La petición llegó de un coterráneo suyo, trabajador del central Ecuador, en el municipio avileño de Baraguá. Lo dijo con una pregunta tajante: ¿Por qué no entrevistas a Isaac?

La interrogante me puso a pensar, porque Isaac Martínez Dorta, el pelotero silencioso, tiene su historia no contada y bien merece ponerla al alcance de quienquiera conocerla, más ahora, que revela lo que nadie sabe: "me retiro del béisbol activo. Llegó la hora de terminar.

"Es una decisión personal, no porque alguien me haya obligado, pero debo darle paso a las nuevas generaciones, como una vez lo hicieron conmigo", expresa de una manera amigable.

Isaac, con 40 años de edad, 172 centímetros de estatura y 86 kilogramos de peso, fue el tercer avileño en llegar a las 20 temporadas —luego de que lo hicieran el lanzador Julio Mantilla y el camarero Mario Vega—, el único con 304 dobles y el que más hits acumula (1 704) en Series Nacionales.

Rara vez se le observa celebrar un jonrón, aunque despachó 132 cuadrangulares —detrás de Alejo O'Reylli, Yoelvis Fiss y Yorelvis Charles—, lo cual hace pensar que tiene la suficiente fuerza al bate para enviar la pelota más allá de los límites de cualquier estadio.

A Isaac le place hablar bajo y siempre tiene una deferencia para quienes se le acercan: "Las personas quieren intercambiar con los peloteros, preguntarles, verlos de cerca, sobre todo los niños. Y eso es lindo. Por ese público siento inmenso respeto. ¿Sabes algo? Jamás me han gritado ni ofendido dentro, ni fuera de un terreno. ¡Y mira que he tenido momentos difíciles!, incluso, con slumps prolongados que siempre incomodan a la afición."

Nunca ha sido expulsado de un juego, ni discutido con árbitro alguno: "Una vez me poncharon sin tirarle a un lanzamiento. Yo lo vi fuera de zona. Ese mismo día, en otro turno al bate, le tiré a la bola y me fui sin ella. Para qué protestar a los árbitros, si uno también comete errores. Ellos hacen su trabajo y yo trato de realizar el mío, aunque no te niego que, a veces, son demasiado inexactos y eso daña el espectáculo".

Imaginaba yo que en la LI Serie Nacional de Béisbol de 2012, cuando los Tigres avileños se coronaron titulares de Cuba, era el momento de mayor alegría para Isaac dentro de los diamantes...

"Siempre es lindo ganar un campeonato, más nosotros, que se lo debíamos a la afición. Llegamos a tener el mejor equipo de Cuba y no habíamos podido titularnos.

"No obstante, mi mayor alegría fue en los Juegos Panamericanos de Winnipeg '99, en Canadá, cuando conecté aquel jonrón de dos carreras que empató el juego frente a los norteamericanos. Ese batazo hizo saltar de alegría a toda Cuba."

Fue entonces que Isaac decidió hablar de la historia no contada, la que jamás ha hecho pública, quién sabe por qué razón.

"Fui llamado a la preselección de aquel año porque había tenido buen rendimiento en la Serie Nacional y creo lo merecía, pese a los buenos jardineros, entre quienes estaban Roberkis Videaux, Luis Ulacia, Javier Méndez, Daniel Lazo. Realmente, sentía que si me esforzaba tendría la posibilidad de vestir el uniforme con las cuatro letras.

"Al término de la preparación promedié 667 de average. No era fácil para los bateadores, pues debíamos enfrentarnos a lanzadores de la talla de Pedro Luis Lazo, Norge Luis Vera, Ormary Romero, José Ariel Contreras, Faustino Corrales, José Ibar,... pero al final integré el equipo.

"Recuerdo que antes de partir Fidel jaraneó con nosotros y le preguntaba a los lanzadores, cómo ellos, tan altos y fuertes, no podían dominar a alguien tan chiquito como yo.

"En Winnipeg, no comencé como regular y cuando salí frente a México me poncharon. Después, contra Brasil, bateé de dos dos. Al otro día era el titular del jardín derecho y le conecté tres hits a los yanquis, incluido el jonrón del empate a cinco carreras. Ese juego nos lo ganaron por amplio margen.

"Momentos después del cuadrangular, me dicen: 'Isaac, te llaman por teléfono, y, para sorpresa mía, era Fidel, quien me dijo: 'el pueblo de Cuba y yo estamos orgullosos de ti'. Intercambiamos breves palabras y nos exhortó a ganar el campeonato, lo que al final conseguimos."

—¿Es verdad que en una reciente visita a la provincia de Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, lo mandó a buscar para hacerle alguna revelación?

—No solo me mandó a buscar, sino que me detalló cómo ocurrieron algunos hechos desconocidos por mí hasta ese momento. Incluso, los hizo públicos en una reunión de trabajo, imagino que a modo de anécdota.

"Fidel iba con bastante sistematicidad al estadio Latinoamericano, a observar la preparación y nos conocía a todos. Parece que mi nombre no estaba en un inicio entre los seleccionados y él preguntó por 'el zurdito bajito que bateó mucho' y dijo que los Panamericanos eran una competencia corta y que debían ir quienes mejor estuvieran. Evidentemente, la sugerencia la tuvieron en cuenta. Por mi parte, traté de hacerlo lo mejor que pude. Terminé con 438 de average ofensivo y fui uno de los jardineros del equipo Todos Estrellas de aquella justa.

"Medito y pienso en las cosas increíbles de Fidel, con esa visión que siempre ayuda a la justeza y a mantener la fe, porque ahora no hay quien me quite de la mente que fue él quien le dio la oportunidad a este guajiro humilde, de Las 20, una comunidad perdida entre cañaverales, de con un batazo poner a vibrar de alegría a un pueblo entero