre quedan pendientes habilidades físicas y sobre todo mentales (coordinación, bagaje, temple, sagacidad, previsión) que solo pueden adquirirse y perfeccionarse en el enfrentamiento diario contra rivales de calidad.
Por otra parte, entiendo que la actual Serie Nacional, con sus 16 equipos, uno por cada provincia y el municipio especial, ha sido y es una de las grandes conquistas del deporte revolucionario que hizo al beisbol definitivamente patrimonio tangible de toda la nación cubana. Pero los tiempos han cambiado y urge cambiar también la estructura de nuestro torneo principal para poner internacionalmente a nuestra pelota en las posiciones cimeras que nunca debió perder. Considero la contratación de peloteros en ligas foráneas una política correcta que indudablemente ayuda a resolver, sin lograrlo, el problema fundamental porque, entre otras razones, dichas contrataciones siempre serían esporádicas y aleatorias y los peloteros beneficiados se formarían muy bien técnicamente pero en culturas ajenas, sin estar inmersos en la pasión beisbolera cubana que se nutre de las mismas raíces de nuestra nacionalidad.
La propuesta de estructura que someto a debate intenta congeniar las dos posiciones aparentemente antagónicas ya mencionadas, es decir, reducir la cantidad de equipos manteniendo la representatividad de las provincias, y es la siguiente: reducir a la mitad la cantidad de equipos en la actual Serie Nacional agrupando por pares las provincias limítrofes geográficamente y, en consecuencia, hermanadas por tradición, historia, economía y familia. Con dicha unión las actuales provincias mantendrían una representatividad casi directa en el torneo mayor. Por ejemplo, si recorremos la isla de oeste a este, los equipos pudieran ser:
EQUIPOSIGLAS APODO
Pinar-Artemisa PA Vegueros cazadores
Industriales-Isla II Leones piratas
Mayabeque-Matanzas MM Cocodrilos huracanes
Villa Clara-Cienfuegos VC Elefantes naranjas
Sancti Spiritus-Ciego SC Tigres gallos
Camagüey – Tunas CT Leñadores ganaderos
Holguín-Guantánamo HG Indios cachorros
Granma-Santiago GS Avispas alazanes

No veo inconveniente para que estos equipos puedan reforzarse, en el momento de su creación, con peloteros de calidad que no clasifiquen en sus respectivas provincias. El campeón pudiera decidirse en un play-off con los dos primeros lugares al concluir el calendario oficial de juegos dado lo reducido de la cantidad original de equipos.
La actual Serie Nacional (o un torneo equivalente de segunda división), con todos los ajustes que sean necesarios para minimizar los costos (por ejemplo, realizarla por regiones occidental, central y oriental y decidir el campeón en un play-off de tres equipos con el primer lugar de cada región) debe mantenerse o incluso jugarse en paralelo con el campeonato principal, para inundar de beisbol las tardes y noches de ocio de los cubanos.
Este segundo torneo fungiría como cantera de talentos al torneo principal cuyos integrantes no serían inamovibles y pudieran ser bajados por bajo rendimiento o indisciplinas. Se les debe exigir mucho a nuestros mejores peloteros, acudir siempre en primer lugar al honor y la vergüenza, pero también premiarles materialmente todo el esfuerzo y sacrificio que significa haber llegado a la élite del beisbol nacional; me refiero en concreto a salarios bien altos y vivienda decorosa.
El torneo mayor de 8 equipos definiría el Campeón de Cuba para la Liga del Caribe y otros eventos internacionales, a los cuales debería enviarse con un mínimo de refuerzos (hasta 4) por las razones de equipo mencionadas al principio y que considero fundamentales para ganar un juego de pelota.
Hasta aquí la propuesta.

Saludos beisboleros.