Por Boris Luis Cabrera.

Los leones de Industriales vencen en el 60.86 por ciento de las veces que juegan, han logrado 14 victorias de 23 posibles. La cifra no está nada mal y mucho menos cuando analizamos la calidad individual de sus jugadores. La pregunta está en el aire: ¿Ha sido efectiva la dirección de Víctor Mesa en la primera mitad del campeonato?
A simple vista puede salir el aplauso complaciente y los fuegos artificiales, pero tenemos que detenernos en algunas cifras, que si bien en esta fase no pesan mucho, pueden ser el lastre maldito que lo hunde cuando ¨la caña se pone a tres trozos¨.

El equipo exhibe un average ofensivo colectivo de 300 exactos, sin embargo, otra vez, su polémico director abusa y nos cansa con sus contantes toque de bola de sacrificio, nos regala más del 30 por ciento de los outs de la entrada, y desconoce que sus pupilos están en el octavo lugar de la lista bateando con corredores en bases. Los cazadores de Artemisa, con una anémica ofensiva que produce para 256, lo han intentado, quizás con justificación, solo una vez más que los azules.

Un equipo lleno de jugadores de tacto (se toman un ponche cada 10.5 veces al bate), de hombres rápidos (se han robado 14 bases en 22 intentos, para un buen por ciento de 63,6), que ocupa el tercer lugar en extrabases conectados, que está lleno de jugadores que saben poner la bola en juego por la banda contraria, tiene que tener otras opciones en su agenda para adelantar corredores en bases y traerlos para la goma.




No es un secreto, el indicador de calidad de los lanzadores hoy en Cuba está en números rojos, las velocidades no sobrepasan, en la gran mayoría de los casos, las 90 millas por hora, el pensamiento técnico-táctico está en pañales y los repertorios son más que escasos, entonces, ¿Dónde está el valor del toque de bola? ¿No se estarán perdiendo muchas oportunidades de rallys o definiciones tempranas? ¿Es casual que casi todos los juegos de Industriales sean ¨rompecorazones¨, estrechos, tensos, pegados y repletos de altas tensiones? Las preguntas quedaran sin respuestas, se elevan como globos hasta la atmosfera de la duda y la especulación.

Otro tema medular son los cambios, los constantes cambios, las incomodas sustituciones, el desfile, tanto de jugadores de posición, como de lanzadores relevistas. Aun no existe una alineación regular establecida, vigorosa, que permita trazar estrategias anticipadas y le de confianza y paz a los jugadores. No entiendo como alguien puede ser hoy el tercer hombre en turno y mañana ir a la banca, para poner un simple ejemplo, no es posible hacer un orden al bate teniendo en cuenta solamente el rendimiento del día anterior. Una alineación ofensiva se confecciona teniendo en cuenta muchísimos factores, es un trabajo estadístico, donde la experiencia y las habilidades individuales, la especificación y la fuerza, son definitorios, y estas cosas no cambian de la noche a la mañana.




Gracias a los lanzadores abridores del conjunto, Industriales ha ganado en el 60.86 por ciento de las veces que ha jugado. Entre todos, exhiben orgullosos un 2.73 promedio de carreras limpias, solo superados por el cuerpo de abridores de los Vegueros de Pedro Luis Lazo, con 2.63.

Víctor, ha aprendido lecciones y se está amarrando las manos para aplicar grúas en horas tempranas y esto le ha dado resultados, sin embargo, no ha sido así en el caso de los relevistas. Un dato interesante : Industriales es el único equipo que no tiene un solo lanzador relevista que haya lanzado más de cuatro entradas en toda la serie, lo que habla a las claras de las continuas sustituciones en el último tercio de juego.

Víctor Mesa ha ordenado 14 veces la base por bolas intencional a sus relevistas y estos promedian para 6.52 carreras limpias por partido, solo superados por los gallos espirituanos (16 bases intencionales y 6.86 de PCL) y Mayabeque (19 bases y 7.35 de PCL). ¿Es la base por bolas intencional directamente proporcional al promedio de carreras limpias en esta, nuestra pelota casera?




Pedro Luis Lazo solo ha mandado a sus lanzadores una vez a otorgarla y estos promedian para 2.98, Kindelan, por su parte, lo ha mandado tres veces y ellos le responden con un excelente 2.63. ¿Hay que preocuparse?

No hablaremos de presiones, ni de karmas subjetivos, a los relevistas azules le han anotado 16 veces por culpa de los errores (uno de los más altos entre todos los equipos), sin embargo a los abridores solo una vez ¿Qué está pasando en las postrimerías de los juegos? ¿Mucha tensión? ¡¡¡Cuidado Víctor Mesa!!!, ¡¡¡cuidado Industriales!!!, nos vemos en el estadio.