Salvo contadas excepciones, todos los peloteros cubanos que participan en Grandes Ligas y sus distintos niveles han expresado su deseo de formar parte de un equipo unificado para el Clásico del 2017.

Pero ese deseo recibió este jueves un tiro de gracia cuando el presidente del Instituto Cubano de Deportes (INDER), Antonio Becali, declaró en La Habana que no se contempla esa posibilidad, ni de manera remota.


"Cuba va a seguir con nuestros atletas'', afirmó el funcionario a la agencia de noticias Reuters. "Es algo que vamos a mantener como principio indisoluble (…) los atletas nuestros que están dentro del sistema deportivo cubano y dentro de nuestra Serie Nacional son los que nos van a seguir representando en eventos internacionales''.

El anuncio se produce en medio de un clima de escepticismo por la posibilidad de un potencial acuerdo con Grandes Ligas que cada vez parece estancarse más por la lentitud de los progresos políticos y el desinterés que pueda generarse en un mañana electoral dentro de Estados Unidos.


Tras la presencia del presidente Barack Obama para el juego de los Rays de Tampa Bay el 22 de marzo en La Habana creció el nivel de optimismo dentro de aficionados y jugadores acerca de la propuesta de un equipo con los mejores peloteros en las Mayores unidos a los mejores que permanecen en Series Nacionales.

A todo eso se sumaba la visita en diciembre del 2015 de una delegación que incluía a cuatro cubanos -Brayan Peña, Yasiel Puig, José Abreu y Alexei Ramírez-, junto a luminarias y ejecutivos del béisbol organizado.

Cuba va a seguir con nuestros atletas. Es algo que vamos a mantener como principio indisoluble(…) los atletas nuestros que están dentro del sistema deportivo cubano y dentro de nuestra Serie Nacional son los que nos van a seguir representando en eventos internacionales

ANTONIO BECALI, presidente del INDER

Sin embargo, la celebración del Congreso del Partido Comunista semanas después atemperó esas ilusiones con el retorno a un lenguaje ideológico rancio y pasado, que echó un cubo de agua fría a las esperanzas aceleradas de cambio.

"He visto mucha decepción entre la gente con la cual hablé'', comentó un empresario relacionado al mundo de los deportes que regresó hace poco de la capital cubana. "En lo inmediato, el Congreso del Partido fue como un recordatorio de que algo ha cambiado, pero no lo fundamental''.


Cuba realizó un notable papel en el I Clásico Mundial de Béisbol en el 2006, cuando discutió el oro frente a Japón, pero luego decepcionó en las ediciones del 2009 y el 2013, en parte a la fuga de muchos de sus mejores jugadores.

Aunque se hacen esfuerzos para firmar peloteros en otras ligas como Japón y Canadá, la hemorragia de talento es tal que, sin los de Grandes Ligas, muchos expertos vaticinan otro fracaso en la edición del 2017.

Sin acuerdo entre la Federación Cubana y las Mayores, se teme que la partida no solo de los jugadores establecidos, sino de los juveniles e incluso de categorías inferiores, dejaría en los tuétanos al béisbol cubano, que ya le cuesta mucho brillar en eventos foráneos.


"Creo que soy uno de los últimos peloteros importantes de mi generación y no creo que queden muchos mejores que los que se fueron'', apuntó en Miami Yadiel Hernández, quien se fugara de una visita a Carolina del Norte en junio del 2015. "Los mejores ya están fuera. En Cuba no queda nadie''.