De una esquina a la otra.

Ese el movimiento que los Astros de Houston designaron para Yulieski Gurriel cuando anunciaron que el pelotero cubano jugará la primera base en la venidera campaña de las Grandes Ligas.

La novena texana quiere aprovechar la ofensiva del toletero antillano, quien defendió la tercera almohadilla en 21 de los 36 partidos que participó en el 2016, pero perdió continuidad con la llegada de Alex Bregman, un novato que dejó muy buena impresión en su estreno con el equipo y se perfila como una gran figura para el futuro.

Gurriel jugó 36 entradas en la inicial en cinco encuentros con los Astros y por ahora se adapta sin problemas a su nuevo rol.

“El año pasado no jugué mucho en primera base, pero he estado practicando lo suficiente desde que me notificaron que ese sería mi trabajo en los entrenamientos de primavera’’, expresó Gurriel a MLB.com.

En la primera práctica con el equipo completo en el Ballpark de West Palm Beach el sábado, Gurriel tomó roletazos desde el principio de la jornada y lució distendido.

El toletero antillano, quien tuvo un average de .262 con tres vuelacercas y 15 remolcadas en su debut en las Mayores, comentó que trabajará fuerte en su condición física con vistas a responder sin problemas al rigor de una temporada completa, luego de admitir que sintió cansancio al finalizar la liga.

La emergencia de Bregman, la firma de los jardineros Josh Reddick y Carlos Beltrán, este último para el rol de bateador designado, y el arribo del receptor Brian McCann le han dado profundidad a la alineación de Houston, que espera que un buen acomodo de Gurriel en primera base les quite un poco de los problemas que han tenido en esa posición en los últimos tiempos.